lunes, 27 de mayo de 2019

Alvaro de Bazán, invicto almirante (2ª parte )




 Estatua de Alvaro de Bazan,en la Plaza de la Villa,Madrid.

Viene de aquí:


  Álvaro de Bazán había nacido en Granada el 12 de diciembre de 1526, descendiente de una respetada y conocida familia de militares que llevaba décadas sirviendo a la corona de Castilla (su abuelo había sido capitán general durante la guerra de Granada, y su padre, Marques del Viso, habia sido general de galeras de la flota española en Napoles  y Capitán General de la Mar Oceana, participando en la toma de Oran, el  encuentro de Túnez y la batalla de Muros contra los franceses).


  Gracias al poder economico de la familia, sus padres, originarios del valle del Baztán, en Navarra, pudieron enviar a Álvaro a la escuela en Gibraltar, pero pronto abandonó la escuela para dedicarse a la profesión naval.


  En premio a sus servicios a la corona, la familia Bazán habia podido adquirir gran cantidad de tierras en la mancha castellana, incluida la localidad de Santa Cruz de Mudela.


  Cuando Álvaro de Bazán comenzó su carrera militar como imbatido almirante español, se le permitió elegir el nombre que deseara para su marquesado, y eligió marqués de Santa Cruz en recuerdo y homenaje a Santa Cruz de Mudela.

  (Curioso que el archivo general de la Marina se encuentre ubicado en Viso del Marques,muy cerca de Santa Cruz de Mudela, en medio de la mancha castellana, a centenares de kilómetros de cualquier mar).

 Archivo general de la Marina,en Viso del Marques.


  En 1543, a los 17 años de edad, Alvaro recibió el mando de una escuadra de 4 navíos y 1200 marineros con la mision de patrullar la costa atlántica de la península ibérica, desde Gibraltar hasta la bahía de Vizcaya.


  En el verano de 1543, una flotilla francesa compuesta de 25 navíos liderada por el almirante Jean de Clamorgan zarpaba de Bayonne para atacar la costa española. La flotilla del Marqués del Viso (padre de Álvaro de Bazán) se unió a la escuadra de su hijo, y navegaron para enfrentarse lo más pronto posible con la flota francesa, antes de que pudiera causar  daño en la costa española.


  La flota combinada española encontró a la flota francesa anclada en la bahía de Muros, en la costa gallega. Aunque la flota combinada española solo disponía de 16 navios, en general sus navios eran de mayor tamaño que los navíos franceses.


  Con los navíos franceses anclados y tomados por sorpresa, el marqués del Viso dirigió su galera directamente contra el buque insignia del almirante francés, hundiéndolo.Los franceses capitularon, y los españoles capturaron todos los navíos franceses menos uno que pudo escapar, además de capturar a 3000 prisioneros.


  Las dos décadas siguientes las dedico Álvaro de Bazán a tratar de detener la expansión de los corsarios otomanos en el norte de África.


  Los piratas otomanos  controlaban la costa africana desde Libia hasta Marruecos, mas de 2.000 kilometros  de costa jalonados de ricas ciudades dedicadas al comercio,costa  a la que los españoles llamaban la "costa berberisca".


  A principios del siglo XV,los piratas habían abandonado sus bases en el este del Mediterráneo para trasladarse al oeste, desde donde podrían atacar España, Italia y las islas del mediterráneo, provocando así una larga y cruenta guerra ”anfibia” a lo largo de  la costa berberisca entre los corsarios musulmanes y los españoles.


  Tras la toma de Granada en 1492, los reyes católicos se habían embarcado en un programa de construccion de  presidios  a lo largo de  la costa berberisca. Los presidios servirían como base para interrumpir la accion de  los corsarios. El cardenal Francisco Jiménez de Cisneros de Toledo, que tenía tanta influencia en asuntos militares como en asuntos eclesiásticos, fue encargado de poner en marcha el plan para la construccion de  los presidios.

   Cardenales Mendoza y Cisneros,obra de Juan de Borgoña para la Catedral de Toledo.

  Cisneros contrató a Pedro Navarro, un brillante ingeniero militar que había servido con distinción en las guerras italianas, para encabezar una ofensiva contra los piratas, construyendo presidios en los puertos y ciudades que lograse conquistar.


  En 1510,Navarro lideraba las tropas españolas que conquistaron a  los piratas Oran , Argel, Bugia, Tiemcen y la ciudades-estado de Trípoli y Tunez.En todas ellas Navarro se encargó de diseñar el presidio,eligiendo para construirlo un peñasco rocoso o una isla estratégicamente situada para controlar el trafico marítimo. Y los españoles llamaron a  estas fortalezas “peñón”.

 Peñon de Alhucemas.


  La ofensiva de Navarro no tuvo continuidad por parte de sus sucesores, y los presidios, en principio bases para apoyar la ofensiva contra los piratas, se convirtieron en puntos defensivos, y las escasas guarniciones que las ocupaban tenían que esperar ansiosamente el suministro de vivieres y agua que les proporcionaban las galeras españolas, ya que los árabes y bereberes locales no querían vendérselos.


  Los combates navales del siglo XVI en el mar Mediterráneo implicaban sobre todo a las galeras, aunque otros navíos de menor tamaño, como las galeotas y las fustas, embarcaciones de uso mixto  de vela y remo, participaban en algunas ocasione con un rol secundario. Dado su esbelto diseño, las galeras de guerra no podían transportar demasiada carga y debian acudir a puerto frecuentemente para conseguir agua y provisiones.Apenas podían permanecer dos semanas en alta mar sin anclar en algún puerto.

 Galera de guerra otomana.


  Los enfrentamientos entre flotas era poco corrientes, ya que los almirantes sabían que intentar destruir la flota del enemigo comportaba un gran riesgo y no merecía la pena. El camino a la victoria no consistía en destruir la flota enemiga, sino capturar sus bases  para  negarle el control de la costa, los puertos y las fortificaciones costeras e impedir su aprovisionamiento.


  Así, las operaciones anfibias se convirtieron en pieza fundamental de la guerra contra los corsarios, con las naves trasportando unidades de  infantes, que desembarcaban en las cercanías de su objetivo contando con los cañones de bajo calibre ,mientras los cañones de los diferentes navíos disparaban sus poderosos cañones de proa contra el objetivo.

" Fusta" portuguesa.


  En las escasas ocasiones en las que se producían combates entre flotas, como en la batalla de Previsa de 1538, la armada española incorporaba grandes barcos de vela, como galeones o carabelas navíos de estructura fuerte y muy resistente, que también podian transportar soldados y eran capaces de soportar el clima adverso de los viajes transatlánticos.


  En la deada de 1530, los españoles ya construían carracas y galeones capaces de transportar hombres, equipo y provisiones a través del atlántico. El marqués del Viso había conseguido grandes progresos en el diseño del galeón, un navío icónico del imperio español.


  Y cuando el marqués del Viso falleció, su hijo siguió trabajando sobre los diseños de su padre.


  Sus diseños del nuevo galeón incorporaban las mejores características de la carabela portuguesa, la mejor de la época. El nuevo galeón tendría una longitud de 34 metros y una anchura de 10 metros, y sus amplias bodegas podrían transportar 600 toneledas, necesarias para almacenar suministros para la tripulación en los viajes largos, y para volver a España con las bodegas repletas de bienes y riquezas desde las posesiones españolas en el Nuevo Mundo.


  Pero el diseño del nuevo galeón aportaba novedades, podíamos decir que tenían un diseño "modular", podía tener varios tamaños, tres o cuatro mastiles, diferentes combinaciones de  velas cuadradas o latinas, dos o tres cubiertas, 24 o 48 cañones, etc


  La tripulación de uno de estos galeones solia constar de 200 tripulantes y 100 soldados para su defensa, aunque la artilleria de estos navíos no había evolucionado lo mismo que la artilleria terrestre. Los cañones navales pesaban tanto que, una vez disparados, se necesitaba la fuerza de muchos hombre para volverlo a poner en disposicion de  disparar de nuevo.


  Pero esa circunstancia no perjudicaba las tacticas de los navios españoles,ya que no deseaban hundir las naves enemigas, sino capturarlas y reutilizarlas.Asi que la táctica de un galeón español era disparar una andanada de costado, y dirigirse rápidamente en busca del abordaje,llevado a  cabo  por soldados y tripulación a base de picas cortas y espadas.


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