jueves, 1 de diciembre de 2011

El guerrero ibero.


La costumbre entre los pueblos de iberia era practicar la guerra de guerrillas, que era perfectamente lícita y honorable entre las tribus. Era habitual que cuando los jóvenes de cualquier tribu alcanzaban la madurez, se unieran en bandas para robar y saquear.

Estas bandas no solían atacar a los miembros de otra tribu, pero los romanos siempre se refirieron a estas bandas como bandidos y ladrones, sin atribuirles ninguna capacidad militar.

Según Estrabon, los iberos eran incapaces de formar grandes coaliciones de tribus, estaban siempre ocupados en interminables guerras entre tribus. Que podían mantener la cohesión del ejército cuando vencían, pero en caso de derrota, los iberos se dispersaban rápidamente, causando entre los romanos la sensación de que combatían con un enemigo intangible.

Las tácticas de los guerreros iberos eran muy diferentes de los métodos “hoplitas” que usaban los legionarios romanos.

Los iberos utilizaban una táctica a la que los romanos llamaban concursare, que según los romanos no necesitaba de ningún tipo de coordinación ni táctica, que los iberos combatían sin ninguna táctica.

Concursare consistía en un ataque en masa, en aparente desorden.En un momento dado, antes de quedar bajo el alcance de los proyectiles romanos, se daba una señal y el ejercito ibero se detenía y comenzaba a retirarse, dando la impresión de que abandonaban el campo de batalla.

Esta secuencia ataque-retirada se repetía una y otra vez, durante todo el dia, durante varios días. Cada aparente retirada de los iberos era seguida por un intento de persecución de los legionarios romanos, mientras trataban de mantener la formación. A menudo sucedía que los romanos perdían los nervios y la disciplna, rompían la formación y se lanzaban desordenadamente en persecución de los iberos.

Entonces sonaba otra señal, los iberos se reagrupaban rápidamente y montaban un contraataque, cargando a toda velocidad sobre los legionarios, que perdida la formación y aunque estaban mejor equipados que los iberos, eran menos agiles en el combate cuerpo a cuerpo.

El guerrero ibero era básicamente un guerrero de leva, campesinos, ganaderos, comerciantes, que solo se dedicaban a la guerra en caso de necesidad.la guerra no era su actividad principal.

Pero las armas que utilizaban eran su bien mas preciado, cuando morían eran enterrados junto a ellas. Y en muchas ocasiones las negociaciones con los romanos se rompían debido a que los romanos querían confiscarles las armas.

Era común para los guerreros iberos llevar un pequeño recipiente conteniendo venenos de acción rápida extraídos de la planta ranunculus sardonia, para suicidarse en caso de ser cogidos prisioneros.

Este veneno tenia la particularidad que, al ser ingerido, contraía los músculos de la cara, provocando una mueca que imitaba la risa. Esto aterrorizaba a los soldados romanos, que pensaban que el guerrero muerto les seguía desafiando con su risa sardónica desde el mas allá.

Los iberos tenían dos tipos diferentes de infantería: infantería pesada o scutati, e infantería ligera o caetrati, nombres referidos al tipo de escudo que utilizaban.
 Infanteria ibera,en primer plano un caetrati,detras,scutati.

La infantería scutati utilizaba el clásico escudo largo o  scutum,de origen celta.La infantería caetrati utilizaba el caetra un escudo redondo formado por tres capas de madera  o cuero prensado, de poco tamaño y poco pesado, que facilitaba su empleo por la caballeria,que aun no disponía de estribos.

 Caetra ibero.

Las espadas utilizadas por los hispanos eran de dos tipos: curvadas o falcatas, y rectas o gladius.Los pueblos celtiberos utilizaban el gladius, y los pueblos iberos usaban la falcata.
 Falcata
Gladius ibero 

Los hispanos eran expertos en la metalurgia, y sus espadas eran superiores a las romanas, así que los romanos, que eran gente muy pragmática, no tuvieron ningún inconveniente en adoptar el gladius hispaniensis para los legionarios. Aunque nunca pudieron superar la calidad del hierro hispano.

Utilizaban también dos tipos de lanza: una ligera, llamada  falárica, que constaba de tres partes: la punta, de hierro, un asta de madera  y una contera de metal, para poder clavarla en el suelo cuando era necesario. Se solía cubrir la punta con estopa y alguna sustancia combustible, se le aplicaba fuego y se lanzaba principalmente sobre maquinas de asedio enemigas, aunque también se usaba para causar el pánico entre la infantería rival. Este tipo de lanza era utilizada por la infantería ligera, como jabalina.

 Falarica

Otro tipo de lanza era el soliferrum, construida íntegramente de hierro, capaz de atravesar cualquier escudo, con una longitud cercana a dos metros, que era usada principalmente por la infantería pesada, al modo hoplita.

Como protección corporal, los guerreros iberos iban protegidos básicamente igual que los demás pueblos mediterráneos de la época. Cascos de varios tipos, desde simples cascos semiesféricos hechos de cuero o bronce, hasta complejos con guardacuellos y cimera de forma zoomórfica.

Corazas también de distintos tipos, como las confeccionadas al estilo itálico, con escamas de metal superpuestas, o bandas elaboradas con fibras vegetales rigidas, o las corazas realizadas con discos metalicos, dos grandes placas circulares de 20 cm de diámetro, sujetos con cadenas de forma que un disco protegía el pecho y otro disco protegía la espalda.


Las corazas se colocaban encima del sagum, una prenda similar a un capote, confeccionada de la gruesa, y que era ideal con clima frio.
El caballo tenía una gran importancia en la cultura ibérica. El caballo era una divinidad, había numerosos santuarios dedicados al caballo, así como esculturas.
Los iberos usaban la caballería profusamente, no solo en Hispania, sino cuando sirvieron como mercenarios para otros. No era utilizada como caballería ligera o para perseguir al enemigo en fuga, era capaz de enfrentarse cara a cara y superar a las mejores caballerías de la época, como la caballería númida. Su armamento se diferenciaba muy poco de la infantería, un escudo pequeño circular y una espada, falcata o gladius.

Uno de los guerreros más famosos y más temidos de la época eran los honderos baleares, que con sus proyectiles eran capaces de romper cascos y corazas del enemigo.
Comenzaban su entrenamiento desde muy jóvenes, su primer juguete era una honda. Se les ponía un trozo de carne encima de una estaca, y hasta que no la derribaban con la honda., no podían comer.
Cada hondero disponía de tres hondas, de diferentes tamaños y longitud, para lanzar proyectiles a corta, media o larga distancia.la honda estaba fabricada con tendones de animales. Completaban su armamento con una falcata y un pequeño escudo.

3 comentarios:

  1. He estado hace poco visitando el yacimiento de Numancia y al leer este artículo he recordado todo lo que allí pude ver: los distintos modos de vida de celtíberos y romanos, sus diferentes ejércitos y sus tácticas militares. Me pareció un hecho histórico muy interesante y que, como muchos otros, carece de todo tipo de conmemoración que no sea de ámbito estrictamente local. Si los arévacos hubieran sido americanos seguro que se habrían rodado cientos de películas épicas con sus hazañas.

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  2. Si necesita imagenes de falcatas, cladias y caetra, por favor visite a www.thelittlebeastofmiddlevillage.blogspot.com Ahi las vera' sobre la repisa de una chimenea. Me gusto' mucho vuestra informacion. Gracias!

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  3. Casi se me olvida. He estado buzcando el nombre que los celtiberos, y/o iberos le daban al casco de bronce que se usaba en la epoca. No lo he podido encontrar todavia. Si alguien sabe, por favor deje(n) un comentario en el sitio que mencione' anteriormente. Gracias de antemano!

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