"Nadie tiene la intencion de construir un muro", Walter Ulbricht, 15 de junio de 1961. |
Viene de aquí:
Con la suerte de Berlín sellada, Ulbricht y Kruschev volvieron a hablar del asunto en la reunión de los líderes de los países pertenecientes al Pacto de Varsovia, en Moscú entre el 3 y el 5 de agosto de 1961.
En una reunión aparte entre ambos líderes, Ulbricht pregunto a Kruschev cuando deberia comenzar la construccion del muro. El líder comunista alemán temía que las potencias aliadas se opusieran incluso con las armas, a la construccion del muro, y pedía ayuda al líder soviético.
Reunion del pacto de Varsovia en Moscu, 3-5 agosto de 1961. |
Ulbricht contó a Kruschev que los trabajadores que iban a construir el muro y las fuerzas de seguridad de Berlin este estarían preparadas en dos semanas. Kruschev respondió que Ulbricht podía comenzar la construccion del muro cuando lo deseara, que las tropas de ocupación soviéticas en Alemania oriental serian puestas en estado de alerta máxima.
El 7 de agosto, Ulbricht se reunía con el politburó del partido comunista alemán, y anunciaba que había llegado a un acuerdo con Kruschev para fijar por donde exactamente discurriria el muro.
Y los trabajos preliminares para la construccion del muro darían comienzo en la noche del 12 al 13 de agosto, sábado.
Pocas horas antes del comienzo de la operacion Rose, el consejo de ministros de la Republica Democrática alemana anunciaba: “Para detener las actividades hostiles de las fuerzas militaristas y revanchistas de Alemania occidental y Berlín oeste, el control de fronteras de la DDR se dispone a marcar físicamente las fronteras del estado, incluyendo los limites de los sectores occidentales de Berlín oeste”.
En condiciones de máximo secreto, los últimos preparativos para la operación Rose aceleraron hacia su inevitable conclusión. Los planificadores de la DDR habían repartido instrucciones que cubrían todos los aspectos de la construccion del muro, desde el corte de carreteras y vías férreas, la detencion de tranvías, aviones, automoviles, etc ,el cierre de vías fluviales y la prohibición a los peatones de pasar de la zona este a la oeste.Tambien se tomo en cuenta tapiar todas las ventanas y puertas de los edificios de Berlín este que daban a Berlín occidental, y el despliegue de decenas de miles de metros de alambradas.
Para poner la operación Rose en marcha, el gobierno de la DDR disponía de una gran cantidad de recursos. En términos humanos, se iba a disponer de más de 8.000 policías, además de 4.000 miembros del Bereitschaftpolizei (antidisturbios) y otros 6.000 miembros de la STASI, casi todos armados.
Iban a estar apoyados por 12.000 miembros de las milicias de trabajadores de Berlín este , Betriebskampfgruppen.Por último, no menos de 10.000 soldados del ejército regular de la DDR estaban estacionados en el interior y las inmediaciones de la línea fronteriza, apoyados por varios miles de soldados soviéticos prestos a entrar en acción si se producían incidentes graves con los soldados de las potencias aliadas, ya que Kruschev había asegurado a Ulbricht que mantendría las seguridad del anillo de hierro que rodeaba Berlín.
Milicia de trabajadores Betriebskampfgruppen |
Si alguien necesitaba alguna prueba de que iba a ocurrir exactamente, solo tenía que mantenerse atento a las evoluciones de un joven de 21 años, Hagen Koch.
Graduado en dibujo técnico, Koch había sido reclutado por el Ministerium Fur Staatssicherheit (ministerio para la seguridad del estado), la STASI, como cartógrafo.
Iba a ser Koch el que tuviera la vital tarea de delimitar la ruta exacta que iba a seguir el muro.
Cualquier observador casual de Berlín occidental en los días anteriores al día 12 podía haberse fijado en las evoluciones de Koch. En apenas tres días, el oficial de la STASI había recorrido más de 40 kilómetros con una lata de pintura blanca en una mano y una brocha en la otra, encorvándose cada pocas decenas de metros para marcar líneas blancas en el terreno.
Hagen Koch en 2007, en un articulo para la revista Der Spiegel |
Los preparativos para dar comienzo a la operación Rose habían terminado.
Ente los berlineses que se
habian dado cuenta que la situación de Berlín
iba a cambiar irremisiblemente se encontraba Robert H. Lochner, periodista y director de la RIAS, las emisiones de radio en ingles para el sector
estadounidense de Berlin.
Lochner explicaría más tarde como había llegado a esa conclusión: ”el número de refugiados que cruzaban al Berlín occidental había aumentado considerablemente los primeros días de agosto. De un millar a la semana antes de la construcción del muro, a tres mil refugiados al día. Sabíamos que la DDR iba a reaccionar, pero simplemente creíamos que se iban a incrementar los controles en cada sector, y nadie creia que se atrevieran a dejar aislados a millones de personas en Berlin."
Al atardecer del 12 de agosto, Ulbritch convoco a todos los miembros del gobierno de la DDR y a los miembros del politburó del SED (partido socialista unificado de Alemania) a una fiesta campestre en los terrenos de una finca gubernamental en Grosser Dollnsee, al noroeste de Berlín.
A decir de algún periodista que había acudido a cubrir el evento, todos los participantes parecían estar divirtiéndose, alegres y relajados. Pero la actitud de los asistentes cambio cuando se les indico que nadie, ni siquiera el servicio, podría abandonar la finca hasta la mañana del sábado.
La justificación por ese cambio draconiano llego tras la cena, cuando Ulbricht pudo reunir a todos los invitados en el mismo sitio. Eran alrededor de las 10 de la noche cuando Ulbricht informaba de su decisión de cerrar las fronteras entre el Berlín oriental y el occidental. Cuando pregunto a los asistentes si todos estaban de acuerdo, nadie se opuso.
“Durante todo el día de hoy, cientos de unidades de la policía y grupos de milicia de trabajadores han permanecido a la espera en barracones y campos de entrenamiento. A las 8 de la tarde, las ordenes selladas de la operación Rose han sido enviadas y abiertas en destino. Oficiales de alta graduación de la policía y del ejercito popular han sido convocados en el cuartel general del ejercito en Schloss Wilkendorf, al norte de Estrasburgo. Oficiales de nivel medio y comandantes de batallón seran avisados telefónicamente. A las 21 horas, todos estarán al tanto de cuáles son sus tareas en la operación Rose”.
Carros de combate sovieticos en la Warschauer Strasse, cerca del limite entre el Berlin este y el oeste. |
A las 10 de la noche, Erich Honecker, miembro del politburó y secretario de seguridad del partido comunista informaba a Ulbricht que todo marchaba como se había planificado, Dos horas mas tarde, mientras el resto del gobierno continuaba con la fiesta campestre, Honecker telefoneaba al cuartel general del ejercito y daba la orden “Ya saben cuál es su tarea. En marcha!!!”.
Erich Honecker, en septiembre de 1961. |
A las doce de la noche, las agencias informativas que cubian la información de Berlín comenzaron a recibir reportes de lo que estaba empezando a ocurrir. El "ejercito de trabajadores" de Honecker había comenzado a trabajar en todas las calles de Berlin, tapiando calles y sellando cruces, mientras la mayoría de la población berlinesa dormía.
Según pasaban los minutos, más y mas rollos de alambre de espino aparecían, al mismo tiempo que partes del pavimento eran arrancados y desaparecían, para permitir la instalacion de obstáculos, postes y bolardos ,etc .Apenas en un par de horas, casi todos los cruces entre los diferentes sectores de la ciudad habían sido cerrados. Al mismo tiempo, todas las lineas de transporte tanto subterraneas como férreas y aéreas habían sido cortadas, dejando provisionalmente un solo tren en la estación ferroviaria de la Friedrichstrasse.
Fue un duro amanecer para muchos berlineses, que despertaban descubriendo lo que había pasado.
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