lunes, 10 de septiembre de 2018

Proyecto Azorian: ( 8 ª parte); USS Halibut ( II )



 Viene de aquí:


  El mismo día que el USS Halibut regresaba a Pearl Harbor tras su poco exitoso primer viaje, se  celebraba en el observatorio naval de Washington una reunión entre miembros de SOSUS y AFTAC, una reunión que más tarde se revelaría como crucial para resolver el misterio de la desaparicion del K-129.


  Un exhaustivo análisis de los datos obtenidos por los hidrófonos del día 11 de marzo mostró que el K-129 no había sufrido una implosion cuando había superado su límite de profundidad. La mayoría de los técnicos asistentes a la reunión estuvieron de acuerdo en que el K-129 se habia hundido con sus escotillas abiertas. El agua habría inundado el submarino rápidamente, consiguiendo igualar la presión del interior del submarino con la exterior, evitando así la  implosión.


  En teoria, eso significaba que el casco del submarino podría estar casi intacto. John Piña Craven, el científico al mando del proyecto (Grupo de Desarrollo Submarino ), decidió probar esa teoría. Requisó un antiguo submarino  de la segunda guerra mundial y lo hizo hundir en mar abierto, en una zona con hidrófonos a la escucha, con las escotillas abiertas.



 John Piña Craven.


  El viejo submarino se hundió sin implosionar, lo que avalaba la teoría de Craven.El K-129 yacía sobre el fondo marino,practicamente de una pieza. Solo había que encontrarlo.


  El 15 de julio de 1968, cuatro meses después de la desaparición del K-129, el USS Halibut se hacía de nuevo a  la mar.Tras superar la bahía de Oahu, el USS Halibut se sumergió, dando inicio a una travesía de al menos  dos meses que involucraría una de las más ambiciosas y secretas operaciones de inteligencia de la guerra fría.


  El USS Halibut había zarpado con su tripulación al completo: 15 oficiales y 123 marineros, acompañados esta vez  por 6 “técnicos especialistas” de diferentes organizaciones de inteligencia del gobierno USA.


  Ninguno de los marineros sabia  cuál era el objetivo de la misión, adonde iban o que iban a  hacer.Solo el capitán Edward Moore y un par de oficiales sabia cual era la misión real del USS Halibut,y para referirse a ella en presencia de marineros u otros oficiales,lo denominaban “proyecto especial”.


  Tras una semana de singladura, el USS Halibut superaba la Línea Internacional de Demarcación Horaria (meridiano 180).La tripulación seguía sin ser informada de su misión, pero sabían que habían navegado hacia el noroeste, y que tras una semana de navegación sin duda se encontraban en una zona habitualmente plagada de submarinos soviéticos en mision de patrulla.


  La sospecha de la marinería quedo confirmada por completo cuando el capitán Moore dio una orden muy específica: 


No cavitar bajo ninguna circunstancia.


  Cuando las hélices de un submarino giran muy rápidamente en el agua, se producen áreas de baja presión en las cercanías de la helice, que crean burbujas.Las burbujas son atraidas por la succion de la helice,y cuando chocan contra las hélices en movimiento producen un fuerte sonido,similar al de la gravilla golpeando una placa metalica, un sonido que bajo el mar puede ser escuchado desde muchas leguas a la redonda con la tecnología adecuada.

 "Cavitando"


  Cuando un capitan ordena a su jefe de mecánicos “no cavitar” solo quiere decir una cosa: que el capitán sabe o sospecha que hay o puede haber algún enemigo en las cercanías.


  Además de no cavitar, la tripulación fue advertida para mantener el mayor silencio posible. Hasta nuevo aviso, el silencio seria la norma, lo que significaba que la tripulación podía hablar normalmente y llevar a cabo sus tareas, pero había que evitar a toda costa ruidos fuertes que pudieran ser audibles desde el exterior del submarino; herramientas de hierro cayendo al suelo, puertas metálicas que se cierran bruscamente, utensilios de cocina que golpean entre si, etc.

 Marinero del USS Halibut preparandose para expulsar una bolsa de basura por el GDU (Garbage Disposal Unit ).El sistema de expulsion de "fluidos corporales" era muy similar.


  Una vez que los 6 "técnicos especialistas" instalados en la Cueva de Murciélagos se aseguraron de estar en el lugar correcto, comenzaron a trabajar. Primero se lanzo una red de seguridad, para evitar la pérdida de cualquier aparato.Despues se lanzaron transpondedores acústicos por los tubos lanzatorpedos a intervalos específicos.


  Cuando cada uno de los transpondedores llegaba al fondo marino, un sistema de guía inercial extremadamente exacto indicaba su posicion, que era apuntada en un grafico detallado.


  Durante 36 horas,el USS Halibut lanzo por sus tubos lanzatorpedos un sinnúmero de transpondedores,que formaban una cuadricula de casi 7 kilómetros de largo por 4 de ancho,aproximadamente.Asi,se consiguió crear un mapa  “sónico” del fondo marino,para cuando la capsula teledirigida fuera enviada y sus cámaras pasaran por un punto determinado pudiera detectar un transpondedor determinado ,con su  exacta localización con un error de  apenas 50 metros, una precisión extraordinaria en esas circunstancias con el fondo marino a mas de 4.000 metros de profundidad.

  Los técnicos prepararan y lanzaron la capsula teledirigida, un proceso largo y tedioso. Llevó muchas horas y se tuvo un cuidado extremo, ya que no se querían repetir los errores del anterior intento.

 Poniendo la capsula sobre el mar.


  La capsula, de casi dos toneladas de peso, descendió casi 4.500 metros, quedando suspendida a apenas unas decenas de metros del fondo oceánico, lo suficientemente cerca del fondo para tomar buenas imágenes de lo que el fondo marino pudiera albergar, pero lo suficientemente alejado de ese mismo fondo para que no colisionara con montañas submarinas, fuentes hidrotermales o flujos de lava solidificada.


  Cuando la capsula estuvo en el lugar elegido por los técnicos especialistas, comenzó el trabajo.


  Durante semanas, el capitán Moore dirigió el USS Halbut metódicamente, deslizándose metódica y lentamente sobre toda el área objetivo,manteniendo una profundidad constante para no poner en peligro la capsula y variando los patrones de búsqueda para no dejar ninguna zona sin verificar, sobre todo cuando el submarino debía virar y cambiar el curso.


  La meticulosa cooperación y excelente entendimiento entre la oficialidad, los encargados del reactor del submarino, el operador de control de lastre, el timonel,etc, facilito mucho las cosas, mientras en la Cueva de Murciélagos los técnicos especialistas no levantaban la vista del sonar en busca de objetos de gran tamaño que llevaran a una inspección mas detallada con las cámaras de la capsula teledirigida.

 Parte inferior de la capsula teledirigida.Observese las lamparas de luces estroboscopicas en ambos extremos.


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