Viene de aquí:
Animados por la victoria de las
tropas napoleónicas sobre Rusia en Austerlitz en 1806, los turcos cerraron el
paso en los Dardanelos a los navíos rusos,su tradicional enemigo.
Inglaterra, alarmada por la
posibilidad de que Rusia abandonara a sus aliados occidentales y se decidiera a
enviar al grueso de sus tropas a combatir a Turquia, decidió tomar la
iniciativa y amenazar con bombardear Constantinopla.
Los británicos pensaban que unas
cuantas andanadas lanzadas desde su poderosa flota sobre la capital turca serían
suficientes para someter a los turcos, evitando así el proceso de transportar y desembarcar
un gran ejército para atacar la ciudad por tierra.
En noviembre de 1806, el
almirante Thomas Louis, al mando del HMS Canopus, un buque de línea de 80
cañones y la fragata Endymion, paso por los Dardanelos sin problema,
limitándose a intercambiar una salva de sus cañones a modo de saludo con las
fortalezas turcas.
El almirante Louis ancló sus
buques en las afueras de Constantinopla, y descendió a tierra para entablar
negociaciones con los turcos. Una de las exigencias británicas era la entrega inmediata
del coronel francés Sebastiani y su tropa de ingenieros y
artilleros,responsables de la modernización y la mejora de las defensas turcas
de los Dardanelos.
Las exigencias británicas fueron
ignoradas por los turcos, y los navíos ingleses procedieron a evacuar a sus nacionales a finales de enero
de 1807.
La diplomacia había fallado, asi
que comenzaron a sonar los tambores de guerra. El 9 de febrero de 1807, una
flota de 11 navíos británicos entró en los Dardanelos al mando del almirante Duckworth a bordo del buque insignia d ela flota, el HMS Royal George, con 100
cañones.
Acompañando a los buques de línea
se encontraban el HMS Lucifer y el HMS Meteor, dos buques con el casco
acorazado que tenían la particularidad de usar como armamento dos morteros de
10 y 13 pulgadas (33 cm,aprox. ), capaz este ultimo artefacto de lanzar un
proyectil de 90 kilos a una distancia de 2.500 metros.
La escuadra británica atravesó
los Dardanelos mientras recibía fuego artillero desde los fuertes de la entrada,
al sur, desde las fortificaciones de los estrechos y desde Abidos y Sestos.
Pero la efectividad de las
baterías turcas fue prácticamente nula, ya que los cañones no estaban siendo
manejados por los artilleros franceses del coronel Sebastiani, sino por artilleros
turcos que apenas conocían ligeramente el funcionamiento de los cañones.
Los buques británicos
respondieron al fuego, con la única consecuencia de que lo único que resulto
dañado fue el mortero de 13 pulgadas del HMS Meteor, que reventó en
mil pedazos al efectuar un disparo.
A la salida del estrecho, ya en el mar de Marmara, la flota britanica se topo de frente con una escuadra turca
compuesta de 13 buques (un buque de línea de 64 cañones, 4 fragatas, 4 corbetas
,2 bergantines y 2 cañoneras).En menos de una hora, los turcos se habían rendido,
y la flota británica llego a tiro de cañón de Constantinopla.
Pero el almirante Duckworth no
quería bombardear Constantinopla, prefería tratar de negociar la rendición de la
ciudad y pensó que la sola presencia de la flota seria suficiente.
La flota británica anclo en la
isla de Prota (actual Kinaliada), a una decena de kilómetros de la ciudad. En
la isla había abundante agua potable, y el almirante británico decidió esperar
allí a la rendición de la ciudad o la salida de Constantinopla de la principal
flota turca.
Isla de Kinaliada.Al fondo,Estambul (Constantinopla).
Pero nada ocurrió, ya que el sultán Selim III decidió ignorar las exigencias del almirante Duckworth, que tampoco
insistió demasiado. Infantería turca ocupó brevemente la isla de Prota e
instaló una batería para tratar de expulsar de allí a la flota britanica, pero
la isla fue nuevamente recuperada por la infantería de marina britanica, que
capturo un par de cañones de bronce turcos,uno de los cuales se exhibe en el Old Royal Naval School, en Greenwich.
Tras una semana de espera
infructuosa,y sin que sus buques efectuaran ningun disparo sobre la ciudad, el almirante Duckworth decidió regresar por donde había llegado y
volver al mar Egeo.
Pero esta vez,las baterías turcas
si disponian de los artilleros franceses. El 3 de marzo de 1807, la escuadra británica
tomó el camino de vuelta por los Dardanelos, y la mayoría de los buques fueron
dañados en mayor o menor medida. Las piedras de 300 kilos lanzadas desde los
fuertes turcos destrozaron el aparejo de varios de los buques más grandes,
causando 50 muertos y 300 heridos entre las distintas tripulaciones.
El fracaso de la expedición del
almirante Duckworth sirvió a los británicos y otras potencias marítimas para
darse cuenta que los lentos barcos de la época, navegando por el estrecho paso
de los Dardanelos sin tener capacidad de maniobra tenían una enorme desventaja
con las baterías costeras, y que lo único que podían esperar de un intento
similar era que sus barcos resultaran gravemente dañados o incluso hundidos. En
una profética carta al almirante ruso Senyavin, el almirante Duckworth escribió:
“La cooperación de fuerzas terrestres que eliminen el riesgo de las baterías
costeras enemigas es absolutamente necesario “.
Almirante Senyavin.
El 6 de marzo, la flota rusa al mando
del almirante Senyavin bloqueo la entrada a los Dardanelos, cerrando el
estrecho a todo el trafico marítimo: tras dos meses de bloqueo, el hambre
comenzó a hacer estragos en Constantinopla, obligando al sultán a abdicar,
ocupando su cargo Mustafá IV, que ordeno a la flota turca salir de
Constantinopla y romper el bloqueo.
El combate naval se produjo en la
entrada sur de los Dardanelos, y la flota turca fue derrotada y obligada
a retirarse. La escuadra rusa entro en los Dardanelos en su persecución, pero
el fuego de las baterías costeras turcas aconsejo al almirante Senyavin
desistir de su intento.
Otro combate entre las armadas
turca y rusa ocurrió en junio de 1807, en algún lugar entre la isla de Lemnos y
la costa del Monte Athos, en Grecia.Un tercio de la flota turca fue hundida, y
tal circunstancia provoco que Turquía cediera y se firmara el armisticio en
agosto de 1807.
Al armisticio le siguió la firma
del tratado ruso–turco de Kaley-Sultaniye, que ponía fin al estado de guerra
de Gran Bretaña con el imperio otomano, el 5 de enero de 1809.
A partir de entonces, las siempre tensas
relaciones entre Turquía y Rusia fluctuaron entre un desprecio mutuo y una
colaboración interesada, hasta que en 1833 se aliaron para combatir a Egipto y
a Francia, que movía los hilos desde la sombra.
Como resultado de la cooperación
turco-rusa,Turquia se comprometió en el tratado de Hunkar Iskelesi que en caso de crisis internacional
bloquearía los Dardanelos a todos los navíos excepto a los navíos de la armada rusa,
que así se garantizaban una salida segura al mar Egeo y el Mediterráneo.
Pero 20 años más tarde, la guerra
de Crimea volvió a cambiar el equilibrio de poder en los Dardanelos.Rusia volvió
a convertirse en enemigo de Turquia,que esta vez permitió a los buques de Francia
e Inglaterra el paso seguro por los Dardanelos y colaboro con ingenieros de
ambos países para la construcción de nuevas fortalezas que protegieran el estrecho,
como Nagara Kalesi,cerca de Abidos o Bogali Kalesi,al sur de Sestos.
(Continuara…)
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