Viene de aquí:
La legión de la policía lisboeta era el contingente más numeroso del que Portugal disponía tras la invasión francesa, contando con más de 1200 hombres. La legión era vital para mantener la paz en la capital portuguesa, y tras recibir la noticia de su deserción masiva, el responsable civil francés en Lisboa, conde de Novion, envió un mensaje urgente al gobernador de Santarém clamando por el envio de tropas francesas.
El gobernador ordeno al sargento Gambus formar un destacamento de infantería portuguesa para emboscar a los desertores y evitar que se reunieran con el ejercito ingles.
Apenas salió de Lisboa con sus tropas, el sargento Gambus declaró su odio eterno a los franceses y marcho hacia Coímbra para unirse a la caballería de la legion. Alli fueron recibidos entusiásticamente por la poblacion local y el general Andrada, que anuncio su deseo de asegurar el retorno del regente, aunque para ello tuviera que liquidar a todos los franceses presentes en tierras portuguesas.
Al día siguiente, el teniente Antonio Pereira llevo a Coímbra una columna de caballeria de unos 70 jinetes con sus caballos. Habian estado sirviendo a las órdenes del barón de Viomenil en Salvaterra de Magos, pero cuando escucharon los rumores que indicaban que varias unidades portuguesas al servicio de los franceses estaban desertando, subieron a sus caballos y salieron al galope para evitar la vigilancia de varios oficiales portugueses, que se negaban a desertar.
Wellesley ya disponía en la península de mas de 13.000 hombres, a los que esperaba unir los aproximadamente 5.000 portugueses que se habían puesto a las órdenes del general Freire.
Wellesley orden al almirante Cotton llevar la flota a la desembocadura del Tajo y prepara allí una demostracion de fuerza, para hacer creer a los franceses que el desembarco seria allí, en Lisboa, e inducirlos a mover tropas que de otra manera podían obstaculizar el avance del ejercito inglés.
Para seguir recibiendo refuerzos y aprovisionamiento de los navíos de la Royal Navy, la intencion de Wellesley era la de mantenerse lo mas cercano posible a la costa durante su marcha hacia el sur.
Cuando Junot escuchó las noticias del desembarco ingles, se dio cuenta de repente que las tropas franceses que tenía a su mando en Portugal iban a ser insuficientes. Las noticias de la reciente victoria de Bessieres habían restaurado la moral de las tropas, pero la rendicion de Dupont en Bailen había sido catastrófica para la moral de los soldados franceses en la peninsula iberica. Y la consiguiente retirada del rey José de Madrid hacia el rio Ebro había puesto tierra de por medio entre el ejercito de Junot en Portugal y el grueso de las tropas francesas en la península.
Con pocas esperanzas de recibir refuerzos, la mejor oportunidad de Junot era tratar de concentrar sus fuerzas para derrotar al ejército de Wellesley antes que pudiera asentarse en Portugal.
Si no lo conseguia, daría alas a la insurgencia portuguesa, que respaldada por el ejercito británico sería extremadamente difícil de derrotar.
Las tropas francesas se extendían por toda la geografía de Portugal, y tras el desembarco británico Junot envio despachos para que todas las unidades que pudieran se dirigieran rápidamente hacia Lisboa.
El general Loison estaba ocupado
en las cercanías de Badajoz cuando recibió las órdenes. Dejo una fuerte guarnición
en Envas y con sus restantes 6.000 soldados marcho al socorro de la capital portuguesa
Junot envió varios mensaje al almirante Siniavin solicitándole la ayuda de la flota rusa, ya que el enemigo de ambos, Inglaterra, había intervenido directamente en España, y los rusos ya no tenían excusas para permanecer neutrales.
Almirante Dimitri Siniavin. |
La flota rusa se encontraba en el estuario del Tajo, y el almirante Siniavin no tenía ninguna intención de arriesgar su flota enfrentándola a la potente escuadra inglesa, a menos que los navios ingleses intentaran forzar la entrada al rio Tajo.
Junot esperaba que los navíos rusos pudieran al menos distraer a la Royal Navy ocupando la entrada al rio Tajo, para asi poder reunir algunos soldados de las guarniciones francesas cercanas a Lisboa. Pero la negativa rusa significaba que los hombres que Junot necesitaba para oponerse al avance británico seguirían en Lisboa, defendiendo la capital.
Junot encargo al general Delaborde tomar sus tropas y avanzar contra el enemigo, observar sus movimientos y maniobrar de la manera necesaria para retrasar la marcha del ejercito de Wellesley, para así dar algo de tiempo al general Loison para reunir las reservas francesas antes de lanzarlas a la batalla.
General Henry Francois Delaborde. |
Mientras, las tropas britanicas y portuguesas se encontraban el día 11 de agosto en Leiria, y sus respectivos comandantes comenzaron a discutir el curso de acción a llevar.
El general Freire quería marchar directamente sobre Lisboa, marchando por las montañas que rodeaban Santarém, abandonando así la costa. Pero Wellesley se negaba a perder la conexión con su flota. Además , pensaba que transportar la artillería por el terreno montañoso sería muy dificultoso y se perderia demasiado tiempo.
Los suministros conseguidos por la junta de Oporto se habían repartido en Leiria entre ambos contingentes, portugués y britanico. Pero los soldados de Freire se habían apropiado de buena parte de los suministros, lo que provoco fuertes discusiones entre oficiales de ambos ejércitos, culminando con la negativa del general Freire de combinar sus fuerzas con las de Wellesley.
Finalmente, tras intensas negociaciones, Freire consintió en ceder a Wellesley 1600 hombres de infantería ligera y un par de centenares de soldados de caballería, a los que se puso bajo mando del coronel Nicholas Trant, un irlandés que servía en el ejercito portugués,caballeria bien equipada y entrenada que iba a ser bienvenida en un ejercito ingles que tenía una importante escasez de esa arma.
Wellesley sospechaba que no iba a tardar mucho en encontrarse con el enemigo, y decidió dejar tiendas y aprovisionamiento innecesario en Leiria, además de algunos cañones por la falta de mulas para transportarlos. Al llegar a Alcobaca, fue informado que las tropas del general Thomieres habían abandonado la localidad hacia solo un día, aunque los franceses permanecían en las cercanías
Delaborde planeaba detener a los aliados antes de que llegaran a Batalha, pero tras recibir informes de la superioridad numérica del contingente anglo-portugués, decidió que el riesgo de quedar rodeado era grande, y retrocedió en busca de una mejor posición defensiva en Rolica.
Iba a ser allí donde los soldados británicos iban a disparar sus mosquetes por primera vez, cuando la vanguardia británica, formada por infantería ligera encontró a un grupo de forrajeadores franceses armados solamente con picas y algunos pocos mosquetes
Los franceses pudieron retroceder hasta un molino cercano, en donde resistieron los asaltos de cuatro compañías de infantería británica, hasta que se vieron obligados a retirarse hacia Rolica.
Perseguidos por los infantes británicos, los forrajeadores lograron llegar a Rolica, ocupada por los tirailleurs, lo que dio comienzo a un furioso tiroteo que duro hasta que llego la caballería francesa , obligando a los britanicos a retroceder.
Tirailleurs. |
Tras la escaramuza, los franceses se retiraron momentaneamnte de Rolica, creyendo que el grueso del ejercito de Wellesley estaba cerca. Pero, cuando Wellesley supo que Delaborde se había detenido y mostraba signos de oponerse al avance aliado, se preocupo, ya que no quería ser flanqueado por los dos ejércitos franceses en la zona, el de Delaborde y el de Loison.Y decidió atacar al día siguiente, antes que que ambos ejércitos franceses pudieran unirse.
Se retiro hasta Obidos, donde el ejercito paso la noche. Y a las 7 de la mañana del día 17 de agosto, el ejército anglo-portugués se puso en marcha hacia Rolica.
Sello conmemorativo de la batalla de Rolica. |
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