Blitzkrieg: Tukhachevsky, el teórico soviético (3ª parte )

 El ejercito rojo y el proletariado,fundidos en un beso fraternal.

Viene de aquí:

  Pero el desarrollo de nuevos modelos de carro de combate con origen netamente soviético y con escasas influencias de los modelos “capitalistas” no terminó con el debate establecido en las fuerzas armadas soviéticas sobre hasta dónde debía llevarse la motorización y la mecanización del ejército rojo.

  Tukhachevsky quería seguir aprovechando las bondades del plan quinquenanl, y llevar la mecanización del ejército rojo tan lejos como lo permitiera el desarrollo del potencial industrial de la URSS.

  Pero los veteranos del ejercito , como Budienny, el jefe de la caballería del ejército rojo en la guerra civil, seguían insistiendo en mantener la caballería tradicional como el arma definitiva. Su idea era que el carro de combate debía apoyar a la caballeria, y nunca a la inversa, y ambas deberían trabajar unidas. El general Krivoshrin, uno de los teóricos de la unión entre caballería tradicional y caballería mecanizada argumentaba:

  “la búsqueda y persecución del enemigo derrotado es una de las tareas más fructíferas para la caballería y las tropas mecanizadas. La gran movilidad de la caballeria debe complementarse con la potencia de fuego y la capacidad de maniobra del carro de combate, y, por lo tanto, una formación mixta de caballería y carros de combate representa a la perfección el mejor ejemplo de instrumento de persecución del enemigo en fuga”.

 Los 5 primeros mariscales  de la URSS : De izq. a drch. y de arriba a abajo : Budienny,Blucher,Tukhachevsky,Vorochilov y Yegorov, a mediados de 1936.

  En el manual de las tácticas de formaciones mecanizadas del ejército soviético de 1932, Tukhachevsky insistía en su táctica favorita, el flanqueo:

  “eliminar las fuerzas de combate y las reservas del enemigo, destruir sus depósitos de munición y provisiones, tomar los aeródromos utilizados  por el enemigo, esa es la tarea que debe llevar a cabo las fuerzas mecanizadas, apoyadas desde el aire,con unidades de infanteria mecanizada para ocupar el terreno, y, en algunos casos, la caballería tradicional”.

  Finalmente, se llegó a un compromiso temporal, en el que cada division de  caballería tradicional pasaría a incluir unidades de carros de combate, que deberían cooperar con la caballeria,y siempre supeditada a sus necesidades operativas.

  Pero el consenso temporal no logró acallar las ideas de Tukhachevski, que en el congreso de los soviets de 1937 volvía a insistir:

  “durante la guerra civil, el ejército rojo se acostumbró a utilizar la caballería por que era el arma más rápida. Ahora debemos acostumbrarnos a utilizar la aviación y las tropas mecanizadas “

  “cada batalla, defensiva u ofensiva, tiene el objetivo de derrotar al enemigo.Pero solo una acción ofensiva decidida  puede llevar a la completa aniquilación de las fuerzas y medios del enemigo. Para cumplir esa premisa, la utilizacion de  las fuerzas mecanizadas es absolutamente esencial, por su rapidez y potencia de fuego”.

Tukhachevsky dividía cada batalla en cuatro fases:

  - Asumiendo que el enemigo disponia de una línea defensiva fija y fortificada, el primer ataque debía llevarse a cabo por grupos de asalto de tamaño variable, compuestos de infantería,artilleria y carros de combate, que atacarian sobre el sector mas debil de  la línea enemiga. Al mismo tiempo, las tropas paracaidistas se encargarían de las líneas de comunicaciones del enemigo para evitar o ralentizar la llegada de sus refuerzos.

 Paracaidistas sovieticos lanzandose al vacio desde un Tupolev TB 35.

  - La segunda fase consistiría en, una vez lograda la ruptura del frente, consolidar las posiciones, sumando artillería adicional para evitar contraataques enemigos. Era esencial mantener la brecha abierta.

  - La tercera fase era el ataque definitivo, usando masas de carros de combate, infantería motorizada,caballeria tradicional, que debía dividir las fuerzas enemigas en partes mas pequeñas para despues cercarlas .Despues, los contingentes enemigos cercados debian ser suprimidos a base del uso intensivo de la artillería y la aviación.

  - La última fase necesitaría del apoyo de las fuerzas aerotransportadas, que se unirían a  las fuerzas mecanizadas para penetrar aun mas profundamente en territorio enemigo.

  Los japoneses habían invadido Manchuria en 1931 y habían establecido el estado títere nipón de  Manchukuo.Los lideres soviéticos de la época temían que los japoneses decidieran seguir con sus conquistas y pusieran su punto de mira en otro estado títere, en esta ocasion,estado títere soviético, como era Mongolia exterior, o incluso los territorios históricamente rusos del lejano oriente. Así que el ejército ruso del lejano oriente había sido siempre bien aprovisionado y recibía puntualmente las nuevas armas y novedades tácticas antes que el resto de las tropas sovieticas,concentradas en la frontera del oeste con Polonia.

  En 1936, el ejercito del lejano oriente disponia de  20 divisiones de infantería y 3 de caballeria, con un total de unos 900 carros de combate T-26 y BT-5.A mediados de 1938, el ejercito del lejano oriente se dividió en tres partes, y en agosto del  mismo año, los japoneses aprovecharon la dispersion de fuerzas sovieticas e invadieron el territorio que aun mantenían los soviéticos en la zona de Manchuria, en las cercanías del lago Khasan.

  Utilizando las tácticas de  armas combinadas de Tukhachevsky (que había sido ejecutado en mayo de 1937 al encontrársele culpable de “desviación trotskista”, en la sangrienta purga estalinista), las tropas del general Blucher lograron derrotar a los japoneses a costa de un numero muy alto de bajas.

 Soldados nipones probando una ametralladora Maxim un tanto dañada,capturada al ejercito rojo.

  El carnicero Stalin decidió utilizar la excusa del alto número de bajas rusas para convocar a Blucher a Moscu, en donde fue acusado de incompetencia y de espiar para los japoneses. Fue encarcelado, torturado y finalmente murió en la cárcel en circunstancias desconocidas en noviembre de 1938.

  Su sucesor al mando del ejercito soviético del lejano oriente, el general Grigori Shtern, tuvo que encarar una nueva ofensiva japonesa en Manchuria en mayo de 1939, en la zona del rio Khalkin.

  Los siguientes tres meses transcurrieron en una calma tensa, con escaramuzas entre ambos ejercitos, pero con el mayor esfuerzo dedicado a acumular una enorme cantidad de potencial militar. En agosto, el alto estado mayor del Ejercito Rojo decidió pasar a la ofensiva, y puso al mando de las tropas al general Gregory Zhukov, un joven oficial que había ascendido rápidamente por el escalafón soviético gracias a su exitosa y muy violenta represión de una rebelión campesina en Tambov (250.000 muertos, casi todos civiles), y que había logrado sobrevivir a las purgas estalinistas gracias a ser un bolchevique convencido.

 General Shtern a la izq.,general Zukhov a la derecha.

  Zukhov logro reunir una potente fuerza compuesta de 35 batallones de infantería, 20 escuadrones de caballeria, 500 tanques y 500 aviones.Enfrente, los japoneses disponian de  un ejercito numéricamente inferior, con  25 batallones de infantería, 17 escuadrones de caballeria, 200 tanques y 450 aviones.

  Aunque la mayoría de los tanques soviéticos habían sido repartidos entre la infantería, obviando por completo las tácticas del  "traidor trotskista " Tukhachevsky, Zukhov decidió mantener en reserva a dos brigadas de carros de combate.

  El 20 de agosto, Zukhov ordenó un ataque general a lo largo de toda la línea defensiva japonesa, mientras mandaba sus brigadas acorazadas  sobre el flanco izquierdo japonés, rompiendo la línea defensiva. Cuando los japoneses movieron sus refuerzos para intentar taponar la brecha, Zhukov ordenó entonces el uso masivo de la aviación sobre las lineas de comunicación y aprovisionamiento japonés, que se extendían hasta Manchuria oriental.

  A finales de mes,los japoneses, superados en toda la linea, se batían en retirada hasta la frontera de Manchuria,dejando atras mas de 40.000 bajas.

  Fue la constatación más clara que las ideas de Tukhachevsky funcionaban, pero Stalin tenía otra opinión, y la defenestración de las divisiones acorazadas soviéticas continuó, dejando a finales de 1940 solo 38 brigadas acorazadas, mientras el resto de los carros de combate se dividían entre las divisiones de infantería. El concepto mismo de la blitzkrieg,la utilización combinada de varias armas sobre un mismo punto, seguia siendo considerado por los capitostes del comité central del PCUS como un concepto “burgues”,y de nuevo se pasó a dar la máxima importancia en el campo de batalla a la artilleria,como Stalin afirmaba en su discurso del día del Trabajo de 1938 :

  “Quien piense que se puede ganar una guerra solo con aviación o carros de combate está profundamente equivocado. Si miramos hacia atrás en la historia, vemos que el papel fundamental en el campo de batalla ha sido siempre para la artillería “.

  Los soviéticos pagarían un muy alto precio solo tres años después, cuando la Wehrmatch alemana demostró sobre las interminables llanuras rusas que las teorías de Tukhachevsky seguian siendo perfectamente aplicables.

 (Continuara...)