El siguiente paso de la estrategia de Gylippos
era destruir la flota ateniense. Para superar su vulnerabilidad en el mar, los
trirremes siracusanos fueron rediseñados para combatir en las aguas del gran puerto.
Se acorto la longitud de los remos y se reforzó el espolón. Estas
modificaciones daban ahora ventaja a los siracusanos sobre los atenienses,que
en las estrechas aguas del Gran Puerto no podían ejecutar sus tácticas
preferidas.
Por su parte, los atenienses habían
construido una especie de muelle en la costa que ocupaba su campamento,
protegiéndolo con una empalizada a 60 metros de la orilla. Para hacerlo más defendible,
también anclaron varios buques mercantes fuera de la empalizada, para
obstaculizar la maniobrabilidad de los trirremes siracusanos.
Los atenienses también convirtieron uno de
sus barcos mercantes en una fortaleza flotante, dotándola de torres de madera y
cargándolo de arqueros y honderos. Lo remolcaron a través de toda la costa de
la ciudad de Siracusa, concentrándose especialmente en el puerto, donde
atacaron los trirremes siracusanos con fuego.
Pero los siracusanos empezaron a utilizar pequeñas lanchas cargadas de
lanzadores de jabalinas, con la misión de atacar directamente a los remeros de
los barcos atenienses.
Esta táctica resulto decisiva, y los
siracusanos ganaron su primera batalla naval contra los atenienses, que se
vieron obligados a refugiarse tras la empalizada. Siete trirremes atenienses
fueron hundidos y muchos más dañados.
Cuando parecía que las cosas se ponían muy
difíciles para los atenienses, llegaron al gran puerto sus refuerzos, que
constaban de 5.000 hoplitas más un gran número de tropas ligeras, comandados
por Demóstenes.
Nada mas llegar, Demóstenes ordeno un ataque
para destruir el tercer contra-muro siracusano y tomar la meseta de
epipolai,objetivo imprescindible para tomar la ciudad.
Pero el primer ataque diurno que intento,
sus maquinas de guerra fueron quemadas y todos sus ataques fueron rechazados.
Viendo que de día sería imposible acercarse
a la meseta sin ser detectados, Demóstenes opto por atacar por la noche. Los
atenienses alcanzaron epipolai y capturaron la fortaleza de Euryelos,aunque no pudieron
evitar que la mayoría de la guarnición escapara a las otras tres fortalezas
siracusanas de la meseta. Demóstenes consiguió llegar al contramuro siracusano
y se puso a derribarlo.
Pero Gylippos ordeno un contraataque, y en
medio de la noche el enfrentamiento entre atenienses y siracusanos se convirtió
en una serie de confusas escaramuzas dispersas. En un momento dado, los
espartanos y sus aliados comenzaron a lanzar su grito de guerra, lo que causo
una gran confusión entre los atenienses, que no podían localizar a sus aliados
y creían tener a sus enemigos por todas partes.
A los atenienses les entro el pánico ,el
desastre en sus filas fue total. Tomar Siracusa y conquistar Sicilia se
convirtió en una empresa imposible, los atenienses ya solo intentaban
sobrevivir.
Demóstenes trato de evacuar sus tropas por mar,
ya que todavía podían utilizar su flota. Pero Nicias tenía la opinión contraria,
no debian retirarse sin el consentimiento de la asamblea ateniense. Pero tras
pasar varios días esperando la respuesta de la asamblea, al fin se decidió a
retirarse.
Tan discretamente como fue posible, las
tripulaciones atenienses comenzaron a preparar los barcos, mientras las tropas
cargaban el equipo y las provisiones. Se eligió una noche de luna llena, que
permitiría a los timoneles atenienses salir del gran puerto con seguridad.
Pero cuando todo estaba preparado para partir,
se produjo un eclipse total de luna.La oscuridad total cubrió el gran puerto.
Los soldados y remeros atenienses vieron este evento como una maldición mandada
por los dioses, y se negaron a embarcar.
Nicias consulto a sus adivinos, que le
dijeron que debía esperar a la próxima luna llena. Así que Nicias pospuso la
evacuación.
La flota siracusana aprovecho la situación,
y volvió a atacar. Llenaron un viejo barco mercante de yesca seca y resina de pino,
lo prendieron fuego y lo dirigieron hacia la flota ateniense, aprovechando la
corriente favorable. Con muchas dificultades, los atenienses consiguieron
evitar la destrucción de su flota.
Pero muy pronto, los atenienses observaron
consternados como los siracusanos colocaban un gran número de viejos navíos
encadenados borda con borda, en la entrada del puerto, formando una barrera
infranqueable para los trirremes atenienses.
Tampoco los navíos de suministros podían
llegar a los atenieneses,que empezaron a
pasar hambre. Demóstenes y Nicias decidieron lanzar un último ataque definitivo
contra la barrera de barcos siracusanos. Lanzarían todos los trirremes que les
quedaban (110 trirremes aprox.) contra la barrera. Arqueros y jabalineros
lanzarían todos su proyectiles,mientras los hoplitas abordarían los barcos
siracusanos.La única esperanza de los atenienses se basaba en esa primitiva
táctica.
Nicias permanecería en tierra con una
pequeña fuerza para defender el campamento. Tras los habituales discursos,
rezos y sacrificios, Demóstenes lanzo todos sus barcos contra la barrera.
La entrada del gran puerto media cerca de un
kilometro, que pronto se convirtió en un absoluto caos, cerca de doscientos
barcos colisionando contra el enemigo y colisionando accidentalmente con los
buques amigos.
Tras un día de combate, los atenienses no
pudieron traspasar la barrera, y se retiraron a su propio muelle. Demóstenes se
dio cuenta que aun disponía de 60 trirremes contra los 50 que le quedaban a los
siracusanos, y propuso agrupar sus fuerzas e intentar otro ataque frontal
contra la barrera al amanecer. Parecía un plan factible, ya que los siracusanos
no se esperarían otro intento similar.
Pero ya era demasiado tarde, la moral de las
tropas atenienses se había derrumbado por completo y se amotinaron, lo que
obligo a Demóstenes y Nicias a preparar la retirada por tierra, que empezaría
al atardecer.
Tras abandonar a su suerte a sus compañeros heridos
y enfermos, comenzó la caminata de los atenienses ( unos 40.000 ) hacia Catana, una ciudad aun leal.
El plan era seguir el rio Anapos hacia el norte, a través de territorio sikel
presuntamente amigo.Los siracusanos querían evitar la retirada, no querían que
una vez llagados a Catana,los atenienses se reequiparan, recibieran refuerzos e
intentaran el ataque a Siracusa una segunda vez.
Gylippos envió destacamentos de caballería
para acosar a la enorme columna ateniense, cuya vanguardia la dirigía Nicias,
mientras Demóstenes mandaba la retaguardia.
Los ataques de la caballería siracusana
tuvieron éxito, y al sexto día de marcha la columna ateniense se vio obligada a
dividirse en dos. La columna mandada por Demóstenes ,a la que quedaban
alrededor de 6.000 hombres, se rindió. Demóstenes trato de suicidarse, pero los
siracusanos lo impidieron.
La columna de Nicias siguió adelante, siendo
presionada desde todas partes por la caballería siracusana. Los siracusanos
ofrecieron la rendición a Nicias, pero se negó a aceptar.En su lugar, en nombre
de Atenas, se ofreció a reembolsar a Siracusa el coste total de la guerra. Como
respuesta, los siracusanos comenzaron un ataque general. Nicias continúo la retirada,
recibiendo una lluvia de proyectiles por todos los lados. La disciplina ateniense
termino allí. Nicias se entrego a Gylippos,y solo entonces termino la masacre
de atenienses.Los pocos supervivientes fueron rodeados y tomados prisioneros.
La asamblea siracusana se reunió para
decidir el futuro de los prisioneros. Contra la opinión de Gylippos,que quería
llevar a Demóstenes a esparta,la asamblea
clamaba por la sangre de Nicias y Demostenes.Ambos fueron ejecutados,y
los 7000 prisioneros fueron enviados a las canteras de piedra de Latomia de Paradiso, donde en pocos
meses todos murieron por enfermedades, hambre y maltrato. Todos murieron,
excepto los que sabían recitar de memoria versos de Euripides,que fueron
vendidos como esclavos.
Canteras de Latomia de Paradiso.
No hay comentarios:
Publicar un comentario