Viene de aquí:
Mientras los líderes de Baviera retenidos
en la Burgerbraukeller convencían al
general Ludendorff para que les dejara salir de la cervecería, los hombres del
3er batallón del regimiento SA de Múnich se dirigieron al monasterio de Santa Ana.Alli,
unos meses antes, con la escusa de ocultar las armas en caso de un ataque
bolchevique, Ernst Rohm había convencido al padre Policarpo para ocultar en la
cripta del monasterio más de 3.000 rifles, 25 ametralladoras y abundante munición.
Mientras los SA cargaban el armamento
en camiones y se dirigían a la cervecería, el padre Policarpo comenzó a
sospechar que no se trataba de un ataque bolchevique, y llamó telefónicamente a las oficinas del gobierno de Baviera, a las dependencias
de Von Kahr, para solicitar ayuda y consejo.
Desde allí le informaron que no
disponian de fuerzas policiales suficientes para intervenir y que debia permanecer a la espera.
Hitler encabezaba por entonces un
convoy formado por dos coches y tres camiones cargados de SA, que se dirigieron a los
cuarteles del 19º regimiento de infantería.Como la ruta pasaba junto al
ministerio de defensa bávaro, Hitler decidio hacer una parada para felicitar a Rohm.A continuación, el convoy se dirige al cuartel de infantería, en donde un
único soldado de guardia se niega a abrir la puerta del cuartel al convoy.Desorientado,
Hitler decide volver a la Burgerbraukeller.
Tras dar a Ludendorff su palabra
de oficiales prusianos y comprometerse con los rebeldes, de la cervecería habian
salido a las 22.00 horas Von Kahr, Von Lossow y Seisser.Rapidamente, Von Kahr se
dirige a sus oficinas y comienzo febrilmente
a mantener conversaciones telefónicas con varios lugares. Recibe la llamada
del ministro bávaro de cultura y educacion, Franz Matt, que tras la
conversación piensa que von Kahr esta con los rebeldes,y toma la decisión de organizar
un gobierno provisional en el exilio, en Ratisbona, adonde se dirige con su
escolta y un grupo de policías y soldados leales.
A las 22:30, Hitler llega a la cervecería,
y entra en cólera tras percatarse que sus rehenes han sido liberados por Ludendorff.
Tras consultar con Goering, decide llevar su revolución a las calles y
cuarteles, y prescindir del apoyo político que había buscado. Poco más tarde,
Von Kahr, Von Lessow y Seisser se reúnen en las oficinas del primero para concretar medidas para terminar
con el golpe.
La primera medida consiste en
defender todas las instalaciones y edificios
gubernamentales mientras se espera la llegada de refuerzos desde el exterior
de Baviera. Se declara la alarma general y se ordena a las unidades del ejército
alemán acuarteladas en las afueras de Múnich acudir al centro de la ciudad.
La segunda fase comienza con la emisión por radio de un
mensaje en el que se afirma que el gobierno bávaro repudia por completo el
golpe nacionalsocialista y se indica que cualquier expresión de apoyo al golpe
obtenida por la amenaza de las armas no debe ser considerada válida, y que se
convertiría en delito la utilización de los nombres de cualquier miembro del gobierno bávaro para
avalar cualquier apoyo a los rebeldes.
Inmediatamente, se anuncia
también por radio la prohibición y la disolución del partido nazi, y se anuncia
el traslado del gobierno bávaro al completo a Ratisbona, bajo la protección de unidades
del ejercito alemán.
También inmediatamente se comienzan
a elaborar los planes policiales y
militares para terminar con la ocupación rebelde de los edificios gubernamentales; una fuerza
compuesta por policías bávaros y miembros del Reichswehr se dirigirá al
ministerio de la guerra con la orden de rendir a Rohm y los paramilitares que lo ocupaban.
Otra fuerza de policías de la academia básica de la policía bávara se dirigirá
a la Burgerbraukeller a detener a los
cabecillas del golpe.
Mientras ,en Berlin, el gobierno de
la republica de Weimar se reúne de urgencia y se da autoridad absoluta al
presidente Seeckt para tomar las medidas necesarias y suprimir el intento de golpe
usando todos los medios a su alcance. El presidente Seeckt ordena al estado mayor
del ejercito alemán la preparación de planes para invadir militarmente Baviera, en
caso de que el golpe triunfara finalmente.
En las primeras horas de la madrugada
del día 9, Hitler envía un grupo de SA y líderes del partido a la sede del
Volkischer Beobatcher, periódico del NSDAP, en donde se comienza a redactar el
texto que va a figurar en los carteles anunciando “una proclama al pueblo alemán”,
“la revolución de los criminales de noviembre ha terminado”, con el texto firmado
por Hitler, Ludendorff, Lossow y Seisser,estos dos ultimos sin su conocimiento.
Pero en el periódico no hay papel
suficiente para imprimir un número grande de carteles, y un grupo de SA es
enviado en su busca a las imprentas cercanas a la sede del periódico. En una de
ellas, en la Promenadeplatz, los rebeldes se incautan de una gran cantidad de
papel moneda, ya que con la inflación galopante que sufría la republica de Weimar,
era necesario imprimir nuevos billetes de más valor prácticamente cada dia.En total,
en un par de imprentas, los SA consiguen hacerse con papel moneda por valor de
25 cuatrillones de marcos. Cada participante
en la operación iba a recibir un par de trillones de marcos, lo justo para
costearse la cerveza y las salchichas que ingerirían a lo largo de la noche.
Mientras, Ludendorff ha
abandonado la cervecería y ha marchado hasta el ministerio de la guerra, en
donde espera la aparición de Von Lossow para planear la marcha de los rebeldes
hacia Berlin.Ludendorff estuvo esperando dos horas hasta darse cuenta que Von Lossow le habia engañado y nunca iba a aparecer por allí.
Y en la cervecería, ante el
creciente desanimo y el nerviosismo de los asistentes,Goering ordena buscar una
banda de música para levantar el ánimo. Pero la banda exige cobrar por
adelantado y que se les de de desayunar totalmente gratis. Por su parte, Hitler
envía diferentes grupos al centro de Múnich, pero en vez de apoderarse de los edificios
claves, los SA se dedican a acosar a sus objeticos preferidos: 58 comunistas,
socialistas y judíos fueron golpeados y trasladados a la cervecería. El hotel
en donde se alojaban los oficiales aliados encargados de verificar el cumplimiento
de los términos del tratado de Versalles fue asaltado, y los oficiales fueron
arrastrados hasta los jardines del hotel en pijama, aunque la intervención de
los empleados del hotel pudo convencer a los rebeldes que no sería buena idea
maltratar físicamente a los oficiales.
Rohm, impaciente e incomunicado
con la cervecería, decidió entonces actuar por su cuenta. Envió a 400 cadetes de infantería bajo el mando
del teniente Rossbach a tomar las oficinas gubernamentales, en donde se encontraban Von Kahr, von Lossow y Seisser.Pero las oficinas ya estaban protegidas por un cordón
policial de unos 100 policías fuertemente armados, y el oficial al mando
informó a Rossbach que el triunvirato que había jurado lealtad al golpe de
Hitler había cambiado de bando.
Rossbach ordeno abrir fuego a sus
cadetes. Pero cuando los cadetes empezaban a cargar sus fusiles, un mensajero desde la cervecería
ordenaba que los cadetes se dirigieran a la estación de tren.
Los líderes del golpe, Hitler y Ludendorff,
aun disponían de una buena posición, pero la situación comenzaba a escapar de
sus manos.Las instalaciones claves de la ciudad de Munich, cuarteles y estaciones
de teléfono y telégrafo estaban bajo control gubernamental.
Los golpistas debían abandonar su
refugio en la cervecería y el ministerio de la guerra, dirigirse al
centro de la ciudad y tomar los
edificios oficiales.
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