Viene de aquí:
Cuando las noticias de las grandes victorias de Mitridates llegaron a la flota romana que bloqueaba la entrada al
mar Negro, los marineros griegos que las manejaban se amotinaron.Asesinaron a
los oficiales romanos, arrojaron sus cadáveres al mar y se dirigieron en busca
de la flota del Ponto, a la que se unieron.
También los rebeldes del sur de
Italia escucharon las noticias de las victorias de Mitridates, y enviaron
a Silo, líder de la tribu marsi, a
ofrecer una alianza al rey del Ponto.
Mitridates prometió al rebelde
italiano que llevaría su ejército a Italia en cuanto tuviese toda Asia bajo su
control.
Mitridates decidió establecer su
nuevo cuartel general en el antiguo palacio del rey Atalo III, en la Acrópolis
de Pergamon.Lo primero que hizo fue acuñar moneda, tetradracmas de plata, con
su efigie. Sus primeras medidas de gobierno como salvador de Anatolia iban a dirigirse a ganarse el apoyo de las clases medias y bajas. Canceló las
deudas de los ciudadanos y de las ciudades con prestamistas romanos, y prometió
exención de impuestos a todos los ciudadanos durante los 5 años siguientes.
La oligarquía de Anatolia,
siempre servicial con los romanos, habia huido, pero aun quedaba un gran número
de residentes romanos, básicamente mercaderes y artesanos.la intención de Mitridates era tomar control sobre el mar Egeo y sobre Grecia, para que el mar Adriático
se convirtiera en la nueva frontera entre los dominios de Roma y los dominios
del Ponto. Cuando la guerra volviera a reanudarse, seguramente seria en Grecia,
el habitual campo de batalla entre el oeste y el este. Mitridates decidió
enviar varios mensajeros a Atenas, para anunciar a los griegos que pronto
serian liberados del yugo romano.
En el año 89 a.c., Mitridates daba
un discurso en el gran teatro de Pergamon.Tras glosar sus victorias y exhortar
a sus seguidores a continuar la lucha, llama a unificar las culturas griegas y
persa y, finalmente, declara la guerra total a Roma.
Teatro de Pergamon.
Sus objetivos a corto plazo eran consolidar
su poder en el sur de Anatolia, conseguir la supremacía naval en el mar Egeo, y
liberar Grecia.Para ello, llama en su ayuda a a los piratas del mar negro para Rodas,
donde se encontraban Casio y Manio Aquilio.
Mientras tanto, en Roma, la preocupación
del senado llega a los más altos límites desde la época de Anibal.Los senadores
han escuchado las noticias de la humillante derrota romana y la posterior huida
de sus tres generales. La pérdida de territorios y del honor de Roma exige una
respuesta inmediata. Los dos cónsules rivales, Sila y Mario, mueven sus peones
para hacerse con el mando del ejército que se iba a enfrentar a Mitridates.
Finalmente,el elegido para la tarea es Sila.Pero la ciudad de Roma se encuentra en una situación muy cercana al caos absoluto,
con una larvada guerra civil entre Mario y Sila que causa decenas de
asesinatos al dia.Al mismo tiempo, los restantes pueblos y tribus de la
península itálica se encuentran en franca rebelion contra el poder romano. Las
tropas romanas se encuentran combatiendo en demasiados lugares al mismo
tiempo.Y el senado no tiene dinero para reclutar mas legiones. El senado vota
por una medida de emergencia para conseguir fondos. No hay tiempo que perder.Saben que la
flota del Ponto pronto se dirigira a Rodas, mientras que el ejercito terrestre de Mitridates se prepara para marchar en dirección a Grecia.
Para tener fondos, el senado
romano se vio obligado a vender al mejor postor el legendario tesoro del rey Numa Pompilio, el sucesor de Romulo, uno de los fundadores de la ciudad.
El rey Numa había cedido su
tesoro a la ciudad hacia 600 años, con la condición de que solo fuera usado
para costear sacrificios a los dioses en ocasiones especiales. Pero mientras Mitridates se encontraba en su palacio de Pergamon rodeado de enormes cantidades
de oro, los funcionarios del senado buscaban desesperadamente en Roma algún
potentado interesado en adquirir el tesoro del rey.Finalmente, el tesoro se
malvendió por algo menos de 4.000 kilos de oro,una decima parte de su valor real,segun afirma Diodoro.
El siguiente objetivo del rey Mitridates era Rodas, ciudad aliada de Roma, que con su armada dominaba las
costas de Caria y Licia, en el sur oeste
de la actual Turquia.Alli, los agentes de Mitridates buscaban a Manio Aquilio,
pero el ex cónsul romano se encontraba en Mitilene, en la isla de Lesbos, donde
buscaba desesperadamente un buque que le llevase a Roma.
Según Diodoro, Aquilio había
encontrado refugio en la casa de un funcionario local. Pero los ciudadanos de Mitilene
eran entusiastas seguidores de Mitridates, y cuando identificaron al romano lo atraparon,
lo encadenaron y lo enviaron al continente, donde lo entregaron a los hombres de Mitridates.
Los soldados lo subieron a un
burro y lo llevaron hacia Pergamon, pasando por todas las localidades y obligando
al prisionero a repetir constantemente su nombre y confesar sus crímenes contra los
habitantes de Anatolia.
El júbilo de los ciudadanos de Anatolia se mezclaba con las ansias de venganza contra el ex-gobernador romano ,que había
esquilmado sistemáticamente la riqueza de la provincia en su propio beneficio.
Porque, aunque oficialmente quien fijaba los impuestos a pagar en cada provincia romana era el senado romano,
los senadores solían mirar para otro lado cuando tenían alguna noticia de algún
abuso cometido en las provincias. Sobre todo, si obtenían algún beneficio económico,
como solía ocurrir.
Manio Aquilio, al igual que su
padre antes de él, era, a los ojos de los habitantes de Anatolia, claro
culpable de soborno, cohecho, y de enriquecerse a base de imponer onerosos
impuestos a los ciudadanos.
En el palacio de Pergamon, Mitridates, mientras disfrutaba de su luna de miel con su nueva esposa, la macedonia
Monime, cavilaba sobre cómo iba a castigar al romano.
Mitridates convoco a toda la población
de Pergamon en el teatro de Dionisio, en la Acrópolis de la ciudad. Mientras la
multitud observaba expectante, un enorme brasero fue colocado en el centro de
la explanada. A continuación, apareció en la explanada un jinete sobre un gran caballo,
que a paso majestuoso se fue aproximando al brasero, arrastrando una larga
cadena.
Plano del antiguo Pergamon.
Al extremo de la cadena se encontraba Manió Aquilio. La expectación crecia por momentos, y un teatral recitado de
los crímenes del prisionero exaltaron aun mas a la audiencia.
Con exagerada ceremonia y majestuosidad,
varios cofres que portaban parte del tesoro real entraron a la explanada.
Montones de relucientes monedas de oro fueron transportadas hasta el brasero,
que estaba rematado por un gran crisol de piedra, donde fueron introducidas.
En pocos minutos, las monedas se habían
derretido.Entonces, varios soldados abrieron al máximo las mandíbulas de Manio Aquilio y arrojaron el dorado liquido derretido por la garganta del romano. Una
diabólica ultima cena para un avaricioso.
Una generación después, en el año
53 a.c., un rey parto,Orodes II, copiaba a Mitridates y ordenaba verter oro fundido en la
garganta de otro poderoso romano, Marco Licinio Craso.
El simbolismo de la salvaje
muerte por ingesta de oro fundido traspaso fronteras y épocas, llegando a la
edad media europea y aun mas,cuando 1500 años después de la ejecución de Manio Aquilio los artistas europeos describían el tratamiento que el emperador
Moctezuma había aplicado a los conquistadores europeos que buscaban en América
el preciado metal.
Pero en el año 88 a.c., la visión
y el recuerdo de la salvaje ejecución del odiado cónsul romano se olvido rápidamente
cuando se produjo un acontecimiento mucho más horrible; la masacre de decenas de
miles de colonos romanos que vivían pacíficamente en la provincia romana de Asia.
(Continuara…)
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