Viene de aquí:
Bakú está situada en una estrecha
lengua de tierra que sobresale de la costa occidental del mar Caspio. Al
noroeste de la ciudad se encontraban los campos petrolíferos, atravesados por
una línea férrea que transcurría desde Tiflis hasta el puerto, al este de la
ciudad.
Puerto de Bakú,a principios del siglo XX.
Aun más al oeste de los campos
petrolíferos se alzaban unas pequeñas colinas, rodeadas de pequeñas lagunas y
pantanos.
Este fue el lugar elegido por
el coronel Stokes y sus oficiales para colocar la
primera línea de defensa, ya que su posición elevada permitiría estudiar los movimientos
del enemigo y colocar las reservas disponibles en donde fuera necesario.
Así que, cuando la mañana del 26
de agosto los turcos atacaron la posición defensiva británica, todos estaban preparados y en sus puestos.
Los turcos atacaron con más de
1.000 soldados de infantería, apoyados por ametralladoras y artillería ligera.4
veces los hicieron retroceder los ingleses, pero tras esperar inútilmente la
llegada de refuerzos, finalmente fueron obligados a retirarse de sus posiciones
defensivas en el volcán de barro, dejando atrás a 80 soldados y una docena de oficiales
muertos.
Dunsterville envió rápidamente
una fuerza de reserva de 130 infantes a bordo de una grupo de automoviles blindados, pero ya era demasiado tarde, y los refuerzos
se unieron a los soldados que se
retiraban a una nueva posicion defensiva que zigzagueaba entre las torres de perforacion de petróleo.
La posición sobre el volcán de
barro había sido desde el principio la clave de la línea defensiva de la Dusterforce, y, cuando cayo en manos turcas, toda la línea defensiva británica
se derrumbó, y sus defensores se retiraron precipitadamente, abandonando allí ametralladoras
y cañones de bajo calibre.
Mientras los milicianos armenios
holgazaneaban en la ciudad y los soldados rusos se reunían en asamblea para decidir nadie sabe qué,
el general Dunsterville se enfrentaba a una difícil decision.Sus tropas era las
únicas que quedaban entre los turcos y Bakú, una defensa condenada al fracaso
debido a la superioridad numérica turca. Pero si decidía abandonar la ciudad,
los campos petrolíferos caerían en manos turcas.
Mientras Dunsterville se reunía
con las autoridades locales, los turcos comenzaron a bombardear la ciudad.El comandante
de las milicias armenias, general Dukuchayev, prometió que sus soldados
lucharían hasta la muerte. Los soldados rusos, que habían organizado
rápidamente un comité central de inspiración bolchevique ,propusieron en cambio
destruir todas las torres de perforación, ya que consideraban que, con los pozos
de petróleo destruidos, los turcos no encontrarían otra razón por la que
combatir en Bakú y se marcharían.
El cuartel general de Dunsterville, el hotel Europa, quedo reducido a escombros mientras el bombardeo
turco se intensificaba. El estado mayor británico se traslado a otro hotel, el
hotel Metropole, que de inmediato fue bombardeado. Los ingleses comenzaron a
pensar que tenían un espia turco entre ellos. Tras la guerra se enteraron que
un coronel turco, haciéndose pasar por un carnicero armenio, habia
dirigido el fuego de la artillería turca durante toda la batalla.
Una vez tomadas las colinas
situadas al oeste de Baku, Mursal Pasha, comandante en jefe del contingente
turco, decidió atacar desde el norte, en la mañana del 31 de agosto.
A las 6 de la mañana, la artillería
turca abrió fuego sobre la colina de Binagadi, defendida por británicos y un
grupo de milicianos armenios. El fuego
de los cañones turcos causó un gran número de bajas entre los defensores, que
solicitaron refuerzos al general Dunsterville.
El general Dunsterville se puso
en contacto rápidamente con los rusos, para utilizarlos como tropa de refuerzo.
Los rusos decidieron entonces reunirse una vez más en asamblea.
Según cuenta el propio general Dunsterville en su libro “The Adventures of Dunsterforce”, los comités y
asambleas de los soldados rusos no hicieron gran cosa por defender Bakú
de los turcos:
“…estos revolucionarios rusos con
sus métodos asamblearios son prácticamente incapaces de lograr algún
acuerdo.Todos los asuntos tratados en la asamblea, aunque la decisión de los
participantes sea favorable, como las deliberaciones suelen tomar tanto tiempo,
el punto tratado y discutido ha perdido toda su importancia en el momento en
que se toma la decisión.
Cada batallón tiene su propio comité,
y cada compañía de cada batallón también tiene su comité, y acostumbran a
reunirse en medio de una acción militar. A menudo, si el contingente recibe la
orden de iniciar un ataque y la reunión del comité toma la decisión de retirarse,
el contingente se retira sin tomar en cuenta las ordenes de sus superiores.
La inutilidad de estos comités es
obvia partiendo del hecho que cuando toma una decisión cualquiera no tiene el poder
ejecutivo para imponer su cumplimiento.Los soldados no se sienten obligados en
absoluto a cumplir las decisiones del comité a menos que estén de acuerdo
con ellas. Es un absoluto caos”.
Quizás esta situación se reprodujera
cuando el general Dusterville ordenó a los rusos dirigirse a la colina de Binegadi, a reforzar a sus defensores.
No se sabe si se reunieron en asamblea y finalmente decidieron ir , o si estuvieron de
acuerdo en marchar, pero tardaron tanto tiempo en decidirse que cuando llegaron
a la colina ya había sido evacuada por los defensores britanicos, que se habían
retirado a una línea defensiva en la localidad de Baladjari.
Los ametralladores y artilleros
turcos esperaron pacientemente a que los rusos ocuparan las trincheras ya vacías
de la colina.Entonces, abrieron fuego de enfilada desde ambos flancos.Pocos
soldados rusos sobrevivieron y huyeron a
toda velocidad hacia Baku, encontrándose en el camino con un contingente
de milicianos armenios, que se unió inmediatamente a la huida sin haber
disparado ni una de sus armas.
Los siguiente dias fueron de
relativa calma, mientras los turcos reforzaban sus posiciones antes del asalto final.
El día 1 de septiembre, el general Dusnterville se reunió con las autoridas
armenias y los representantes del contingente ruso, y expresó su profundo
disgusto con el comportamiento “poco valeroso y combativo” de sus aliados.A
continuacion,anunció a los allí presentes que poco más podrían hacer sus
soldados para defender la ciudad si los defensores armenios y rusos se negaban
a unirse a los británicos en la primera línea
de combate.
El comandante de las milicias armenias,
el general Dukuchayev, volvio a prometer a Dunsterville que sus tropas lucharían codo
con codo con los britanicos, aunque no se fiaba del ardor guerrero de los rusos,
que continuaban de asamblea en asamblea sin objetivo conocido. Dunsterville no tenía
ninguna confianza en ninguno de sus aliados, y ordenó a los cuatro buques de su
flota que permanecieran en las cercanías del puerto de la ciudad, por si eran
necesarios para la previsible evacuación.
El 12 de septiembre, un desertor
turco que se identificó como perteneciente
a la 10ª división de infantería del ejército turco informó a los
defensores que Mursal Pasha habia
planeado una ataque general sobre Bakú para el día 14.
Mientras, 500 cosacos osetios y
10 ametralladoras del contingente del coronel Bicherakov llegaban a Bakú e inmediatamente tomaban posiciones en
la nueva linea defensiva, apenas a un par de kilómetros del centro de la ciudad.
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