Una de las historias mas espectaculares
pero menos conocidas del periodo que comprende la 1ª guerra mundial y la revolución rusa es
el épico viaje de la Legión Checa y sus combates en Siberia y el lago Baikal,
hace hoy casi 100 años.
Perdida entre los centenares de
historias de un tiempo convulso, el episodio de la Legión checa comienza con
los horrores del fin de la primera guerra y el comienzo de la revolución rusa y
la consiguiente guerra civil, que dio comienzo a la Unión Soviética.
La legión checa tuvo su origen en
los millares de civiles del imperio austrohúngaro que fueron reclutados a principios
de la guerra mundial y enviados al frente del este ;
tenderos, dentistas, agricultores, oficinistas, profesores, obreros de la construcción
y la industria,etc, mas de dos millones de estos soldados fueron tomados prisioneros
por las tropas zaristas y enviados a Siberia , a los mas de 300 campos de prisioneros
que las autoridades zaristas habían construido
para albergar mínimamente a tal cantidad de hombres.
Mientras la Rusia de los zares
colapsaba y la revolucion surgia en cuarteles y fabricas de toda Rusia, un
anciano profesor de Praga exiliado en varias capitales europeas, Tomas Masaryk (mas tarde, primer presidente
de la nueva nación Checoslovaquia) viajaba
a Rusia con una misión:
Enojado por las noticias que corrían
por Europa que indicaban que ,una vez derrocado el antiguo régimen zarista el
nuevo gobierno ruso iba a firmar el armisticio con Alemania, la intención del
profesor Masaryk era reclutar a miles de
checos y eslovacos,formar una unidad militar, y ponerla a disposicion de los aliados, en concreto, para forma parte
del ejército francés.
Las implicaciones de un presunto armisticio
entre Alemania y la nueva URSS estaban claras: el cese de los combates en el
este permitirían al ejército alemán trasladar sus enormes reservas del este
al frente occidental. Y una posible victoria alemana en la guerra terminaría
con las ansias de independencia de los pueblos eslavos subyugados por el imperio
austrohúngaro, aliado de Alemania en el conflicto.
Para Masaryk era por tanto
imprescindible que la guerra continuara en el frente del este. Y su plan para conseguirlo era
sumamente audaz; con los hombres que hubiera reclutado,marcharia desde Siberia hasta
Vladivostok, en la costa del Pacifico, donde abordaría los barcos necesarios.
Desde allí, cruzar medio mundo hasta Francia, y volver a la lucha, esta vez en el frente
occidental contra Alemania y el imperio austrohungaro, todo para conseguir el apoyo de
los aliados y lograr la independencia de checos y eslovacos.
Pero desertar del ejercito austrohúngaro
tenía un precio: era traición, y todos sabían las consecuencias si caían en manos del ejercito alemán. Sin líderes militares, con muy pocos suministros y
escasas posibilidades de conseguirlos, muy pocas armas, parece sorprendente que
entre 50.000 y 60.000 checos y eslovacos decidieran unirse al sueño del
profesor Masaryk.
Con la desaprobacion de los lideres del patido comunista ruso,
Vladimir Illich Lenin y Yosef Stalin, los hombres de la legión checoeslovaca
comenzaron su largo viaje a través de Siberia.
Todo comenzó el 14 de marzo de
1918, con un incidente entre dos hombres en la lejanísima estación ferroviaria
siberiana en Chelyabinsk, a más de 1500 kilómetros al este de Moscú.
Un soldado austrohúngaro aun leal
a su patria, enfadado por los insultos que recibía por parte de los checos y eslovacos,
agarró una barra de metal y golpeo repetidamente a uno de los checos,hasta matarlo.
El soldado austrohúngaro fue rápidamente
atrapado por los camaradas del asesinado, que a su vez lo asesinaron en
venganza.
Arrestados por las autoridades comunistas
de Chelyabinsk, los asesinos fueron encerrados en la prisión local. Los acontecimientos
se precipitaron, Los checo-eslovacos asaltaron la prisión para liberar a sus camaradas,
causando media docena de muertos entre la agrupación comunista local, que
custodiaba la prision.
A continuación,los legionarios se dispusieron a continuar
su viaje en dirección a Vladivostok.
Enterado de lo ocurrido, León Trotsky,
el comandante en jefe del ejercito rojo, telegrafió a todas las estaciones de todas las poblaciones por las que pasaba
el ferrocarril Transiberiano, ordenando a sus soldados que arrestaran a
cualquier legionario que divisaran,
autorizando al uso de la fuerza contra quien se resistiera al arresto.
Diseminados a lo largo de más de 4.000 kilometros del ferrocarril transiberiano,
los legionarios estaban divididos en cuatro grupos principales, que desde el
oeste al este eran:
- 8000 legionarios se encontraban
en las estribaciones de los Urales por su vertiente occidental, cerca de la ciudad
de Penza.
- 9000 legionarios en las cercanías
de Chelyabinsk
- 18.000 al este de la localidad
de Omsk, y
- 15.000 en las proximidades del puerto
de Vladivostok.
Mientras, entre Irkutsk y Vladivostok,
miles de soldaos del ejército rojo se aprestaban a cumplir las ordenes de Trotsky y detener a los legionarios por cualquier medio.
La prioridad de los oficiales
de la legión era unir a todos los grupos en un solo contingente, sobre todo a
los que se encontraban alrededor de Penza, los que se encontraban más lejos de Vladivostok
y por tanto, los más vulnerables.
En Chelyabink, los legionarios liquidaron
a la agrupación comunista local, tomaron
la estación del transiberiano, “requisaron” docenas de trenes y los enviaron hacia
este y oeste a toda máquina para recoger y rescatar a sus camaradas y de paso
derrotar a todos los grupos del ejercito rojo que encontrasen en su camino.
Pobremente armados, los legionarios
asaltaban de frente cualquier reducto del ejercito rojo usando granadas de mano (de
las que tenían en abundancia) y pistolas. Poco a poco, fueron consiguiendo
ametralladoras, artileria, rifles y trenes blindados completos, que rápidamente utilizaban
contra el enemigo.
Día tras dia,semana tras semana,
una ciudad siberiana tras otra caía en manos de los legionarios: Novosibirsk cayó
el 26 de mayo, Syzran el 29 de mayo,Tomsk el 4 de junio, Omsk el 7,Samara el 8
de junio,Krasnoyarsk el 20 de junio, Vladivostok el 29,Ufa el 4 de julio e Irkutsk
el 11 de julio.
Habiendo tomado el control de Irkutsk y Vladivostok, dos importantes bastiones
bolcheviques, 10.000 legionarios permanecían aun aislados al oeste del lago Baikal, en las cercanías
de la localidad de Kabarovsk.
Obligados por el rápido avance de la
legion,las tropas soviéticas habían abandonado Irkutsk apresuradamente,
llevándose con ellos un tren cargado hasta los topes con explosivos, con los
que planeaban volar los 39 túneles por los que transcurría la vía del ferrocarril
transiberiano, dejando así aislados a
los legionarios situados al oeste del lago Baikal.
Vaya historia! Definitivamente soy un lector empedernidl pero no habia oido esta historia.
ResponderEliminarHabia leido la historia pero no con tantos detalles, por otra parte me encanta el blog, lo sigo siempre, saludos desde Argentina
ResponderEliminar