Viene de aquí:
El bautismo de fuego de las dos divisiones
del Cuerpo hindú en el frente occidental consistió en sufrir una intensa preparación artillera
alemana de tres horas de duración, seguido de un ataque de infantería.
El enemigo pudo ser rechazado
finalmente, pero tras 24 horas de combate, 6 de los 10 oficiales ingleses del
batallón gurka habían muerto, y otros dos habían sido heridos de gravedad. (Parece
que los oficiales ingleses se exponían demasiado al fuego enemigo en un intento
para animar a sus hombres en la nueva experiencia de la guerra de trincheras).
A primeros de noviembre, el
segundo batallon de gurkas había perdido
a todos sus oficiales británicos, aunque los suboficiales gurkas lograron mantener
la cohesión del batallón hasta la llegada de nuevos oficailes, y siempre causaron
un gran número de bajas al enemigo.
La incesante lluvia otoñal y el
lúgubre paisaje no beneficiaban a la moral de los soldados gurkas. El incesante
fuego de la artilleria enemiga destrozaba los arboles, cuyos restos caían sobre
las trincheras inundadas, en donde se
mezclaban con restos humanos,barro,restso de animales,etc
De los 736 oficiales y soldados
del 1 batallon de gurkas, que había llegado
a las trincheras en el sector de Givenchy
el 17 de noviembre de 1914, apenas quedaban 425 soldados en disposicion de combatir solo una semana después.
Gurkas honrando a sus camaradas caidos en el frente.
Para sumar aun mas desgracias a
los recién llegados al frente occidental, el invierno de 1914-15 fue el mas
frio desde el comienzo del siglo, y la congelacion de distintas partes del cuerpo era un serio
problema para los soldados de todas las naciones que allí combatían.
A mediados de diciembre de 1914,
el cuerpo hindú, aunque un tanto escaso de efectivos, fue convocado para participar
en una serie de ataques de distracción en el entorno de la ofensiva de Messines,
obra del general Sir Horace Smith Dorrien.
Las bajas de la unidad continuaron
siendo muy altas, y a finales de diciembre el cuerpo hindú fue retirado de
primera linea para disfrutar de un merecido descanso.
Tras los dos primeros meses de
presencia del cuerpo hindú en las trincheras del frente occidental, se habían contabilizado en la unidad 1.297 muertos, 5.860 heridos y 2.322 desaparecidos, lo que significaba aproximadamente la mitad de su potencial humano.
Durante el breve descanso se
reemplazó el equipamiento dañado mientras se seguían recibiendo refuerzos desde
la India, que inmediatamente se dedicaban a nuevos ejercicios y entrenamientos
para acoplarse con mayor facilidad a la guerra de trincheras.
El día 15 de enero de 1915, el cuerpo hindú
volvió al frente.Los dos primeros meses de 1915 fueron de relativa calma y
pocas bajas,dedicando el tiempo los gurkas a reparar y reforzar las trincheras
que ocupaban. Este periodo de calma iba a ayudar considerablemente a la
aclimatacion de las unidades gurkas en el frente occidental cuando diera comienzo
la batalla de Neuve Chapelle a comienzos del verano de 1915, una sangrienta
batalla que no iba a tener un vencedor claro.
Posiciones aliadas antes del comienzo de la batalla de Neuve Chapelle.
El objetivo del ataque que iba a protagonizar
el cuerpo hindú sobre Neuve Chapelle era tomar la colina de Aubers, cerca de Lille.En esta ocasion, el ataque había sido bien planificado, y se disponía
de una buena concentracion de artilleria aliada y de una modesta superioridad
numérica sobre las fuerzas alemanas en la zona.
Los preparativos para la ofensiva
habian llevado semanas, y el apoyo logístico para las tropas había sido preparado
hasta el menor detalle. La batalla de Neuve Chapelle iba a ser la primer ofensiva
seria de los aliados tras los primeros meses de guerra, pasados casi continuamente en las trincheras.
Pero había mucho de experimento en
la ofensiva aliada: la gran escala de las operaciones y la enorme cantidad de hombres
y material a mover,las dificultades de
observación por el gran tamaño del campo de batalla,la transmisión de información a través de sistemas de comunicaciones anticuados, etc
Se hizo un gran esfuerzo para
mantener la ofensiva en secreto, pero el movimiento de grandes unidades de tropas, artillería y
material por las líneas británicas no tardo en llamar la atención de los
alemanes,que sabían que se iba a producir una ofensiva y donde iba a ser,aunque no sabían
exactamente cuando.
En la noche del 10 de marzo, la 1ª
y 2ª compañía del 2º batallon de gurkas lograron un éxito que nadie
esperaba,cuando avanzaron a través del
bosque de Biez aprovechando las hora nocturnas hasta llegar al extremo este del
bosque, sin encontrar al enemigo.
Podía haber sido una gran
oportunidad para romper la línea defensiva alemana, pero las órdenes que llegaron a los gurkas les ordenaron cavar trincheras y
consolidar la posición.
Peor aun, las siguientes ordenes que recibieron del
alto mando aliado ordenaban abandonar las posiciones y retirarse 800 metros hacia
el oeste, perdiendo así la oportunidad de causar una severa derrota a los
alemanes y poder romper aunque fuera momentaneamente con la guerra de
trincheras.
Seguramente el error se debiera a
la lentitud de las transmisiones, que tenían que recorrer una larga cadena de
mando usando órdenes escritas o verbales. Cualquier orden que un general en su
puesto de mando emitiera, tardaba horas en llegar al ultimo eslabón de la cadena,
los soldados en el campo de batalla.
Y las noticias con los éxitos de
los soldados en el campo de batalla tardaban también horas en llegar al alto mando, que cuando quería aprovechar la situación favorable ya era demasiado
tarde.
ASi, la ventana de oportunidad que
se había abierto con el éxito ofensivo del cuerpo hindú en Neuve Chapelle se
cerró, y en los diez días siguientes, el cuerpo tuvo más de 10.000 bajas.
El ataque principal sobre la localidad
de Neuve Chapelle lo ejecutó el 2º batallón del 3er regimentó gurka, que alcanzó y
supero sin excesivos problemas la primera línea de trincheras germanas. Pero cuando
intentaron progresar fueron repelidos por las ametralladoras pesadas alemanas
desde unas ruinas cercanas a la fábrica de cerveza de la localidad.
Fue entonces cuando apareció en escena
Havildar Bahadur Thapa, un diminuto gurka que lideró una escuadra que tomó por asalto una casa
terminando con la vida de 16 soldados alemanes y apoderándose de dos ametralladoras.
Su valerosa acción le valió la concesión
de la Orden Hindú del merito en combate, por su “fiel y honorable servicio”.
"El Cristo de las trincheras " en Neuve Chapelle.
No hay comentarios:
Publicar un comentario