Heraclio, azote de Persia ( 16ª parte )

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  La firma del tratado de Hudabiyah y la momentánea paz con la tribu qurays permitió a Mahoma poner sus ansias de expansión en otros lugares, sobre todo las provincias árabes en posesion del imperio bizantino.

  El primer encuentro entre el ejercito musulmán y el ejercito del imperio bizantino se iba a producir en Mu´tah, lugar situado a 11 kilómetros al sur de Al Kerak (donde siglos más tarde los cruzados construirían uno de los  castillos mas impresionantes de la zona).

 

Castillo de Al Kerak.

  Tras tomar el control de La Meca, Mahoma envió a varios emisarios a las tribus nómadas de los Banu Sulaym, tribus paganas del norte de Arabia que estaban bajo la protección del imperio bizantino.

  Los emisarios de Mahoma fueron asesinados, y el profeta reunió una expedición de castigo para vengar la muerte de los emisarios.Compuesta de 3.000 soldados, la expedición estaba dirigida por  Zaid ibn Harita.

  El líder de la tribu Banu Sulaym recibió informaciones que indicaban la aproximación de una poderosa fuerza musulmana, y se dispuso a la batalla, enviando mensajeros para solicitar ayuda a Bizancio. La tropa combinada entre árabes y bizantinos se sitúa alrededor de los 10.000, aunque algunas fuentes islámicas un tanto exageradas hablan de 200.000.

 

  Cuando el contingente musulmán se acercaba al este del rio Jordán y conocieron el tamaño del ejercito combinado, algunos querían esperar y pedir refuerzos desde Medina: pero Zaid ibn Harita reunió a sus tropas y les recordó su deseo de martirio, cuestionando la necesidad de esperar refuerzos cuando lo que deseaban, el martirio, estaba justo delante de ellos.

  Así, las tropas musulmanas reanudaron la marcha, y encontraron al ejercito bizantino en Mu´tah, al este del rio Jordan.No se sabe mucho del combate, pero los tres líderes del ejercito musulman perecieron en la batalla y los supervivientes se retiraron a Medina liderados por el emir Kalid ibn Al-Walid.

Ruinas de la antigua mezquita de Mu`Tah

  

  El profeta proclamó la victoria, y proclamo al emir Al-Walid la espada de Ala, Saifullah, por salvar a sus soldados del exterminio.

  Mahoma tenía un plan a largo plazo, y una derrota militar no iba a detenerlo.Asi que comenzó por enviar mensajeros a bizantinos y persas, pidiéndoles que aceptaran el islam.Seguramente, el que persas y bizantinos decidieran declinar la “invitación” de Mahoma seria más tarde utilizado para justificar las guerras de conquista y las masacres que el propio Mahoma y sus sucesores iban a protagonizar los siguientes años.

  Pero, antes de intentar aventuras militares en el exterior, había que asegurar el interior.La tregua de 10 años entre musulmanes y la tribu qurays  de la Meca apenas iba a durar dos años.

  A finales del año 629, un ejercito de 10.000 musulmanes acampo frente a la Meca. Los qurays reconocieron la futilidad de resistir frente a un ejercito tan grande ,y se rindieron.

  El 11 de enero del año 630, Mahoma entraba con sus tropas en la Meca. Tras dos días de asesinatos y saqueos, Mahoma proclamo la amnistía general, que valia tanto para los qurays supervivientes como para sus propios soldados.

  Mahoma marcho a la Kaaba, donde sus seguidores destrozaron las estatuas de los más de 360 dioses que allí se encontraban, persuadiendo así a los habitantes de la Meca de que sus dioses paganos no habían hecho nada por ellos.

  Los acontecimientos se precipitaron. Apenas 15 días tras la toma de la Meca, el ejército musulmán estaba otra vez en movimiento, esta vez contra una alianza de tribus beduinas, los hawazin y los taqif.

  Al parecer, Mahoma tenía informaciones que indicaban que una coalicion de tropas de  ambas tribus marchaba hacia Medina para intentar arrebatarla del control musulmán.

  Pero, en la batalla de Hunayn, a principios de febrero, a pesar de que el ejercito de Mahoma fue atrapado en una emboscada en un valle, los beduinos fueron derrotados.Un posterior combate en la batalla de Awtaa obligo a los beduinos supervivientes a retirarse a la localidad de Ta ´if.

  

 Tras un infructuoso asedio musulman, la situacion de  la ciudad era tan penosa que, ante la amenaza de un nuevo asedio, los habitantes decidieron rendirse y aceptar el islam para salvar sus vidas.

 

  En la siguiente expedición hacia el norte, hacia la ciudad de Tabouk,supuestamente para responder a una rumoreada invasión bizantina, los 30.000 guerreros musulmanes sirvieron a  Mahoma para poner a todas las tribus beduinas del norte de Arabia bajo el control político, militar y religioso del Islam.

  Pero, mas alla de los éxitos en sumar a sus filas tribus de beduinos, que incrementaban grandemente su poder militar, la edad empezaba a afectar al profeta.

  En su peregrinaje anual a la Meca a principios del año 632, su última peregrinación, Mahoma iba a dirigir a sus sucesores en una única dirección. En su discurso, Mahoma insto a los musulmanes a no luchar entre ellos ni buscar venganza por pasadas ofensas.

  También afirmo que cada musulmán debía luchar hasta que todos los hombres aceptaran que no hay más dios que Ala, y, como musulmán, cada individuo debe aceptar la naturaleza única e indivisible de Ala y que Mahoma era profeta de Ala.

  A primeros de junio del año 632, Mahoma cayó enfermo con fiebre, y murió el día 8 en la casa familiar de su esposa, Aisha, en la ciudad de Medina.

  El legado de Mahoma a sus descendientes religiosos y políticos no iba a ser solo una nueva creencia, una nueva fe. Al difundir sus revelaciones, no solo se habia convertido en líder religiosos, también en un poderoso líder político y militar.

  Así, la muerte de Mahoma trajo una gran tristeza entre sus seguidores, y una gran confusión también. ¿ Quien iba a sucederle como líder del floreciente estado musulmán?

  Entre los seguidores de Mahoma, a su muerte había tres facciones diferentes: los que se habían convertido al islam recientemente,incluidos los miembros de las más importantes familias de la Meca; los de Medina, que habían abrazado a Mahoma y su Umma desde el principio; y los que habían huido desde Medina con él.

  Una asamblea entre los distintos grupos eligió a Abu Bakr, uno de los primeros  adeptos, como califa. Si bien  se pensaba que Mahoma no tendría sucesor como revelador de la sabiduría divina a través de sus revelaciones, los primeros califas que sucedieron a Mahoma mantuvieron un aura de autoridad religiosa, así como un creciente poder político y militar,resultando en una  misma figura  una mezcla entre un papa y un emperador.

Abu Bakr llevando la paz a la Meca.

  

  Pero la eleccion de  Abu Bakr como califa no fue aceptada por todos los musulmanes, ya que una facción estaba convencida que Mahoma, poco antes de su muerte, había nombrado califa a su yerno Ali ab Talib.

  A partir de entonces, la mayoría de los musulmanes, seguidores de Abu Bakr, los sunitas, entraron en conflicto con una minoría de seguidores de Ali, los chiitas, conflicto que ha permanecido activo en mayor o menor medida  durante más de 1300 años y aun hoy en día sigue latente.

 

 

(Continuara…)