lunes, 2 de octubre de 2017

1536 : El extraordinario viaje de Alvar Núñez “Cabeza de Vaca” (18 ª parte)



Viene de aquí:


  Desde la villa de Corazones, el grupo de  Cabeza de Vaca se dirigió hacia el sur, hasta que la temporada de lluvias obligo a hacer una parada de dos semanas. Tras reanudar la marcha y recorrer mas de 350 kilometros,llegaron hasta la ribera del río Sinaloa, donde encontraron huellas de la presencia de la caballería española: estacas en donde se ataban los caballos.


  Cabeza de Vaca escogió a Estebanico, y acompañado por una docena de nativos marchó a seguir las huellas de los caballos.Caminaron mas de 50 kilómetros en un solo día ,y pasaron la noche en lo que parecia un campamento abandonado poco antes.


  La siguiente mañana, Estebanico divisó a cuatro jinetes en la lejania.Practicamente  corriendo, el grupo  se fue aproximando a los jinetes. Al llegar a corta distancia, Cabeza de Vaca comenzó a dirigirse a los jinetes, en perfecto español. Los jinetes se asombraron: ”los jinetes me miraron durante mucho tiempo, sin ser capaces de expresar palabra alguna o preguntarme cualquier cosa”.


  Tras unos minutos de charla, Cabeza de Vaca accedió a acompañar a los jinetes hasta donde acampaba el resto del grupo del capitán Alcaraz, en las riberas del rio Sinaloa, que estaba enojado por que llevaba dos semanas en la zona sin haber podido capturar a ningún nativo.

  La llegada de Cabeza de Vaca y Estebanico debió se impactante para el grupo del capitan Alcaraz, que al principio no creía que Cabeza de Vaca y los suyos fueran españoles.


  Tras una larga conversacion, Cabeza de Vaca hizo valer su titulo de tesorero real de la expedición a Florida y convenció al capitán Alcaraz para que desistiera de seguir capturando nativos por la zona. Aunque fue muy complicado, ya que atraídos por la noticia de la presencia de Cabeza de Vaca ,centenares de indios habian abandonado sus escondites en las montañas y se habían aproximado a donde acampaban Alcaraz y su hombres.


  Cabeza de Vaca pudo convencer a los nativos que debían dispersarse, pero los esclavistas no querían dejar escapar a tantas posibles víctimas, y enviaron a  Cabeza de Vaca y los suyos a Culiacan, con escolta armada, para tratar de aclarar allí cual era la influencia y la importancia real del que se denominaba tesorero real.


  130 kilómetros de viaje,aprox,llevaron  a los supervivientes de la expedición de Narváez a Culiacan, a través de un terreno desértico casi intransitable, sin caminos y sin apenas agua.


  A la llegada a Culiacan, los cuatro supervivientes fueron presentados al alcalde de  la localidad y capitán del escuadrón de caballería allí acuartelado, Melchor Diaz, que se sorprendio mucho cuando le contaron que eran los supervivientes de la expedición a Florida de Narváez.


“y lloro mucho con nosotros,alabando a dios nuestro señor por habernos mostrado tanta misericordia”

  Los cuatro permanecieron varias semanas en Culiacan,descansando y tratando de persuadir a los nativos que les habían seguido para que volvieran a las llanuras. Más tarde, Cabeza de Vaca se enteraría que los esclavistas del capitan Alcaraz habían vuelto a su zona de “caza” en las riberas del rio Sinaloa, y habían reanudado sus raids para atrapar nativos,capturando con facilidad  a los nativos que Cabeza de Vaca había enviado de vuelta a sus casas, y no a las montañas.


  El 16 de mayo de 1536,los 4 expedicionarios llegaban  a Compostela, la capital de Nueva Galicia, en donde les esperaba el gobernador de la provincia, Nuño de Guzman.Tras años de vida al aire libre y vestidos con algunas pielas,la vuelta a las costumbres europeas fue complicada.


  El propio gobernador regaló a los expedicionarios vestimentas completas,incluidos medias, pañuelos, rosarios, capa, etc, pero los 4 no podían permanecer demasiado tiempo con la ropa debido a los intensos picores que les producian,y se acostumbraron  salir de la hacienda en la que estaban alojados al jardín,para dormir allí al raso.


  Los 4 supervivientes estaban consternados por el sistema esclavista que de Guzmán había establecido en la provincia, y plantearon el tema ante el gobernador, que se disgustó por la intromisión en sus asuntos  y despacho rápidamente a los 4 náufragos  a ciudad de Mejico, a donde llegaron el 23 de julio de 1536.


  Era la víspera de la festividad de Santiago, y el virrey Antonio de Mendoza y el marqués del valle de Oaxaca, Hernan Cortes ,estaban de un excelente humor,esperando la  celebracion de  la tradicional corrida de toros y algunos torneos de justas.

 Hernan Cortes,marques del valle de Oaxaca.


  Los 4 superviviente se iban a convertir en peones de una larvada pero feroz lucha entre el virrey y el marques, rivales en la exploración y explotación de nuevas tierras. Lo que sabían  los 4 náufragos de las tierras por las que habían transitado tenía un valor incalculable: su geografía,orografia, si las tribus que las habitaban eran hostiles o amigables, la posibilidad de aprovisionarse con facilidad, etc


  El virrey Mendoza hizo todo lo que pudo para atraerlos a su causa: los alojó en su palacio y los acogió como invitados de honor, con todos los lujos a su alcance. En la comodidad de su hogar, Mendoza pudo interrogar tranquilamente a sus huéspedes, e incluso les convenció para que dibujaran un mapa de todas las tierras que habían visitado.

 Antonio de Mendoza,virrey de Nueva España.


  A medida que la población conocía mas detalles de la expedicion de Cabeza de Vaca y los suyos, una nueva fiebre por la exploración surgió entre los más audaces, ávidos por explorar las regiones de las que hablaban los naufragos, que inconscientemente habían abierto una nueva oleada de conquistas. Las cosas que Cabeza de Vaca y los suyos habían visto, y aun mas, las cosas de las que habían oído hablar a los nativos, excitaban la curiosidad de los intrépidos aventureros a quienes se las contaba.


  Los 4 supervivientes pasaron un par de meses en ciudad de Mejico.De los 4, Cabeza de Vaca era quien tenia más claro su futuro. Deseaba volver a España para presentar su informe de la expedición al emperador, ya que esa era su obligación como tesorero real.

 Pero desde la desaparición  de Narvaez, Cabeza de Vaca tenía en mente solicitar el adelantamiento que había quedado vacante.


  Su plan estaba bien fundamentado,habia sido leal y cumplidor con la corona española, y su historia y los padecimientos sufridos pondrían de su lado  a gran parte de la corte imperial.Pero, mas importante aun, Cabeza de Vaca estaba seguro que su tremenda influencia sobre los nativos ayudaría a que los miembros de la administración del imperio pensaran que otro tipo de  conquista, mas “humana y pacifista” era posible.

 En lugar  de esclavizar indígenas e incendiar poblaciones, como hacia Nuño de Guzman, Cabeza de Vaca encabezaría el plan para una asociación con los nativos. Parecía una proposición impracticable, pero si había alguien capaz de llevarla a cabo, ese era Cabeza de Vaca,uno de los “hijos del sol “, un chaman y curandero apreciado por todas las tribus del suroeste de lo que hoy es EEUU.


  Pero comenzaron a llegar noticas poco edificantes desde el Peru.En 1532 Francisco Pizarro había encontrado a la civilización inca,habia capturado al rey Atahualpa y conseguido una habitación llena de plata hasta el techo por su liberación. Pero la situación de los españoles en el Perú había empeorado desde entonces.

  Durante el verano de 1536, Pizarro había solicitado refuerzos desde Guatemala y Nueva España.Hombres de negocios españoles y los mas destacados miembos de la administración imperial  de ciudad de México discutían si intervenir en el Peru, preguntándose e inquiriendo a los viajeros si había abundancia de plata en Perú,si merecia la pena invertir mas recursos alli.

 Pizarro seria asesinado en el año 1541 por seguidores de Diego de Almagro.

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