Viene de aquí:
El 24 de noviembre del año 885, los
vikingos daneses de Sigfrido llegaban
a París.Seguramente esperaban una rápida capitulación tras una fácil victoria.
La mañana del día siguiente, Sigfrido exigió
reunirse con el obispo de París, Gauzelin de Toul, para negociar paso libre por los
puentes sobre el rio Sena.Si el obispo cedía
a las exigencias vikingas, Sigfrido se comprometia a no causar daño en la ciudad y respetar a sus
habitantes y propiedades.
Pero Gauzelin se negó.Habia sido
puesto al mando de la defensa del Paris por el rey Carlos III el Gordo, y no estaba
dispuesto a traicionar su confianza.
Sigfrido se enfadó por la actitud
combativa de Gauzelin, y le prometió que al siguiente día las maquinas de asedio vikingas
destruirían los muros de la ciudad y el, Sigfrido, personalmente cortaría la
cabeza de Gauzelin y se la arrojaría a los perros.
Pero el desafío planteado por el
obispo Gauzelin no era una simple bravata. Desde que los vikingos habían
atacado París por última vez, Gauzelin había supervisado personalmente la
construccion de nuevas y más poderosas defensas. En aquella época, la ciudad de París era básicamente la larga y estrecha isla de Ile de Cite, en medio del rio Sena.
La ciudad estaba protegida por unos
altos muros, muy cercanos al rio, lo que dificultaba en gran manera cualquier
intento de desembarco en la isla. Un puente de madera (Grand Pont ),unia la isla
con la orilla norte del Sena.La aproximación al puente estaba defendida por una
torre de piedra.
Otro puente de madera, Petit Pond,
conectaba la isla con la orilla sur del rio, y estaba protegido por una torre
de madera. Ambos puentes disponían de unas enormes rejas que permitían cortar
el paso a cualquier buque que intentase superarlos.
Las tropas de la ciudad estaban
al mando del conde Odo (o Eudes) hijo del rey Roberto el Fuerte (Roberto de Anjou),
pero su número era un tanto escaso,seguramente algo menos de 1.500 soldados que disponían
de algunos mangolneles y balistas, que debían oponerse a una fuerza de
vikingos muy superior. Algún cronista de la época afirma que la flota vikinga
contaba con más de 700 barcos y totalizaba más de 40.000 guerreros, pero la
cifra parece altamente exagerada, ya que los asaltantes no tenían suficiente
cantidad de soldados para rodear la ciudad por completo, y los mensajeros que salian de Paris o entraban lo hacian con cierta facilidad encontrando zonas libres de centinelas vikingos.
Conde Odo (mas tarde,rey de Francia ).
Conociendo a la perfección que la
movilidad era la clave de su éxito, los vikingos trataban de evitar los asedios
a toda costa. Pero tras la escasa oposición que los francos habían ofrecido las
anteriores visitas vikingas, Sigfrido decidió intentar el asalto frontal la
tarde del primer dia, tras la entrevista con el obispo Gauzelin.
Los vikingos concentraron su ataque
principal contra la torre de piedra que protegía Grand Pont, usando catapultas
y arietes.La batalla duro toda la tarde, y los defensores, siempre acompañados
del conde Odo y el obispo Gauzelin, rechazaron los múltiples intentos de
asalto.
A la caída de la noche, los
vikingos optaron por retirarse, llevandose a sus muertos y heridos. La torre había
sufrido daños considerables, y el conde Odo paso la noche organizando los trabajos para
repararla y construyendo una plataforma de madera para que cuando los vikingos
reanudaran su atauqe, la torre fuera aun más alta.
La mañana siguiente, el primer
intento de los atacantes consistió en intentar prender fuego a la torre, sin
éxito,Despues,trataron de derribar sus muros cavando un tunel, pero los francos
lanzaron una mezcla de aceite hirviendo, brea y cera sobre los excavadores, que
tuvieron que abandonar la excavación.
Habiendo fallado el asalto general,
los vikingos se dispusieron a preparar un largo asedio, colocando su campamento
en la Abadía de San Germain Auxerrois, en la orilla norte del río Sena, cerca del puente
del Grand Pond.Alli permanecieron hasta el día 30 de enero del 886, cuando
lanzaron otro asalto general.Esta vez, dividieron sus fuerzas en tres grupos.
Un grupo volvió a atacar la torre
de piedra de Grand Pond, mientras los 2 grupos restantes atacaban el puente de
madera a bordo de sus barcos, desde ambos lados del rio.
El ataque duro tres días, con los
vikingos intentando rellenar el foso que rodeaba la torre con cualquier cosa
que tuvieran a mano: piedras, tierra, madera, cadáveres de animales, etc.Cuando
se les termino el material, asesinaron a
decenas de prisioneros y también utilizaron sus cuerpos para rellenar el
foso e intentar llevar hasta la torre las tres torres de asedio que habían construido.
Los defensores lograron destruir dos de las torres, pero un pequeño grupo de vikingos logró entrar en la ciudad, solo para
morir casi instantáneamente a manos de los enfurecidos ciudadanos parisinos.
Los grupos que atacaban el puente
enviaron tres brulotes contra el, que resistió la embestida. Pero la
meteorología se puso de parte de los atacantes, y el 6 de febrero, tras una semana
de intensa lluvia, el Sena se desbordó y destrozoó el puente de madera de Pètit Pond, dejando aislada en la orilla sur del Sena la torre de madera que lo protegía. A la
mañana siguiente, los vikingos asaltaron la torre, la incendiaron y
exterminaron la guarnicion, arrojando
después sus cadáveres al rio.
Los vikingos ya habían conseguido
su primer objetivo: ocupar la zona sur.Asi, movieron su campamento hasta la Abadía
de St Germain-des-Pres. Mientras el grueso del contingente vikingo continuaba el asedio, grupos más
pequeños saquearon la zona hasta Chartres al oeste y Evreux en el sur.
La pérdida del Petit Pond desalentó a los defensores,
sobre todo a a Gauzelin, que envió urgentemente varios mensajeros a pedir ayuda
a Enrique de Franconia, conde de Sajonia.
El conde contestó con rapidez a
la misiva desde París, y se dirigió a
entablar combate con los vikingos,atacando su campamento en St. Germain.Pero
los soldados del conde de Sajonia estaban debilitados tras una larga marcha y fueron
rechazados con facilidad.
Con el paso del tiempo y la
resistencia parisina casi incolume, el líder vikingo Sigfrido fue perdiendo interés
en el asedio, y ofreció marcharse si se le entregaba solamente medio centenar
de kilos de plata.
Pero la mayoría de sus hombres no
deseaba retirarse con tan exiguo botín,y tras una asamblea un tanto violenta, se
negaron a marchar y decidieron continuar el asedio.
No se sabe quien fue el líder de
los vikingos que se negaron a retirarse, pero en las sagas tradicionales islandesas
aparece un Rolf El caminante, un hijo del líder de los vikingos noruegos Rognvald de More,
llamado asi, el caminante, por que por su gran tamaño y altura (media más de
dos metros y pesaba más de 130 kilos) ningún caballo podía soportar su peso y
siempre debía ir caminando.
Este Rolf,hijo de Rognvald, ha
sido identificado como Rollo (ninguna relación con Ragnar Lothbrok), y más
tarde se haría famoso como fundador del ducado de Normandia, que había llegado a la zona del Sena
en el año 876 y rápidamente había capturado Rouen, convirtiéndola en la base de
sus conquistas.
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