Viene de aquí:
Desde sus trincheras, los soldados
británicos observaban como la nube amarillenta de gas ascendía hasta unos 20
metros de altura sobre tierra de nadie, desplazándose muy lentamente.Algunos de
los soldados optaron por quitarse la mascara de gas, que restringía su visión y
no se adaptaba apropiadamente.
En algunos sectores del frente, fuertes
rachas de viento llevaron el gas de vuelta a las trincheras británicas, causando
más bajas entre los aliados que en sus enemigos germanos.
Posiciones de partida de las tropas britanicas al amanecer del dia 25 de septiembre.
A las 6 y cuarto de la mañana ,la artilleria aliada comenzó a lanzar proyectiles de humo, y la infantería
se lanzo al ataque.Formando el flanco izquierdo del cuerpo expedicionario hindu,
la primera oleada de gurkas del 2/8 salió de sus trincheras y avanzó por tierra
de nadie.
Sin apenas inmutarse tras el bombardeo
preliminar de la artilleria aliada, los
alemanes salieron de sus bunkers y ocuparon posiciones en las trincheras,
usando sus ametralladoras y artilleria con mucha efectividad.
Pero, a pesar de la resistencia alemana, los gurkas lograron
romper no solo la primera línea de trincheras, sino que llegaron hasta la
tercera, su objetivo inicial.
Durante las siguientes dos horas,
el batallón continuo enviando oleada tras oleada para apoyar a los gurkas, con
un gran numero de bajas.
Los gurkas se dieron cuenta que el
2º regimiento de infantería de Leicester,
que debía proteger su flanco derecho, no había podido superar la primera línea
de trincheras germanas.
A las 8 y media de la mañana, el
capitán Buckland, de la compañía C ,se encontró que solo le quedaban 150 hombres
y dos ametralaldoras Lewis aguantando una posicion mas allá de la tercera línea de
defensa enemiga, mientras las patrullas alemanas se dedicaban a comprobar la solidez de la posición defensiva de los gurkas.
Cuando desde el cuartel general de
la brigada hindú se requirió al oficial de mayor rango del 2/8 gurka para que
volviera a las trincheras britanicas e informara del progreso del ataque, Buckland descubrió que el mismo era el único oficial superviviente del batallon.Con
solo 100 hombres capaces de combatir, Buckland marchó a retaguardia a informar aprovechando
para solicitar refuerzos para salvar la precaria situación en la que se encontraban
sus hombres.
El alto mando de la brigada hindú
ordenó a un batallón de reserva marchar hacia la posición de los gurkas, pero
las ordenes tardaron en llegar.
Mientras tanto, los alemanes habían
descubierto la brecha que había entre los gurkas, ya que los infantes del 2º regimiento
de infantería de Leicester seguían sin aparecer para cubrir el flanco derecho
gurka.Los alemanes colocaron gran numero de ametralladoras enfilando la posición
británica, y grupos de stosstruppen ( grupos de asalto, un concepto recién nacido
en mayo de 1915,formado cada uno de ellos por 2 compañías de pioneros, (ingenieros de combate), una batería de cañones Krupp de 37 mm,un pelotón de 6 ametralladoras ,una bateria de 4 morteros de trinchera y un pelotón con 6 lanzallamas ) cargados
de granadas comenzaban a usarlas contra la posición que ocupaban los gurkas.
Cartel de la pelicula "Stosstrupp 1917".
El sargento gurka Subedar
Sarabjit lideró un destacamento para tapar
el hueco a la derecha y así evitar la infiltración de los grupos de asalto
alemanes, pero las ametralladoras alemanas los localizaron y terminaron con la vida de
todos ellos.
Al atardecer, cuando los gurkas
aun seguían resistiendo, el alto mando británico reconoció finamente la futilidad de continuar
intentando avanzar.A las 18:00 de la noche ordenaron el repliegue de lo que
quedaba del 2/8 batallón, que debia ocupar de nuevo las posiciones de partida.Al caer la noche, el batallón de gurkas, que había llegado al sector de Loos con
800 hombres, volvía a sus posiciones de partida con un solo oficial y 49 soldados,
todos ellos heridos de distinta
gravedad.
Que las fuerzas británicas
hubieran sido capaces de superar las defensas alemanas en algunos sectores y
llegar hasta Loos no había sido consecuencia de su mayor potencial artillero,
sino al gran numero de infantes lanzados contra las trincheras enemigas.
Pero finalmente la falta de suministros,
la debilidad de sus lineas de comunicaciones y aprovisionamiento y la llegada tardía
de refuerzos hicieron imposible que los aliados pudieran explotar el éxito
conseguido por los gurkas.
Según el general Richard Hilton,
todo lo que hubieran necesitado los británicos para romper definitivamente las
líneas alemanas era “mas proyectiles de artillería para destruir los nidos de ametralladoras
y mas infantería de refuerzo. Pero ni proyectiles de artilleria ni infantes
fueron enviados en el momento necesario, y la
oportunidad se perdió.”
De hecho, los comandantes alemanes
habían temido durante la batalla que los británicos romperían la línea y
lograrían un avance decisivo. El 6ª ejército alemán tenía muy pocas reservas
para taponar las brechas que se iban produciendo durante el transcurso de la
batalla, y se temía que la primera línea defensiva colapsaría en cuanto los británicos
lograran ampliar una brecha lo suficientemente grande
para poder adelantar su artilleria, lo que permitiría bombardear con
eficacia las siguiente lineas defensivas alemanas.
Pero una pausa en la lucha había permitido a la 117ª division de infanteria alemana retirarse hacia su retaguardia
y reagruparse, y cuando los gurkas se retiraron dejando abandonado el saliente
que habían ocupado, los alemanes volvieron y fortificaron sus posiciones
defensivas.
Durante los dos días siguientes los
británicos intentaron nuevos asaltos, pero los alemanes rechazaron cada intento.
El 28 de septiembre el ejercito britanico ya no pudo atacar en los sectores mas débiles de la línea alemana, y los
comandantes ordenaron a sus unidades volver
a sus posiciones de partida. La batalla continuó hasta el 8 de octubre con
intensos intercambios artilleros y pequeños ataques de infantería localizados,
pero la batalla de Loos había terminado.
Mas de 100.000 soldados británicos
habían tomado parte en el ataque inicial sobre Loos del 25 de septiembre. Tras
13 días de combates, 16.000 de ellos habían muerto y 45.000 habían sido heridos
de distinta consideración. Los alemanes, cuyo fuego cruzado de ametralladoras y
sus barreras de fuego artillero funcionaron extraordinariamente bien, llamaron al area donde se había producido Der Liechenfeld Von Loos, el cementerio de Loos.
Al final, el choque
fue una victoria alemana, ya que sus lineas se mantuvieron y los atacantes
tuvieron que abandonar el campo de batalla.
La mala
planificación, el peor liderazgo y una pobre ejecución de los planes llevo a los comandantes británicos a
no tener en cuenta los informes de inteligencia sobre las defensas alemanas.
Además, la ofensiva se ejecutó sin disponer del elemento sorpresa, y la falta
de munición para la artilleria y las escasas y malas líneas de comunicación
influyeron definitivamente en el caos de las diferentes unidades que trataban
de asaltar la linea alemana.
A pesar del valor de
sus soldados, muchos hombre murieron al principio de la batalla debido a la
ineptitud de los comandantes británicos, que en algunos casos no se tomaron la molestia
de revisar los partes meteorológicos para intuir desde donde soplaría el
viento, causando la muerte de soldados a causa del gas cuando ya se les habia ordenado
quitarse las mascaras.
The First World War: A complete history –
Martin Gilbert
The Gurkhas – Byron Farwell
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