William Pitt,primer ministro britanico, cediendo parte del pastel europeo al pequeño general corso.
Tras el final de la guerra de la
recien nacida republica francesa contra la primera coalición europea en 1797, solo Gran
Bretaña continuaba en pie de guerra.
El directorio revolucionario
había decidió enviar a Napoleón Bonaparte a Egipto, para obligar a la flota
mercante británica a dar un larguísimo rodeo por el cabo de Buena Esperanza para
mantener abierta la principal ruta comercial entre las islas británicas y la India.
El ejercito de Napoleón para
conquistar Oriente,las "legiones de Roma" como el propio Bonaparte lo denominaba, iba a constar de cinco divisiones de infantería al mando de
los generales
Desaix,Reynier,Kleber,Menau y Bon, una división de caballería mandada
por Thomas Alexander Dumas y los artilleros del general D´Hilliers. Junto con los 35.000 soldados,iban a a marchar a
Egipto 170 ingenieros, matematicos, arquitectos, pintores, interpretes,etc
,pertenecientes a la Comisión de las Ciencias y las Artes, una comisión establecida por el directorio revolucionario
para darle un tono “intelectual“ a la expedición.
General Thomas Alexander Dumas.
El 19 de mayo de 1798, 300 barcos
zarpaban al unísono desde los puertos de Toulon, Ajaccio, Genova, Bastia y
Civita Vecchia, transportando al ejercito de Oriente y los pertrechos necesarios.
Una vez reunidos los diferentes contingentes
bajo el mando del vice almirante François Brueys d ´Aigalliers, la flota se dirigió
hacia Malta, adonde llegó el 9 de junio. En tres días, las tropas de Bonaparte terminaban con la breve resistencia de los integrantes de la Orden de los Caballeros Hospitalarios
de San Juan de Jerusalén (unos 1500 en la
isla, la mayoría de origen francés), que habían controlado Malta desde la
primera cruzada.
La flota francesa a su llegada a Malta.
Un tratado de paz se firmó al
siguiente día: la orden cedía a Francia los derechos de soberanía sobre la isla
de Malta y sus dependencias. A cambio, el gran Maestre de la orden , el baron aleman Ferdinand Von Hompesch (que no se había opuesto en demasía a la invasión de la isla)
fue premiado con una jugosa pensión vitalicia.Un pequeño número de caballeros
de la orden se unió al cuerpo expedicionario francés, aunque los caballeros de más
de 60 años fueron expulsados de la isla.
Tras el saqueo de los bienes de
las iglesias de la isla y los tesoros de la orden de San Juan ( unos 7
millones de francos de la época ,en total ),Napoleón dejó en Malta una
guarnicion de 4.000 soldados ( y varios de
los científicos que transportaba, que se negaron a continuar el viaje ),y la flota partió hacia Alejandría
el 18 de junio.
Fue ese el momento elegido por Napoleón
para informar a todos los integrantes de la expedición de cuál era el destino final.
Apenas 40 personas conocían el objetivo desde la partida de Francia, ni
siquiera algunos de los mas altos oficiales del ejercito de Oriente tenian algun conocimiento del destino final (algunos
creian que el objetivo era Crimea, otros Sicilia, e incluso algunos pensaban que
se trataba de la invasión a Portugal).
Napoleón había tratado por todos
los medios que la ruta y el destino de su flota de invasión no fuera conocida
por quién podía arruinarla, es decir, la flota británica al mando de Nelson,
que había pasado la mitad de mayo y principios de junio recorriendo el mediterraneo
occidental,pensando que flota francesa tenía la intención de invadir la India o controlar el cabo de Buena Esperanza,que los britanicos acababan de tomar a los holandeses.
Nelson se encontraba en Sicilia cuando tuvo conocimiento de la ocupacion de Malta por Napoleón. La flota británica zarpo apresuradamente, esta vez sí, hacia Alejandría.
La flota britanica,mas rápida (
sin buques de transporte ) adelantó a la flota francesa en la noche del 22 al
23 de junio ( ninguno se percató de la presencia del otro ),y llegó a Alejandría
la mañana del día 28.Como la flota francesa aun no había llegado,Nelson creyó
que el objetivo francés no era Egipto, sino la costa de Anatolia o el estrecho
del Bósforo,y partió hacia el noreste del mediterraneo,solo dos días antes de
que la flota francesa avistara la costa egipcia.
Al atardecer del día 1 de julio,
las primeras tropas francesas ponian pie en Egipto ,en Marabout, a poco más de
10 kilómetros al oeste de Alejandria.El mar estába sumamente picado, y una veintena de soldados
franceses tuvo el dudoso honor de morir ahogados cuando sus pequeñas barcas
zozobraron en el fuerte oleaje del golfo de Abukir y se hundieron.
A las 3 de la madrugada
apenas habian desembarcado 5.000 hombres, pero Bonaparte no queria esperar, temia que la flota britancia volviera a Alejandria y queria
estar protegido por las murallas de la ciudad antes de que la flota británica
pudiera reaparecer.
Sin caballería o artilleria, el
contingente al mando del propio Napoleón se dirigió en completo silencio hacia Alejandria.La retaguardia sufrió el ataque de varios grupos de caballería
beduina con origen en Alejandria, donde ya se habia detectado el desembarco francés.
Una treintena de franceses fueron
capturados por los beduinos (aunque fueron recuperados días después a cambio de una cabra o una
oveja por cada prisioneros), y las escaramuzas eran constantes, con el típico
sistema de ataque-retirada fingida de la caballería beduina.
Al amanecer, Bonaparte llegó ante
la columna de Pompeyo, construida de mármol rojo
de 25 metros de altura, erigida en el lugar por orden del emperador Diocleciano para conmemorar el exitoso asedio de Alejandría en el siglo III.
Napoleon en la Columna de Pompeyo.
Bonaparte asciende su base, para
tener una mejor visión, y divisa en la lejanía las murallas de Alejandría y sus
torres almenadas.
Pero, a finales del siglo XVIII, Alejandria no es más que una sombra de la esplendorosa ciudad que durante los
últimos siglos del imperio romano había alcanzado los más de 700.000
habitantes.
Cuando Napoleón llega a sus
puertas, Alejandria no tiene más de 20.000 habitantes, ya que se estima que
otros 50.000 de sus habitantes habían muerto pocos años atrás debido a una
sucesión de catastróficas epidemias de tifus, viruela y cólera.
La arena del desierto egipcio cubría
lo poco que quedaba de los esplendorosos palacios y monumentos de su gloriosos pasado,
y una vista más cercana a sus imponentes murallas revela su extrema debilidad
debída a su falta de mantenimiento y que se había derrumbado por partes, no
podría aguantar por demasiado tiempo a ningún
enemigo dotado de artillería moderna.
Cuando el contingente llega a
tiro de mosquete de la muralla, Napoleón ordenó dividir el contingente en tres regimientos
bajo mando de los generales Kleber, Bon y Menou y desplegarse frente a la muralla
por la parte suroeste de la ciudad.
Se dió la orden de ataque general.
El comandante de la guarnición turca de la ciudad, Sayid Mohamed Kurayim, trató
de organizar la resistencia, pero los infantes franceses escalaron la dañada
muralla con facilidad y tomaron la ciudad
en pocas horas.
A mediodía, Alejandria estaba en manos francesas, y los jeques entregaban las llaves de la ciudad como símbolo de
rendición.
Las tropas francesas habían
sufrido 300 bajas ( unos 50 muertos,que fueron enterrados en una fosa
cavada a los pies de la columna de Pompeyo),pero
Bonaparte no perdió el tiempo en
ceremonias. Rapidamente dictó una proclama ( impresa por una imprenta
traslada desde Francia en la fragata L´Orient )
en la que afirmaba que los franceses habían llegado a Egipto para hacer la voluntad de Ala, y que
su propósito era liberar al pueblo
egipcio de la esclavitud de los mamelucos otomanos.Ademas,Bonaparte
garantizaba que la fe islámica seria respetada y protegida por las bayonetas de sus propios soldados.
En las siguientes 24 horas, el
resto de tropas, caballos, cañones y suministros fueron desembarcados sin incidentes.
Los últimos en desembarcar fueron los científicos, disgustados por la completa
falta de atención que los militares tenían con ellos.
Pero Bonaparte tampoco tenía tiempo
para escuchar las quejas de los cientidficos.Las consideraciones de tipo
militar necesitaban de toda su atención.
Sus soldados vestían los uniformes
estilo europeo,completamente inapropiados para las altas temperaturas de Egipto;
su completo equipamiento no disponía de una simple cantimplora,y solo tenian
galletas secas para comer,etc. En la marcha del grueso del ejercito entre Marabount,el lugar del
desembarco, y Alejandria, apenas 10 kilometros,varios soldados enloquecieron por el
calor y se suicidaron, y otros muchos quedaron temporalmente ciegos por los reflejos
del sol en la arena.
Buena parte de las unidades del ejercito de Oriente estaban al borde del amotinamiento, y Napoleón decidió dar a su ejercito un
par de días de descanso y reposo en Alejandría , hasta el día 9 de
julio.
Columna de Pompeyo en la actualidad.
(Continuara…)
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