jueves, 22 de diciembre de 2016

885 : Vikingos, en Francia (5ª parte )



Viene de aquí:


  El 24 de noviembre del año 885, los vikingos daneses de Sigfrido llegaban  a París.Seguramente esperaban una rápida capitulación tras una fácil victoria.


  La mañana del día siguiente, Sigfrido exigió reunirse con el obispo de París, Gauzelin de Toul, para negociar paso libre por los puentes  sobre el rio Sena.Si el obispo cedía a las exigencias vikingas, Sigfrido se comprometia a  no causar daño en la ciudad y respetar a sus habitantes y propiedades.


  Pero Gauzelin se negó.Habia sido puesto al mando de la defensa del Paris por el rey Carlos III el Gordo, y no estaba dispuesto a traicionar su confianza.


  Sigfrido se enfadó por la actitud  combativa de Gauzelin, y le prometió que al siguiente día las maquinas de asedio vikingas destruirían los muros de la ciudad y el, Sigfrido, personalmente cortaría la cabeza de Gauzelin y se  la arrojaría  a los perros.


  Pero el desafío planteado por el obispo Gauzelin no era una simple bravata. Desde que los vikingos habían atacado París por última vez, Gauzelin había supervisado personalmente la construccion de nuevas y más poderosas defensas. En aquella época, la ciudad de París era básicamente la larga y estrecha isla de Ile de Cite, en medio del rio Sena.


  La ciudad estaba protegida por unos altos muros, muy cercanos al rio, lo que dificultaba en gran manera cualquier intento de desembarco en la isla. Un puente de madera (Grand Pont ),unia la isla con la orilla norte del Sena.La aproximación al puente estaba defendida por una torre de piedra.


  Otro puente de madera, Petit Pond, conectaba la isla con la orilla sur del rio, y estaba protegido por una torre de madera. Ambos puentes disponían de unas enormes rejas que permitían cortar el paso a cualquier buque que intentase superarlos.




  Las tropas de la ciudad estaban al mando del conde Odo (o Eudes) hijo del rey Roberto el Fuerte (Roberto de Anjou), pero su número era un tanto escaso,seguramente algo menos de 1.500 soldados que disponían de algunos mangolneles y balistas, que debían oponerse a una fuerza de vikingos muy superior. Algún cronista de la época afirma que la flota vikinga contaba con más de 700 barcos y totalizaba más de 40.000 guerreros, pero la cifra parece altamente exagerada, ya que los asaltantes no tenían suficiente cantidad de soldados para rodear la ciudad por completo, y los mensajeros que salian de Paris o entraban lo hacian con cierta facilidad   encontrando  zonas libres de centinelas vikingos.


 Conde Odo (mas tarde,rey de Francia ).


  Conociendo a la perfección que la movilidad era la clave de su éxito, los vikingos trataban de evitar los asedios a toda costa. Pero tras la escasa oposición que los francos habían ofrecido las anteriores visitas vikingas, Sigfrido decidió intentar el asalto frontal la tarde del primer dia, tras la entrevista con el obispo Gauzelin.


  Los vikingos concentraron su ataque principal contra la torre de piedra que protegía Grand Pont, usando catapultas y arietes.La batalla duro toda la tarde, y los defensores, siempre acompañados del conde Odo y el obispo Gauzelin, rechazaron los múltiples intentos de asalto.



  A la caída de la noche, los vikingos optaron por retirarse, llevandose a sus muertos y heridos. La torre había sufrido daños considerables, y el conde Odo paso la noche organizando los trabajos para repararla y construyendo una plataforma de madera para que cuando los vikingos reanudaran su atauqe, la torre fuera aun más alta.


  La mañana siguiente, el primer intento de los atacantes consistió en intentar prender fuego a la torre, sin éxito,Despues,trataron de derribar sus muros cavando un tunel, pero los francos lanzaron una mezcla de aceite hirviendo, brea y cera sobre los excavadores, que tuvieron que abandonar la excavación.


  Habiendo fallado el asalto general, los vikingos se dispusieron a preparar un largo asedio, colocando su campamento en la Abadía de San Germain Auxerrois, en la orilla norte del río Sena, cerca del puente del Grand Pond.Alli permanecieron hasta el día 30 de enero del 886, cuando lanzaron otro asalto general.Esta vez, dividieron sus fuerzas en tres grupos.


  Un grupo volvió a atacar la torre de piedra de Grand Pond, mientras los 2 grupos restantes atacaban el puente de madera a bordo de sus barcos, desde ambos lados del rio.


  El ataque duro tres días, con los vikingos intentando rellenar el foso que rodeaba la torre con cualquier cosa que tuvieran a mano: piedras, tierra, madera, cadáveres de animales, etc.Cuando se les termino el material, asesinaron a  decenas de prisioneros y también utilizaron sus cuerpos para rellenar el foso e intentar llevar hasta la torre las tres torres de asedio que habían construido. Los defensores lograron destruir dos de las torres, pero un pequeño grupo de  vikingos logró entrar en la ciudad, solo para morir casi instantáneamente a manos de los enfurecidos ciudadanos parisinos.


  Los grupos que atacaban el puente enviaron tres brulotes contra el, que resistió la embestida. Pero la meteorología se puso de parte de los atacantes, y el 6 de febrero, tras una semana de intensa lluvia, el Sena se desbordó y destrozoó el puente de madera de Pètit Pond, dejando aislada en la orilla sur del Sena la torre de madera que lo protegía. A la mañana siguiente, los vikingos asaltaron la torre, la incendiaron y exterminaron  la guarnicion, arrojando después sus cadáveres al rio.


  Los vikingos ya habían conseguido su primer objetivo: ocupar la zona sur.Asi, movieron su campamento hasta la Abadía de St Germain-des-Pres. Mientras el grueso del contingente  vikingo continuaba el asedio, grupos más pequeños saquearon la zona hasta Chartres al oeste y Evreux en el sur.


  La pérdida  del Petit Pond desalentó a los defensores, sobre todo a a Gauzelin, que envió urgentemente varios mensajeros a pedir ayuda a Enrique de Franconia, conde de Sajonia.


  El conde contestó con rapidez a la misiva desde París, y se dirigió  a entablar combate con los vikingos,atacando su campamento en St. Germain.Pero los soldados del conde de Sajonia estaban debilitados tras una larga marcha y fueron rechazados con facilidad.


  Con el paso del tiempo y la resistencia parisina casi incolume, el líder vikingo Sigfrido fue perdiendo interés en el asedio, y ofreció marcharse si se le entregaba solamente medio centenar de kilos de plata.


  Pero la mayoría de sus hombres no deseaba retirarse con tan exiguo botín,y  tras una asamblea un tanto violenta, se negaron a marchar y decidieron continuar el asedio.


  No se sabe quien fue el líder de los vikingos que se negaron a retirarse, pero en las sagas tradicionales islandesas aparece un Rolf El caminante, un hijo del líder  de los vikingos noruegos Rognvald de More, llamado asi, el caminante, por que por su gran tamaño y altura (media más de dos metros y pesaba más de 130 kilos) ningún caballo podía soportar su peso y siempre debía ir caminando.


  Este Rolf,hijo de Rognvald, ha sido identificado como Rollo (ninguna relación con Ragnar Lothbrok), y más tarde se haría famoso como fundador del ducado de  Normandia, que había llegado a la zona del Sena en el año 876 y rápidamente había capturado Rouen, convirtiéndola en la base de sus conquistas.

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