martes, 11 de junio de 2019

1914 : Gurkas : 1ª guerra mundial ( 2ª parte )



 Viene de aquí:


  El bautismo de fuego de las dos divisiones del Cuerpo hindú en el frente occidental consistió en sufrir una intensa  preparación artillera alemana de tres horas de duración, seguido de un ataque de infantería.


  El enemigo pudo ser rechazado finalmente, pero tras 24 horas de combate, 6 de los 10 oficiales ingleses del batallón gurka habían muerto, y otros dos habían sido heridos de gravedad. (Parece que los oficiales ingleses se exponían demasiado al fuego enemigo en un intento para animar a sus hombres en la nueva experiencia de la guerra de trincheras).


  A primeros de noviembre, el segundo batallon de  gurkas había perdido a todos sus oficiales británicos, aunque los suboficiales gurkas lograron mantener la cohesión del batallón hasta la llegada de nuevos oficailes, y siempre causaron un gran número de bajas al enemigo.


  La incesante lluvia otoñal y el lúgubre paisaje no beneficiaban a la moral de los soldados gurkas. El incesante fuego de la artilleria enemiga destrozaba los arboles, cuyos restos caían sobre las trincheras  inundadas, en donde se mezclaban con restos humanos,barro,restso de animales,etc


  De los 736 oficiales y soldados del 1 batallon de  gurkas, que había llegado a las trincheras en  el sector de Givenchy el 17 de noviembre de 1914, apenas quedaban 425 soldados en disposicion de  combatir solo una semana después.

 Gurkas honrando a sus camaradas caidos en el frente.


  Para sumar aun mas desgracias a los recién llegados al frente occidental, el invierno de 1914-15 fue el mas frio desde el comienzo del siglo, y la congelacion de  distintas partes del cuerpo era un serio problema para los soldados de todas las naciones que allí combatían.


  A mediados de diciembre de 1914, el cuerpo hindú, aunque un tanto escaso de efectivos, fue convocado para participar en una serie de ataques de distracción en el entorno de la ofensiva de Messines, obra del general Sir Horace Smith Dorrien.


  Las bajas de la unidad continuaron siendo muy altas, y a finales de diciembre el cuerpo hindú fue retirado de primera linea para disfrutar de un merecido descanso.


  Tras los dos primeros meses de presencia del cuerpo hindú en las trincheras del frente occidental, se habían contabilizado en la unidad 1.297 muertos, 5.860 heridos y 2.322 desaparecidos, lo que significaba aproximadamente la mitad de su potencial humano.


  Durante el breve descanso se reemplazó el equipamiento dañado mientras se seguían recibiendo refuerzos desde la India, que inmediatamente se dedicaban a nuevos ejercicios y entrenamientos para acoplarse con mayor facilidad a la guerra de trincheras.


  El día 15 de enero de 1915, el cuerpo hindú volvió al frente.Los dos primeros meses de 1915 fueron de relativa calma y pocas bajas,dedicando el tiempo los gurkas a reparar y reforzar las trincheras que ocupaban. Este periodo de calma iba a ayudar considerablemente a la aclimatacion de las unidades gurkas en el frente occidental cuando diera comienzo la batalla de Neuve Chapelle a comienzos del verano de 1915, una sangrienta batalla que no iba a tener un vencedor claro.

 Posiciones aliadas antes del comienzo de la batalla de Neuve Chapelle.


  El objetivo del ataque que iba a protagonizar el cuerpo hindú sobre Neuve Chapelle era tomar la colina de Aubers, cerca de Lille.En esta ocasion, el ataque había sido bien planificado, y se disponía de una buena concentracion de artilleria aliada y de una modesta superioridad numérica sobre las fuerzas alemanas en la zona.


  Los preparativos para la ofensiva habian llevado semanas, y el apoyo logístico para las tropas había sido preparado hasta el menor detalle. La batalla  de Neuve Chapelle iba a ser la primer ofensiva seria de los aliados tras los primeros meses de guerra, pasados  casi continuamente en las trincheras.


  Pero había mucho de experimento en la ofensiva aliada: la gran escala de las operaciones y la enorme cantidad de hombres y material  a mover,las dificultades de observación por el gran tamaño del campo de  batalla,la transmisión de información a través de sistemas de comunicaciones anticuados, etc


  Se hizo un gran esfuerzo para mantener la ofensiva en secreto, pero el movimiento de  grandes unidades de tropas, artillería y material por las líneas británicas no tardo en llamar  la atención de los alemanes,que sabían que se iba a producir una ofensiva  y donde iba a ser,aunque no sabían exactamente cuando.


  En la noche del 10 de marzo, la 1ª y 2ª compañía del 2º batallon de gurkas lograron un éxito que nadie esperaba,cuando avanzaron a  través del bosque de Biez aprovechando las hora nocturnas hasta llegar al extremo este del bosque, sin encontrar al enemigo.


  Podía haber sido una gran oportunidad para romper la línea defensiva alemana, pero las órdenes que llegaron  a los gurkas les ordenaron cavar trincheras y consolidar la posición. 

  Peor aun, las siguientes ordenes que recibieron del alto mando aliado ordenaban abandonar las posiciones y retirarse 800 metros hacia el oeste, perdiendo así la oportunidad de causar una severa derrota a los alemanes y poder romper aunque fuera momentaneamente con la guerra de trincheras.




  Seguramente el error se debiera a la lentitud de las transmisiones, que tenían que recorrer una larga cadena de mando usando órdenes escritas o verbales. Cualquier orden que un general en su puesto de mando emitiera, tardaba horas en llegar al ultimo eslabón de la cadena, los soldados en el campo de  batalla.


  Y las noticias con los éxitos de los soldados en el campo de batalla tardaban también horas en llegar al alto mando, que cuando quería aprovechar la situación favorable ya era demasiado tarde.


  ASi, la ventana de oportunidad que se había abierto con el éxito ofensivo del cuerpo hindú en Neuve Chapelle se cerró, y en los diez días siguientes, el cuerpo tuvo más de 10.000 bajas.


  El ataque principal sobre la localidad de Neuve Chapelle lo ejecutó el 2º batallón del 3er regimentó gurka, que alcanzó y supero sin excesivos problemas la primera línea de trincheras germanas. Pero cuando intentaron progresar fueron repelidos por las ametralladoras pesadas alemanas desde unas ruinas cercanas a la fábrica de cerveza de la localidad.


  Fue entonces cuando apareció en escena Havildar Bahadur Thapa, un diminuto gurka que  lideró una escuadra que tomó por asalto una casa terminando con la vida de 16 soldados alemanes y apoderándose de dos ametralladoras.


  Su valerosa acción le valió la concesión de la Orden Hindú del merito en combate, por su “fiel y honorable servicio”.

 "El Cristo de las trincheras " en Neuve Chapelle.


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