“Llegamos, observamos, y gracias
a dios, triunfamos “
Estas fueron las palabras que Jan
Sobieski escribió al papa Inocencio XI, recordando la famosa frase de Julio Cesar tras la conquista del Ponto, 17 siglos atrás.
La oportunidad que se abría ante
los cristianos de terminar con la amenaza otomana era, por primera vez desde
hace muchos siglos, muy real.
Durante centurias, los reinos
cristianos se habían limitado a tratar de contener a los turcos, reconquistando
pequeñas áreas que tenían básicamente un significado religioso, como Palestina.
Pero tras la victoria en Viena,
comenzaba a ser posible no limitarse a detener la amenaza turco, sino
eliminarla por completo.
Pero las disensiones entre los
diferentes reinos cristianos comenzaron casi inmediatamente a la liberación de Viena.
Mientras unos eran partidarios de
dirigir el ejército cristiano a la reconquista de Hungria, como Carlos de Lorena y Sobieski, otros eran partidarios de volver a casa, como las diferentes tropas
alemanas.
El mismo 15 de septiembre, Juan Jorge
III de Sajonia y sus tropas abandonaron Viena.
También lo hicieron las tropas
de Waldeck, habían recibido noticias que las tropas del rey francés Luis XIV se
dirigían al Rhin y amenazaban sus territorios.
Otras noticias llegadas desde las
ciudades de Györ y Komarom indicaban que el ejército otomano se retiraba en desbandada.
Era una oportunidad demasiado buena para desaprovecharla ,y el 17 de septiembre,
las tropas de Sobieski y Carlos de Lorena comenzaron la marcha por la orilla
derecha del Danubio.
Toda la zona había sido saqueada
a conciencia por los otomanos, y Sobieski y Carlos de Lorena sabían que su
primera tarea seria encontrar provisiones.Necesitaban encontrar una zona donde
los turcos no hubieran estado. Decidieron dirigirse a Pressburg, en la carretera
a Parkany,donde se estaban reuniendo los otomanos.
La desintegración del ejército
turco continuaba, con enfrentamientos entre los que querían intentar detener al
ejercito cristiano y los que optaban por continuar huyendo hacia Belgrado.
Kara Mustafá intento parar estas luchas
interinas,decapitando a varios de los comandantes rebeldes. Trataba de reorganizar
sus tropas y dirigirse a la ciudad de Buda.Pero Sobieski llego antes.
El 6 de octubre, Sobieski y su caballería
llegaron a las afueras de Parkany, y sin esperar a la infantería y la
artilleria, se lanzaron sobre los turcos.
Los turcos habían aprendido la
leccion de Viena, y aprovechando lo
escabroso del terreno se defendieron con
eficacia. El propio Sobieski y sus oficiales estuvieron a punto de caer en manos turcas, y se vieron obligados a retirarse desordenadamente una decena de kilómetros,
hasta donde se encontraba la infantería y la artillería. Los polacos perdieron más
de 1.000 hombres.
Al día siguiente, llegó la
infantería cristiana, al mando de Von Starhemberg.Esta vez, los números
favorecían a la coalición cristiana, que contaba con alrededor de 17.000 del ejército
imperial y 10.000 polacos, contra unos 9.000 otomanos, al mando de Kara Mehmet Pasá.
Cuando Kara Mustafá recibió la
petición de refuerzos por parte de Kara Mehmet, vio una oportunidad para
remediar los errores que había cometido en Viena.Envio a Parkany a la mayoría
de su reserva, 8.000 jinetes de su caballería de elite, además de los tártaros
y los húngaros rebeldes de Imre Thokoly.
Los refuerzos turcos llegaron la
noche del día 8, y a la mañana siguiente, el ejercito de Kara Mehmet Pasá se
dispuso a la batalla.El ala izquierda turca se coloco justo por delante de la ciudad
de Parkany, mientras el ala derecha, ocupado por los húngaros rebeldes, se instalaba
sobre un bosque al lado del rio Hron.Aparte de 1200 jenízaros situados en las
afueras de Parkany, el resto de tropas turcas eran caballeria.Y la única ruta
de escape que tenían era un puente de pontones sobre el Danubio.
Las tropas cristianas se
colocaron con la infantería de Von Starhemberg en el centro (7.500 infantes), y
la caballería imperial dividida en ambos flancos (4.500) jinetes en cada flanco.
Los placos se colocaron todos en
el flanco izquierdo,apoyados en la orilla sur del rio Hron.
Creyendo que la mejor defensa es
el ataque, y sin tener en cuenta su inferioridad numerica, los otomanos salieron
de sus posiciones y se lanzaron a ataque.
Como los turcos habían derrotado
a los polacos un par de días antes, hacia ellos dirigieron su caballería de elite.
La infantería polaca, protegida por caballos de frisia y artillería, pronto
repelió la carga, con la ayuda de húsares y coraceros imperiales.
A continuacion, el centro turco,
osciló hacia la derecha, y se dirigió también hacia los polacos, dejando
expuesto su flanco izquierdo.
Ese fue el principio del fin para
los otomanos. Carlos de Lorena se dio cuenta de la situación, y la
caballeria austro-polaca cargo sobre el flanco desguarnecido.
La carnicería fue tremenda, solo
los jenízaros que defendían Parkany opusieron algo de resistencia. El resto
huyo a la desbandada, mientras la caballería cristiana les empujaba hacia la
ribera del rio Hron, donde se ahogaron cientos
.Parte de los otomanos intentaron huir por el puente de pontones, mientras era
bombardeada por la artillería cristiana a corta distancia.
El puente termino por hundirse
debido al peso, lanzando cientos de otomanos a las aguas del Danubio. Muchos
murieron ahogados, otros murieron por los disparos a quemarropa de los
mosqueteros situados en la orilla.
Se estima que murieron más de
9.000 otomanos y fueron apresados otros 2.000.Solo 1.000 otomanos lograron
llegar a la otra orilla antes de que se hundiera el puente.
Rápidamente, el ejército cristiano
aprovecho la situación y se dirigió rio abajo hacia Esztergom, otra plaza
fuerte otomana.
Asedio a Esztergom.
El 22 de octubre comenzaba el asedio,
pero la guarnición otomana se rindió rápidamente.Kara Mustafá había abandonado
Buda y se dirigía a Belgrado, para tratar de explicar al sultán Mehmet IV lo que
había sucedido.
Pero el sultán no quería oír sus explicaciones,
y encargo al comandante de los jenízaros que le estrangulara con un cordel de seda,
pena que se aplicaba a personajes de alto rango en la corte turca.
Era el 25 de diciembre de 1683,
dia de navidad.
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