jueves, 26 de julio de 2018

1800 : Bonaparte,en Milan.





Viene de aquí:


  Bonaparte estaba confiado. A pesar de su escasez de artilleria (que se encontraba aun en el asedio a la fortaleza de Bardo) tenía en el norte de Italia a mas de 65.000 hombres.Sumados a los más de 18.000 que Messena tenía  a sus ordenes en Genova,hacian un total de 83.000 soldados, prácticamente  a la par con las tropas que tenía el ejercito austriaco sobre el terreno de Italia.


  Aunque los austriacos mantenían en su poder los centros urbanos más importantes de Italia, sus mejores tropas se encontraban desplegadas en un semicírculo alrededor de Turin,demasiado lejos de la zona de concentración de las tropas francesas,y con nula capacidad para impedirlo.


  Con el ejercito de reserva ya concentrado en Ivrea, Bonaparte decidió mantener la iniciativa y no esperar acontecimientos.


  Se abrían tres caminos: podía marchar hacia Turin, para enfrentar directamente a las tropas austriacas; podía marchar sobre Génova y levantar el asedio austriaco a la ciudad, o podía marchar hacia Milán.

   
  La ocupación de Milán rompería las líneas de comunicacion y aprovisionamiento austriacas entre el rio Po y Brescia.Ademas, los bien surtidos almacenes de la ciudad proveerían al ejercito francés de todo lo que necesitaba: desde botas para los soldados hasta cañones, provisiones, municiones, etc


  En el aspecto político, Milan también significaba un lugar de importancia en el que Bonaparte podía apoyarse.Los milaneses estaban  muy descontentos con los ocupantes austriacos, y la liberacion de  la ciudad podía convertirla en la capital de una  nueva  "Republica Cisalpina", un nuevo reino títere en Italia con Francia moviendo los hilos.


  Las dos primeras opciones no tenían apenas ventajas. Un avance rápido sobre Turín o Génova  llevaría al ejercito francés a un encuentro prematuro con las tropas austriacas, que si disponían de su artilleria al completo.


  Tomando en consideración todos los factores, Bonaparte eligió Milan.Ivrea fue designada centro de operaciones para la siguiente fase de la ofensiva. Para tratar de engañar a los austriacos,Bonaparte envió al general Lannes con un par de divisiones a la localidad de Chivasso, como si la intencion del ejercito francés fuera atacar Turín.


  Como Bonaparte había previsto, los austriacos cayeron en la trampa: las tropas de Lannes tomaron Chivasso  en 24 de mayo.Por la noche,los soldados de Lannes encendieron centenares de hogueras para hacer creer a los austriacos que allí se habia concentrado buena parte del ejercito francés.


  Mientras, Bonaparte confiaba en que Messena mantuviera Génova en su poder al menos hasta el 4 de junio, así que el ejercito frances tenía 10 días para recorrer los 150 kilómetros de distancia entre Ivrea y la estratégica ciudad de Stradella, lugar de paso obligado para los convoyes de municiones y provisiones austriacos.


  El día 27, el ejercito francés se ponia en marcha, y el día 28 la vanguardia de Murat tomaba Vercelli. Dos días más tarde, avanzadillas de caballería francesa entraban sin oposion en Novara.


  Los austriacos estaban absolutamente desconcertados.Creain que el grueso del ejercito francés se preparaba para atacar Turín, y desconocían por completo que unidades del ejercito frances avanzaban hacia Milán y cuál era su potencial militar.




  El día 30, Murat llegaba a orillas del rio Ticino, y al día siguiente lo cruzaba, superando así el último obstáculo natural que separaba al ejercito francés de Milán.


  El día 2 de junio, Bonaparte hacia su entrada en Milán, “en medio de demostraciones generalizadas de alegría: habitantes de  ambos sexos y de todas las edades aclamaban al hombre que les habia llevado la libertad y les había librado del yugo austriaco”.


  Los austriacos ya habían evacuado la ciudad un par de días antes, dejando una pequeña guarnicion en la ciudadela que se rindió  a las tropas de Murat sin combatir.



  Pero el mismo día 2, Bonaparte recibía una noticia aun mejor.Lannes habia llegado a Pavía tras una marcha a paso ligero por la ribera occidental del rio Po, y en los almacenes militares de la ciudad había encontrado entre 300 y 400 cañones,algunos de asedio pero la mayoría cañones de campaña, de los que medio centenar se incorporaron a la artillería francesa de inmediato.


  Bonaparte permaneció en Milán durante una semana, moviendo sus peones. Ordenó la creacion de una zona de seguridad entre los ríos Oglio y Trebia, al suroeste de milan, para prevenir cualquier intento de ataque de los austriacos desde Mantua.


  Envió al general Duhesme a tomar y mantener el puente de Lodi, y Murat fue enviado a Piacenza para establecer una cabeza de puente al otro lado del Po.Desde allí la ruta hasta Stradella estaría abierta.


  El día 5, la resistencia de la fortaleza de Bardo llegó a su fin,liberando a la artilleria francesa que de inmediato se puso en marcha hacia el sur para reunirse con el grueso del ejercito.


  El día 7, Murat cruzaba el Po y tomaba Piacenza.Inmediatamente, los ingenieros de Murat comenzaban a construir dos puentes  de pontones.El ejercito de reserva se puso en marcha para cruzar el Po  por Piacenza de inmediato.


  Mientas esperaba el momento para partir hacia Piacenza y Stradella, Bonaparte se dedico a disfrutar de la intensa vida cultural de Milan.Acudio a la opera un par de veces, visitó las colecciones de arte privadas de los Sforza en varios domicilios particulares,y en la iglesia de san Lorenzo se reunió con 200 sacerdotes, con los que discutió de lo divino y lo humano, igual que había hecho un par de años antes  con los imanes musulmanes en Alejandría.
 
  La correspondencia capturada a los mensajeros enemigos llamo su atencion, sobre todo los documentos austriacos que se burlaban de sus tropas : “los soldados franceses no son más que perritos de agua, y sus generales no tiene ningún talento”


  La mayoría de las burlas se referían al ejército de reserva francés: se describia a la caballería francesa montada sobre burros, a la infantería como a un puñado  de ancianos lisiados armados con palos,y la artilleria francesa no eran más que dos trabucos.


  En Piacenza, Murat se apoderó de varios almacenes repletos de provisiones y municiones, pero su  más importante descubrimiento  fue un manojo de mensajes enviado por el general Melas al Consejo Aulico en Viena.


  El día 8, las cartas llegaban a  manos  de Bonaparte. Una de ellas, fechada el día 2, informaba que Génova se había rendido a las tropas austriacas. Tras la rendición, la guarnición francesa había sido escoltada hasta el rio Var.


  Al principio, Bonaparte se nego a  creer las noticias, y acusó a su traductor de austriaco de ser un espía e intentar confundirle.


  La perdida de Génova era un golpe duro para la estrategia de Napoleon.SI los austriacos decidían hacerse fuertes en Genova, todo el plan  francés se venia abajo. Tras el asedio de San juan de Acre, Napoleón conocía a la perfección la extrema habilidad de los artilleros de la  Royal Navy británica para ayudar a una guarnición costera en apuros.


  Pero un análisis más detenido de las cartas de Melas mostraba una muy buena noticia.Rindiendose el día 2, Messena había conseguido fijar en Génova al ejercito del general Ott,impidiendo que pudiera reunirse con el grueso del ejercito austriaco del general Melas.


  El ejercito del general Ott tardaría al menos tres días en marchar a encontrarse con las tropas de Melas, tres días que iban a ser vitales para que el ejercito frances completase sus preparativos libre de interferencias del enemigo.


  El general Melas, que seguía pensando que el ejercito de reserva francés era de muy baja calidad,habia preferido tomar Génova antes que reunir a todas sus tropas disponibles.


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