El corazón del Extremo oriente,el área que comprendía las actuales Manchuria, Mongolia, y el Tibet había sido durante siglos una zona a
disputar entre dos de las más grandes potencias de la historia; China y Rusia.
Pero a finales del siglo XIX,
apareció una nueva potencia tratando de sacar partido de la lucha entre ambos
colosos imperialistas. Se trataba de Japón.
Al principio del siglo XX,la
Rusia zarista quería consolidar su presencia
en la zona intentado llevar su ferrocarril Transiberiano hasta Vladivostok,
en la costa del océano pacifico.Japón,que pocos años antes había derrotado a China,
quería mantener Manchuria y Corea como sus estados títere en la región.
Postal de propaganda rusa,en donde la marina rusa golpea a la marina japonesa.La realidad seria muy diferente.
La tensión estalló en guerra abierta en la guerra ruso-japonesa de
1904-05, que terminó con la derrota aplastante de la flota rusa en la batalla
de Tushima y su ejército de tierra en la batalla de Mukden.
Batalla de Mukden,segun un pintor de acuarela japones.
El tratado de paz entre ambas
naciones,firmado en Portsmouth en septiembre de 1905 significó un cambio en el
equilibrio de fuerzas de la zona, que paso a estar dominada por Japón.
Pero la Rusia zarista aun no
habia perdido su interés por una salida al pacifico, y tomó clara ventaja tras
el hundimiento de la monarquía china en 1911, ayudando decisivamente a Mongolia en su guerra de independencia de
la metrópoli china.
Pero China esperó pacientemente, y cuando la
guerra civil rusa entre rojos y blancos se extendió por Siberia, el ejercito
chino al mando del general Hsu Chu Tseng
volvió a ocupar Mongolia,terminando asi con su breve independencia.
Fue en esa época y en esas circunstancias
cuando apareció para la historia el barón Roman Fiodorovich Von
Ungern-Sternberg, mitad diablo mitad monje, mitad don quijote mitad Mefistófeles,
mitad samurái, mitad prusiano.
Roman Fiodorovich Von
Ungern-Sternberg
Roman von Ungern nació el 29 de
diciembre de 1885 en Graz,Austria,vastago de una de las principales familias
nobles de Estonia,originarios de la ciudad de Tallin.Uno de sus antepasados había
navegado a menudo pro el océano Indico,
a veces al mando de un mercante,otras
veces como pirata.Desde muy joven,Roman von Ungern expresó su deseo de visitar países
exóticos y conocer sus culturas. Y muy joven, ingresó en escuela naval de san Petersburgo, de donde sería
expulsado por sus frecuentes faltas de indisciplina. Fue siempre considerado el
garbanzo negro de la familia, familia que se vanagloriaba de tener antepasados
hunos y con participación en las cruzadas.
Escudo de armas de la familia Ungern.
Fiel seguidor de la monarquía
rusa de los Romanov y feroz antisemita, el barón hablaba correctamente seis idiomas,
no fumaba ni bebía aunque tenía un serio problema de ludopatía.
Al estallar la guerra
ruso-japonesa, von Urgern se alistó voluntariamente en el 91º regimiento de infantería , un regimiento de cosacos
en la región de Transbaikalia (la frontera oriental del imperio ruso).
A causa de un golpe de sable en
la cabeza recibido durante un duelo, comenzó a
sufrir feroces migrañas, que por temporadas le convertian en un personaje extraordinariamente locuaz y simpatico,y en otras ocasiones en un ser taciturno y muy extravagante,con unos preocupantes y en ocasiones extremadamente violentos cambios de humor,
lo que le llevó a ser retirado del servicio activo, aunque se le propuso para pasar
a ingresar en la escuela de infantería, lo que rechazó.
Dedicó los siguientes a años a
viajar por Europa (Berlin, París,
Londres) y más tarde regreso a Asia, primero a Siberia y después a Mongolia.
En la capital de Mongolia, Urga (Ulán
Bator), rápidamente entró en contacto con la nobleza local, que deseaba
recuperar su independencia perdida a manos del expansionismo chino.
Von Ungern fue rápidamente
elegido para encabezar la caballería mongol en el levantamiento contra el
imperio manchu, ganándose rápidamente el sobrenombre de Ungern Kan.
Después marchó a Nertchinsk,en Siberia, a unirse al regimiento de
caballería cosaca de Transbaikalia.pero tampoco allí estuvo demasiado tiempo,
ya que rápidamente comenzó a tener encontronazos con su superior, el coronel Wrangel, que en sus memorias afirma :
“Von Ungern ignora por completo el reglamento,
no se preocupa por las reglas, y hace caso omiso a los principios básicos de
la buena educación.El decoro no significa nada para él “.
Al comenzar la 1ª guerra mundial,
el regimiento fue enviado al frente austro-ruso, a la región de Galitzia, donde Von Ungern se ganó una excelente reputación como valeroso soldado, rayano
muchas veces en la inconsciencia casi suicida.
En febrero de 1917 estalla la revolución
bolchevique. El ejercito ruso no tarda en descomponerse con rapidez, más
interesado en formar soviets de soldados y marinos que en preparar a los soldados
rusos para la guerra.
Al terminar la guerra volvió a
Siberia cargado de medallas (tres) y de heridas (5), y con un nuevo compañero
de aventuras, el capitan cosaco buriato Grigorij Semionov.Dos meses después de su llegada
a Siberia, von Ungern se enfrentó a otro desafío: la guerra civil rusa,
obviamente del lado de los rusos blancos contra los bolcheviques del ejercito
rojo.
Junto con Semionov (que tenía el mando
de las tropas blancas en el lejano oriente ruso) crearon un estado títere en el
este de Siberia, en Daouria (solamente reconocido por Japón).
Semionov se atribuyo a sí mismo el
título de atamán (jefe militar supremo
de los cosacos) del presunto nuevo país, mientras Von Ungern se convirtió en su
jefe de estado mayor.
Fue entonces cuando von Ungern
creó su legendaria divison de caballería asiática,
compuesta de mongoles,cosacos, serbios, japoneses, coreanos e incluso algunos mercenarios
chinos. A cambio de su renuncia absoluta al alcohol y la obligación de llevar un estilo
de vida espartano, los integrantes de la división tenían permitido
el saqueo ilimitado, donde y cuando quisieran.
Estandarte de la division de caballeria de Von Ungern.
Von Ungern era tan implacable con
los soldados del ejercito rojo capturados como con la indisciplina de sus
propios soldados: eran golpeados hasta la muerte o quemados vivos. El barón
alternaba grandes periodos de silencio absoluto y una tranquilidad casi mistica con
temporadas de sadismo brutal, que le llevaba al asesinato sin motivo aparente o a las frecuentes
violaciones, debidas según se decía a que los bolcheviques habían violado y asesinado a su madre en Estonia.
Junto a Semionov,pudo escapar a la
derrota del ejercito zarista a finales de 1919,y ambos se establecieron en la
Siberia central,donde su anteriormente famosa y temida division de caballería
se convirtió en una banda de forajidos dedicados a asaltar los trenes del Transiberiano,
ya fueran del ejército rojo o del ejercito blanco del almirante Kolchack.La tensión
entre Semionov y Kolchack era enorme, ya que aunque se suponía combatían en el mismo bando y contra el mismo enemigo (los bolcheviques ),Kolchak era partidario de
una gran Rusia unida de nuevo, mientras Semionov y Ungern deseaban crear una
nueva nación, la gran Mongolia, una enorme extensión de terreno que iría desde
el lago Baikal hasta el Tíbet y desde el Turkestán hasta Manchuria oriental.
Almirante Kolchak.
Semionov se convirtió en poco
menos que un señor feudal de la zona siberiana de Tchita, en donde instauró un
reino de terror que molestó incluso a Von Ungern, que decidió abandonarlo y marchar
de nuevo hacia Mongolia. Con el apoyo de Japón y la aquiescencia de Chang Tso Lin, el dictador de Manchuria, atacó a los chinos, que aprovechando la guerra civil
rusa se habían apoderado de nuevo de Mongolia.
El año 1920 comenzó de mala manera
para los contra-revolucionarios. En enero, Nem Gegen, promotor junto a Semionov de la idea de una gran Mongolia,
murió en circunstancias sospechosas (seguramente envenenado).En febrero, el almirante Kolchak,general en jefe de las tropas blancas, fue capturado por los bolcheviques,
que lo fusilaron en Irkutsk.
Los soviéticos pasaron entonces a
controlar la Republica de extremo oriente, donde cualquier signo de
independencia disimulaba una absoluta sumisión a la internacional comunista con
sede en Moscú.
Lenin escribió: Mongolia es un país
libre, y ningún extranjero tiene derecho a intervenir en los asuntos internos
de Mongolia. En tanto que pais independiente, Mongolia tiene el derecho a poner
de manifiesto las relaciones diplomáticas con otros países cualesquiera, y también
tiene derecho a recurrir a la tutela de Pekín o Petrogrado si es atacada por
fuerzas contrarrevolucionarias “
Resumiendo, para Lenin, la única Mongolia
libre seria la Mongolia “roja”. Para el barón Von Ungern, la Mongolia libre no podía
ser otra que la Mongolia “blanca”.
La batalla que los “blancos” habían
perdido en Siberia, iba a continuar en el corazón de Asia, en Mongolia.
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