1808: Napoleón: 1ª guerra peninsular ( XIV )

 

Viene de aquí:

  Tras una singladura de 8 días en la fragata HMS Crocodile, sir Arthur llegaba a la Coruña el 20 de julio, recibiendo una cálida bienvenida de los miembros de la Junta Suprema de Galicia.

  Aunque los españoles recibieron con agrado la noticia de la cercana de una flota que transportaba un ejército británico para combatir al invasor francés, no deseaban que desembarcara en España, y advirtieron a Wellesley de la posibilidad que se produjeran incidentes , aconsejando el desembarco en Portugal

  Estaban contentos con la gran cantidad de pólvora y mosquetes  que los britanicos habian ya  desembarcado en Ferrol y Gijón. Pero declinaron aceptar la oferta de tropas, afirmando orgullosamente que tenían un ejercito de más de 40.000 hombres.

  Los miembros de la Junta y algunos oficiales del ejercito español contaron a los británicos una optimista historia de cómo progresaba la guerra. El ejercito español habría decidido retirarse “estratégicamente” tras la batalla de Medina de Río Seco, pero reclamaban que las tropas del general Besieres habían sufrido más de 6.000 bajas y la pérdida de 16 cañones. Pero la verdad era que los franceses habían divisado la fuerte posicion defensiva española  y habían logrado atacarla por los flancos.

  Culpándose uno al otro por el error cometido, dejar sus flancos al descubierto, los generales Cuesta y Blake habían dividido sus fuerzas para enfrentar a los franceses, dejando así expedito el camino hacia Madrid.

 

  Los españoles también avisaron a Wellesley que el asedio francés a Zaragoza había terminado, y que el ejercito de DuPont en Andalucía había sido derrotado (días antes de que se hiciera realidad).La unica información confiable que los españoles dieron a Wellesley fue que el levantamiento portuges en la region de  Oporto habia tenido éxito.

  Sir Arthur quedo gratamente sorprendido por la recepción que había disfrutado en Galicia, y también quedo asombrado porqué , en España, la simpatía hacia los franceses era practicamente inexistente.

  Poco familiarizado con las sutilezas de la diplomacia española y lo poco fiables que eran los agentes de la inteligencia española, creyó que todo lo que le decian los españoles era verdad.

  La realidad es que los españoles en Galicia no tenían apenas noticias de lo que pasaba en el resto del pais, y dudaban en aceptar la oferta inglesa para desembarcar su ejercito allí.

  EL 24 de julio el HMS Crocodile atracaba en Oporto. Recibido calurosamente, sir Arthur  se dio cuenta que la Junta Suprema de defensa de Oporto estaba al borde  de la rendición,tras los últimas derrotas sufridas. Los portugueses conocían el resultado de la batalla de Medina de Rio Seco, y sabían que había sido una clara derrota del ejercito español.

  Apresuradamente, los portugueses habían logrado reunir en Coímbra un contingente de 5.000 infantes y 300 de caballería, bajo el mando del general Bernandino Freire, aunque la mayoría eran milicianos mal armados.

 

  Incluso las tropas del ejército regular portugués tenían una seria escasez de mosquetes y pólvora.

  Así que se alegraron mucho cuando la flota de la Royal Navy se acerco para   desembarcar  su ejercito.

  Wellesley prometió a los portugueses armar su ejercito, pero antes deseaba verlo en persona  para comprobar sus cualidades. Tambien comenzó buscar carros y animales para transportarlos, consiguieron 500  mulas y 150 caballos y varias decenas de carros en buenas condiciones.

  Lo único que faltaba era encontrar un lugar en donde desembarcar. Wellesley y el almirante Cotton estuvieron de acuerdo en que las playas al sur de Oporto estaban amenazadas por la artillería de la fortaleza de Peniche, en manos francesas, y además estaban demasiado cerca de Lisboa, y las tropas que desembarcarían estarían en situacion de vulnerabilidad.

Peniche.

 

  Consultaron con los portugueses, que aconsejaron el desembarco en Figueira da Foz, en la bahía de  Mondego. La bahia seguía en poder portugués, fuertemente defendida sobre todo por el fuerte de santa Catalina, que tenía una potente guarnicion de  marinos portugueses.

Fuerte de Santa Catalina.

 

  Cerca del estuario del rio Mondego había grandes playas donde las tropas británicas  podrian desembarcar con seguridad. Pero  el Atlantico golpeaba con especial ferocidad en esa zona de la costa, y la tarea de desembarcar caballos y artilleria podría complicarse extraordinariamente.

  El desembarco comenzó el 1 de agosto, y como se preveía, las condiciones del mar entorpecieron la operacion.Sin un puerto en el que desembarcar, los navíos de la flota tenían que anclar a distancia de la playa, y municiones, caballos y artilleria debían ser transportadas a la costa en pequeñas barcas de fondo plano.

"Desembarco del ejercito britanico en la bahia de Mondego", obra de Henri Leveque.

 

  El desembarco iba a tardar 3 días en completarse, pero la moral britanica era alta, ya que se acababa de recibir la noticia de la derrota de las tropas del general Dupont en Bailen el 20 de julio. Tras una serie continuada de victorias francesas, la victoria en Bailen fue muy bien recibida, y los marinos británicos trabajaron con aun más entusiasmo.

  Justo cuando las operaciones de desembarco estaban acabando, una nueva flota aparecio por el horizonte.Era la flota que transportaba a los 4.000 hombres del general Spencer, desde Gibraltar. La flota de Spencer se habia retrasado, ya que la Junta de defensa de Sevilla habia puesto todos los obstaculos posibles para impedir el uso de Gibraltar por la Royal Navy.

 

  Pero finalmente Spencer ordeno zarpar a la flota, bajo su responsabilidad, ya que pensaba que su llegada a la costa portuguesa sería bien recibida.

  Más de 40 soldados britanicos y dos docenas de caballos desaparecieorn bajo el agua del Atlantico. Los pescadores locales pudieron salvar a unos cuantos soldados, en algunos casos sacándolos del agua sobre sus hombros, pero los caballos se perdieron irremisiblemente.

  Wellesley comandaba entonces un ejercito de 13.000 hombres para marchar sobre Lisboa, aunque aun esperaba la llegada de nuevos refuerzos desde Inglaterra que podrían elevar el numero de su ejercito hasta los 25.000 hombres.

  Una de las ventajas de desembarcar lejos de Lisboa era que los británicos iban a tener tiempo a aclimatarse, despues de las pobres condiciones de vida en su viaje en barco desde gran Bretaña.

  Wellesley quería sumar a su ejercito entre 2.000 y 5.000 soldados protugueses. No quería mas , ya que pensaba que las operaciones combinadas por ejércitos de diferentes lenguas , diferentes capacidades y diferentes mandos eran siempre dificultosas, y aceptar mas soldados portugueses podía ser contraproducente.

  El 7 de agosto, Wellesley marcho a Montemor Velho, al norte de Mondego, para inspeccionar la infantería del general Freire. Tras la inspección, Wellesley hizo entrega al general Freire de 5.000 mosquetes con sus bayonetas y cartuchos, para ser repartidos entre los mejores regimientos.

  El general Freire quería aun mas armas y municiones, pero Wellesley no quería dar municiones y armas  a los inexpertos milicianos y voluntarios civiles.

 

  Las relaciones entre ambos militares no empezaron bien, pero finalmente Freire accedio a  reunirse con el ejercito de Wellesley cuando pasara por la localidad de Leiria.

  Pero lo que Wellesley realmente necesitaba era mas caballería, si quería tener un ejercito  compensado yefectivo. Afortunadamente para los aliados, la presencia francesa en Portugal era tan impopular que incluso los miembros de la Guardia Real  de Lisboa se cuestionaban su servicio al régimen de Junot. Tras oír que los británicos habían desembarcado  y que los insurgentes portugueses  se habían unido a ellos y marchaban hacia Lisboa, el comandante Elesiario de Carvalho, decidió unirse a sus paisanos.

Guardia Real de Lisboa.

 

  La posibilidad de tener que combatir a sus paisanos en una guerra civil fue un  argumento decisivo, y toda la legión policial decidió desertar. Uniéndose a la cuarta compañía de infantería del mismo cuerpo, al mando del comandante Andrada, formaron un escuadrón,  abandonaron Lisboa  y se dirigieron al norte.

 

(Continuara...)