Viene de aquí:
Amazona a caballo,estatua de origen etrusco siglo V a.c.
En pleno verano, en las estepas
del norte del mar negro ,el calor asfixiante y las nubes de humo negro producto
de los pastos quemados por los escitas comenzaron a hacer mella en los
guerreros persas.
Darío era consciente de la baja
moral de sus tropas, e hizo un intento para provocar a los escitas para que
salieran al campo de batalla.Envio un mensajero al rey escita Idantirsus.
“extranjero, ¿ porque siempre huis ?.Deberías quedarte y luchar, si te consideras lo suficientemente fuerte y valiente.
Pero si crees que eres débil deberías parar de huir y someterte a mi, trayéndome ofrendas de agua y tierra”
La respuesta del rey escita no se
hizo esperar:
“Nunca he huido por temor a ningún
hombre. Y tampoco te temo a ti,rey Dario, así que viajo como siempre, en paz y tranquilidad.Pero si quieres saber por que no lucho contigo, es porque nosotros
no tenemos pueblos o granjas que nos fuercen a protegerlas. Pero si quieres
combatir con nosotros, buscanos en las tumbas de nuestros antepasados pues allí nos encontraras.
Hasta entonces, no combatiremos”
En vez de agua y tierra, los
escitas enviaron contingentes de caballería para hostigar las líneas de
aprovisionamiento y de comunicaciones del ejercito persa.Y llegaron hasta el punto
del Danubio en donde se encontraba el puente anteriormente construido por las
tropas de Darío.
Rodearon a los mercenarios jonios que lo custodiaban
y los convencieron para que destruyeran el puente. Cuando la noticia de que vadear el Danubio sería muy
dificultoso para los persas, el rey escita Idantirsus envió un nuevo mensajero
a Dario, entregándole un pájaro, un raton, una rana y cinco flechas.
Darío pregunto a sus chamanes y
adivinos por el significado de los regalos.
Todos menos uno le dijeron que eran un símbolo de rendición; el ratón
representaría a la tierra, la rana representaría el agua, el pájaro
representaría los caballos de los
escitas y las flechas significaban el poder del pueblo escita.Todo ello se le entregaba al rey persa.
Pero uno de sus chamanes, Gobryas,
de origen escita, no estaba tan seguro de las profecías de sus colegas adivinos, y
dio a Darío otra explicación:
“Gran rey Dario, el significado
de los regalos no es de rendición. Lo que nos dicen los escitas es que, a
menos que nos convirtamos en pájaros y volemos por el cielo, o nos convirtamos
en ratones y nos ocultemos bajo la tierra, o nos convirtamos en ranas y nademos por los lagos, lo único que
conseguiremos serán unas cuantas flechas clavadas en nuestros cuerpos, y nunca
volveremos a nuestro hogar”.
Pero, finalmente, los escitas
aparecieron perfectamente formados frente al ejército de Dario.En las primeras
filas, la caballería ligera, armada de arcos y jabalinas.Detras, una inmensa
nube de caballería pesada formada por los nobles escitas y sármatas.
Con los ejércitos preparados para
el combate, de pronto, una liebre salió de un hoyo en el campo de batalla. No había
nada en el mundo que gustase mas a los escitas que la caza. Al ver la liebre
correteando por el campo, la mayoría de los jinetes rompió la formación y se lanzo en busca de la
liebre. No habría ninguna batalla.Los escitas consideraban mas dificil capturar una liebre que enfrentarse a los persas.
Sorprendido por la subita desaparicion de ejercito escita, el
rey Darío pregunto a sus ayudantes por lo ocurrido, que le explicaron la situacion y el desprecio que los escitas sentian por los invasores persas.
Consciente de que no habría ningún
enfrentamiento con los escitas a campo abierto, con sus líneas de
aprovisionamiento y de comunicación prácticamente cortadas, el rey persa
decidió volver a casa. Los escitas, y sus aliados sármatas, habían logrado su objetivo.
Las estepas de Asia central seguirán siendo suyas.
Durante el siguiente siglo, las
diferentes tribus escitas continuaron dominando la región norte del mar Negro,
pero sus vecinos del este, los sarmartas, pronto aprendieron a beneficiarse del
comercio marino.
El siglo IV a.c. vio un cambio en
las relaciones de poder en la zona. Los masagetas del Asia central expandieron
su influencia sobre las tribus sármatas del Kazajstán y ocuparon la región del
bajo Volga, al norte del mar Caspio. Presionados por los masagetas, los
sármatas se vieron obligados a desplazarse hacia la ribera del rio Don, el
feudo de los escitas.
Representacion guerreros escitas y masagetas siglo V a.c.
En la zona occidental, fronteriza
con Tracia, las tribus escitas eran muy fuertes, y fueron capaces de derrotar
en varias ocasiones a uno de los poderes emergentes de la época, los macedonios.
Pero en el este, cayeron bajo los arcos y las espadas de las tribus sármatas.
Es en esta época y en estos
conflictos entre tribus cuando están datadas temporalmente las tumbas de las
mujeres guerreras encontradas en Ucraniaa mediados de los años 60.
De los restos encontrados en las
tumbas se pueden extraer algunas conclusiones sobre las armas y armaduras que
usaban esas mujeres guerreras.
La más común de las armaduras se
basaba en una túnica de piel gruesa en la que se cosían filas superpuestas de placas de hierro. Sobre la tunica se colocaba un grueso cinturón de cuero, que
llevaba también varias láminas de hierro para proteger la zona ventral. Este
tipo de armadura fue usado por los sármatas hasta bien entrado el siglo I, y así
aparece descrita en la columna Trajana, aunque de esa época datan algún trozo de cota de malla
que los sármatas adquirieron de celtas y griegos, aunque solo la usaban para
proteger brazos y piernas.
Restos de tunica y escamas de hierro encontradas en un enterramiento escita en Ucrania.
El arco compuesto usado por los
sármatas era de madera y cuerno, usando tendones de buey para el cordaje, un
arma altamente efectiva cuando se
disparaba desde lo alto del caballo. Otras armas encontradas rendían tributo
a la legendaria pericia de los sármatas y escitas en el manejo de largas lanzas
y espadas, además de hachas y dagas.
Las tribus sármatas tenían la
costumbre de decorar ricamente sus sillas de montar con motivos de animales;
cabras, camellos, caballos, ciervos, etc, aunque cuando entraron en contacto
con las culturas griegas o celtas pasaron a utilizar motivos decorativos
similares.
Silla de montar escita,con motivos decortativos de animales.
Tras el encuentro de Alejandro
con la reina Talestris, no hay apenas referencias a otras reinas guerreras
hasta el siglo II d.c, cuando el historiador romano Apiano describe la campaña
del general Pompeyo durante la primera guerra mitridatica.
En el año 66 a.c., Pompeyo
encabezo una expedición para explorar la costa este del mar Negro. Pompeyo
quería imitar el viaje de Jason y los argonautas, y visitar la tierra del vellocino de
oro.
Según Apiano, el mito del
vellocino de oro había surgido cuando los mineros del Cáucaso buscaban oro en
los ríos de la región usando como tamiz piel de oveja sin esquilar. La piel
recogía las pepitas y restos de oro.Despues, se ponía a secar la piel antes de
raspar el oro incrustado. Y el color dorado que adquiría la piel cuando se
ponía a secar había sido lo que realmente buscaba Jasón.
Según Apiano, Pompeyo y sus
tropas habían sido emboscados por tribus caucásicas en las cercanías del rio Cirtus, que desemboca en el mar Caspio.
La emboscada fue en medio de un bosque,
y Pompeyo consiguió vencer a sus atacantes con el expeditivo metodo de quemar los arboles en los que se ocultaban.Entre los prisioneros
que consiguió se encontraban gran numero de mujeres, que sufrían las mismas
heridas de guerra que los hombres.
Varios siglos después, en el VI
d.c., el historiador bizantino Procopio escribe que las amazonas se originaron en las montañas del Caucaso, en el territorio que por entonces ocupaban la tribu de los alanos y los hunos .Basa
su teoría en que, tras las diversas batallas entre hunos y romanos, se
encontraron numerosos cadáveres de
mujeres guerreras entre los hunos muertos.
Realmente, los alanos y algunas
tribus de hunos del oeste del Cáucaso
descendían de los sármatas, así que es muy posible que algunas de las
costumbres sármatas se mantuvieran entre ellos.
Combinando tanto las evidencias
escritas como las arqueológicas, parece innegable que las amazonas, las mujeres
guerreras, realmente existieron en las estepas del norte y el este del mar Negro.
Aunque más que una cultura puramente matriarcal se trataría de culturas y sociedades en las que mujeres y
hombres compartieran el poder y la
riqueza dependiendo de sus meritos individuales y su status social dentro de la
tribu.
¿Y por que desaparecieron ?.Quizás,
al tomar contacto con otras culturas ( griegos, persas romanos,etc) olvidaron sus antiguas tradiciones y adoptaron las
nuevas.
Y la mujer,que había sido una valiente
guerrera, con los mismos derechos que los hombres, pasó a tener un papel mucho
menos importante en el aspecto social y de reparto de poderes.
Guerreros sarmatas en la Columna Trajana.
Women warlords – Tim Newark
Centaurs and amazons (woman and the prehistory
of the great chain of being) – Paige Dubois.
Alexander the great in his world – Carol G.
Thomas
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