Viene de aquí:
Cuando terminó la batalla del Sucro, Metelo Pio marchó de inmediato a reunirse con
Pompeyo para adularlo y felicitarlo por la victoria
Pero Pompeyo ordenó a sus
lictores postrar sus fasces (símbolos del rango de cualquier magistrado romano),
lo que significaba que reconocía a Metelo como a un superior.
Lictor.
Metelo sabía que la moral del
joven Pompeyo era bastante frágil, e insistió
en tratarlo como a un igual.Tambien sabia Metelo que los oficiales de Pompeyo lo
respetaban y obedecían ciegamente, y no quería molestarlo mas de lo necesario,
so pena que decidiese volver a Roma.
Metelo estaba sumamente contento.
Mientras las tropas de Pompeyo se habían
enfrentado en numerosos ocasiones a las de Sertorio, y habían sufrido muchas bajas,
las suyas apenas se habían tenido que enfrentar con infanteria ligera en escasos numeros.
Tras la batalla del rio Sucro, Sertorio había tenido que abandonar la costa mediterránea y se habia retirado
hasta Clunia (mas tarde Clunia Sulpicia, actual Peñalba de Castro, en la
provincia de Burgos), un antiguo asentamiento arévaco en las montañas de Celtiberia.
Sertorio se había quedado sin la
mayor parte de su infantería pesada, los legionarios de Perpenna (solo quedaban
dos legiones incompletas), pero aún le quedaban sus iberos, que en las
quebradas tierras de Celtiberia se encontraban en su terreno.
Metelo pensaba que lo único que
quedaba por hacer era perseguir a los sertorianos y acabar con ellos
definitivamente.Y siguió a Sertorio ,internándose en la meseta celtibera.
Clunia.
Pero Sertorio, veterano líder
guerrillero, volvió a verlo claro. Las legiones romanas en marcha eran una
maravilla en organización y logística, y muchas de las victorias de los ejercitos romanos se habían producido
simplemente porque los legionarios podían permanecer combatiendo en el campo de batalla mientras sus enemigos habian tenido que
dispersarse por falta de suministros y provisiones.
Esa superior logística romana no
le era necesaria a Sertorio.Con su superior caballería y el conocimiento del terreno
a su favor comenzó a lanzar ataques sobre los grupos encargados de la intendencia
para los soldados de Metelo.
Con serias dificultades para
aprovisionarse, Metelo se vio obligado a hacer
lo que Sertorio deseaba: abandonar sus campamentos e intentar conseguir suministros
saqueando poblaciones y granjas, incluida la ciudad celtibera de Segontia (actual Siguenza, en la provincia de Guadalajara).
Segontia.
El pillaje de los soldados de Metelo sobre las posesiones de los
iberos terminó con cualquier duda que estos pudieran tener sobre el bando en el
que situarse.Sabian también que Sertorio tenía a Metelo donde quería, y no
querían esperar a ver uno más de sus asentamientos saqueado por los legionarios
romanos.Asi que en cuanto divisaban a los forrajeadores romanos se lanzaban
sobre ellos.
Según Plutarco, Sertorio fue
obligado a presentar batalla por sus aliados ibéricos.Habia hecho un gran trabajo
destruyendo las lineas de aprovisionamiento de Metelo, sin ninguna necesidad de combatir, y Metelo no había variado su estrategia,
así que Sertorio no tenía ninguna intención de combatir en campo abierto.
Pero sus aliados iberos tenían otra
idea, y según la descripcion que de la batalla
hace Plutarco ,el combate empezó con un limitado enfrentamiento entre pequeños contingentes
de iberos contra un pequeño contingente
de romanos, al que poco a poco se fueron añadiendo fuerzas para ambos
bandos,hasta convertir lo que era una pequeña escaramuza en una batalla a gran
escala.
Metelo avanzaba hacia Segontia
siguiendo el valle del rio Duero, mientras las tropas de Sertorio se desplegaban
en las colinas. Según avanzaban las tropas de Metelo, alguna tribu ibera se dio
cuenta que se encontraba de pronto frente a la retaguardia y el tren de provisiones
romano, un suculento premio que no estaban dispuestos a despreciar. Y se
lanzaron sobre la retaguardia romana.
La batalla de Segontia duró desde
el amanecer hasta la noche, y una de las primeras victimas fue el cuñado de Pompeyo, Cayo Memio, un veterano de las guerras en Hispania que servía bajo el mando de Metelo.
De la descripción de la batalla
puede parecer que la intencion de Sertorio fue la misma que la de Alejandro Magno en Gaugamela, es decir,intentar atrapar o matar al general enemigo.
En Gaugamela, las tropas
escogidas de Alejandro se habían dirigido directamente sobre la posición del
rey Dario, el rey persa.Cuando los macedonios destruyeron a la escolta del rey persa,
Dario abandonó el campo de batalla.
¿Quizás Sertorio pensaba que Metelo Pio, ya casi un anciano, escaparía con su ejercito si se veía en problemas ?
“Vencía, por tanto, Sertorio, y con gran mortandad de los que se le
oponían trataba de penetrar hasta Metelo, el cual, sosteniéndose y peleando
alentadamente, fuera de lo que permitía su edad, fue herido de un bote de
lanza”.
Pero Sertorio no pudo terminar
con Metelo, ya que la guardia personal del romano consiguió poner a salvo a su comandante.
Después, tras dejar a Metelo en la seguridad de la retaguardia, cargaron contra
los hombres de Sertorio.
Aunque Sertorio había derrotado a Metelo causándole 6000 bajas,habia perdido 3000 irremplazables soldados.Y Pompeyo había logrado terminar con otros 5.000 de los legionarios de pPerpenna,al
que solo le quedaban los efectivos para completar una sola legión.
Con la perdida de los scutati ( infanteria pesada ibera ) de Cayo Hirtuleio en Itálica solo unos meses antes, a Sertorio apenas le quedaba
infantería pesada. Así que desapareció del campo de batalla.
Scutati.
Metelo, exultante por la
victoria,ordeno a sus soldados montar el campamento, sin tomar ninguna medida
para asegurarlo.Asi que, al día siguiente de la batalla,Sertorio demostró a Metelo que aun no se había retirado, y atacó el campamento.Afortunadamente para Metelo, Pompeyo pudo reunir sus tropas a toda prisa y salvar la situación
avanzando sobre el campamento y obligando
a Sertorio a retirarse.
Segontia fue la última gran
batalla de Sertorio, y también fue la penúltima gran batalla de Pompeyo (solo la batalla de Farsalia, 26 años después).
Metelo estaba exultante.La
infantería pesada de su enemigo había casi desaparecido, la moral de sus legionarios
estaba más alta que nunca, y había
demostrado a las ciudades de Hispania que siempre que se enfrentaba a Sertorio
en campo abierto lo derrotaba.
Tras tres años son nada que
celebrar, Metelo Pio iba a aprovechar su momento. Sus soldados le saludaban como
Imperator y las ciudades por las que pasaba celebraban sacrificios en altares
dedicados a él. Estatuas dedicadas a Nike, la diosa de la victoria, coronas de
laurel y túnicas moradas signos de la victoria, bebiendo vino en copas ricamente
decoradas mientras coros de niños
y mujeres cantaban himnos de guerra y victoria.
Sin la infantería pesada, Sertorio no podría amenazar Turdetania o la costa mediterránea, mientras las legiones
de Metelo y Pompeyo podrían marchar a cualquier parte.La destrucción sus legionarios
significaba que Sertorio ya no podría ganar la guerra, solo Roma podría perderla.
Pero mientras el senado romano siguiera enviando recursos y refuerzos a Hispania,
la victoria romana podría tardar en llegar, pero finalmente llegaria, tarde o
temprano.
"Quinto Sertorio y la cola de caballo",obra de Gerard Van Kuijl.
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