Viene de aquí:
El 25 de febrero de 1968, el K-129 había
zarpado de la base de Petropavlosk, para recorrer una ruta de unas 800 millas náuticas (1.500 kilometros,aprox. ) hasta una posición
al noreste de las islas Hawai.Desde allí estaría en disposición de atacar con sus misiles nucleares las instalaciones
de la armada y la aviación estadounidense en las islas si la guerra fría se
calentaba súbitamente.
Pero el submarino nunca llegó a su
destino. Su ruta hacia Hawái se vio interrumpida por un violento y letal
incidente que llevó a la desaparicion del submarino y la muerte de todos sus
tripulantes.
La posición del submarino cuando se hundió se encontraba casi exactamente sobre las coordenadas 38,5 norte, 178,5 oeste,
un área del océano Pacífico recorrida con frecuencia por los submarinos de la
flota soviética en sus patrullas rutinarias en el pacifico norte.
El mando de la flota soviética
del pacifico tomaba contacto radiofónico con todos sus submarinos desplegados
en unos dias y horas previamente determinados .Pero el K-129 había zarpado para
recorrer la mayoría de su ruta a Hawái en modo silencioso durante las dos primeras
semanas de navegacino, y su primer contacto radiofónico con su base no debía
producirse hasta el 8 de marzo.
Pero el día 8 no se recibió ningún
contacto del K-129, y el oficial de transmisiones del alto mando de la armada soviética informó a sus superiores,
que dieron la alarma inmediatamente.
Un fallo en las comunicaciones
entre el submarino y su base no indicaba necesariamente que hubiera ocurrido
algún suceso de importancia. Las transmisiones de radio no eran infalibles, y
los submarinos soviéticos de aquellos años eran conocidos por los frecuentes fallos.
El tiempo atmosférico también podía entorpecer las comunicaciones, y cuando el
capitán de un submarino soviético pensaba que su navío estaba bajo amenaza de ser descubierto, tenía la
orden de permanecer en silencio de radio.
Así que el alto mando de la
armada soviética no solía asumir que lo peor había pasado cuando uno de sus
submarinos no comunicaba cuando lo tenía estipulado.
Pero cuando el día siguiente, 9
de marzo, continuaban sin noticias del K-129, el pánico comenzó a extenderse por los altos mandos de la flota
soviética.
Aunque la URSS no había
perdido nunca un submarino cargado con misiles nucleares a bordo, la sola idea
de que algo así ocurriera se había convertido en una gran preocupacion,y se había
preparado un comité de expertos para ser consultados en caso de que ocurriera algo
asi.
La primera reunión del comité de expertos
intento aportar posibles causas que pudieran explicar la falta de comunicaciones
del K-129: un problema con la antena de la radio del submarino, una colisión
con algún otro navio, una perdida de flotabilidad causado por una enorme
entrada de agua en el submarino a través del snorkel mientras el submarino navegaba
con sus motores diesel, o un fuego catastrófico causado por el derrame y la combustion del combustible
de los misiles nucleares.
En algunos casos, extrañas y poco
frecuentes condiciones del mar (una zona de alta temperatura combinada con agua
de muy baja salinidad) podía llevar a un submarino rapidamente hacia su límite
de profundidad, el punto en el que el casco no soporta la presión e implosiona.
Esa circunstancia ya había ocurrido,en marzo del año 1965,cuando el K-163 estaba de patrulla
rutinaria en el norte del Pacifico.En menos
de dos minutos, el submarino había pasado de los 40 metros de profundidad hasta
su límite de profundidad (250 metros ),y se salvo solamente por que uno de los oficiales
fue capaz de darse cuenta del cambio de profundidad ( no reflejado por los instrumentos
del submarino ) y ordenó a la sala de motores ponerlos a máxima potencia hacia
la superficie.
Tras escuchar las sugerencias del
comité de sabios, la armada soviética puso en marcha la operacion de búsqueda y rescate,enviando una flotilla de
naves a la zona en donde se suponía se encontraría el submarino perdido.Se
tenia la esperanza que si el submarino no había sufrido graves daños estructurales
,estaría seguramente en la superficie, esperando la llegada de ayuda. Cada
submarino de la flota soviética zarpaba con suficientes provisiones para
mantener a su tripulación durante tres
meses.
La armada de los Estados Unidos mantenía
una constante presencia en las cercanías de la península de Kamchatka, y en
aquellos primeros días de marzo, el submarino USS Barb se encontraba a la escucha
cerca de Vladivostok cuando la movilización del grupo de búsqueda
de la armada soviética se puso en marcha.
El capitán del USS Barb,Bernard Kauderer, se preocupó seriamente al ver salir de los puertos soviéticos una
escuadra completa de submarinos con el sonar funcionando a tope,
sin preocuparse por la posibilidad de ser detectados. El capitan Kauderer decidió
seguir a la escuadra de submarinos soviéticos desde una distancia segura,
observando como, por turnos, mientras navegaban hacia el Pacifico, los submarinos
soviéticos se sumergían, volvían a la superficie, se sumergían de
nuevo,volvian a emerger y usaban la
radio por canales abiertos, sin preocuparse por ser detectados,mientras trataban
de contactar insistentemente con un navío que nunca contestaba:
“Estrella Roja, conteste”
El capitán Kauderer informó al
alto mando de la flota USA del pacifico, solicitando los pasos a seguir.
“Permanezca a la escucha”
Los siguientes días, la operación
de búsqueda se intensifico. Dos destructores, tres fragatas, tres dragaminas y
diez buques de apoyo se unieron a los 4 submarinos en la búsqueda del K-129.
Mientras los hidroaviones de
búsqueda y rescate de la flota soviética buscaban sin cesar por la ruta que
debía haber seguido el submarino perdido, los navíos usaban sus sonares a toda
potencia y fotografiaban sin cesar las profundidades marinas para tratar de detectar
alguna señal.
Las condiciones de mar no ayudaban.
Durante los primeros días de la búsqueda, las condiciones registraban el 9 en
la escala Douglas, una escala que designaba la dureza del mar tomando como
referencia el tamaño de las olas. El grado 9,el máximo grado, indicaba que las
olas podían superar los 15 metros de altura, y las condiciones del mar se convertían
entonces en brutales.
Escala Douglas.
La extraordinaria concentracion de aviones y navíos soviéticos empezó a llamar la
atención de los analistas de la flota USA
del Pacifico, que recomendaron enviar a la zona una escuadrilla de aviones Lockhed P-3C Orión antisubmarinos, que comenzaron a vigilar las evoluciones de los navíos soviéticos
desde la distancia.
Lockhed P-3C.
El mayor problema para los soviéticos
es que no sabían en donde se había perdido el K-129.Sabian que se dirigía hacia Hawai, asi que concentraron la búsqueda en esa ruta, buscando manchas de aceite,
restos de naufragios, cualquier cosa flotante en la superficie que pudiera
indicar la presencia del submarino.
Pero la zona de búsqueda era
demasiado grande (más de 1 millón de kilómetros cuadrados) a lo que había que
unir la profundidad del océano Pacifico, unos 6.000 metros en esa zona
determinada.
La vuelta a su base del K-129 estaba
prevista para el 5 de mayo.Cuando llegó esa fecha y el submarino no llegó, los familiares
de los miembros de la tripulación empezaron a
temer lo peor. Por parte de la
flota soviética no habían recibido ninguna información desde la partida del
submarino casi dos meses antes, y solo
los rumores indicaban que sus familiares no volverían a casa. A partir de
ese dia, los familiares comenzaron a congregarse en una plaza próxima a la sede la Flota Sovietica del pacifico vestidos todos de negro,
mientras exigían alguna noticia de lo ocurrido.
Pero, oficialmente, no fue hasta
el 12 de septiembre, seis meses después de la desaparición del K-129, que el mando
supremo de la armada soviética emitió un informe semi-publico en que se afirmaba que
el submarino había desaparecido mientras se encontraba en misión en el océano pacifico,
y que todos los hombres de la tripulación estaban “presumiblemente “muertos.
La palabra “presumiblemente” no era solo una forma de eludir la realidad,
también tenía una finalidad economica.Si se hubiera declarado oficialmente
muertos a los tripulantes del K-129, sus familias hubieran recibido el salario
y pensión completa correspondiente a un militar soviético muerto en acto de servicio.
Pero como no se había confirmado
la muerte de los tripulantes, a las familias solo se les concedió una pensión parcial
y un “bono”, correspondientes a lo que se pagaba a cualquier militar fallecido en un accidente.
Por orden del ministerio de
defensa de la URSS, el submarino K-129 fue borrado del registro de naves de la
flota sovietica, como si no hubiera existido, y a todos los efectos, Moscu decidió
dar por terminado el asunto.
Pero, a miles de kilómetros de Moscu, alguien si sabia donde podía encontrarse el K-129.Se habían escuchado
sonidos de una explosión submarina en medio del Océano Pacifico, y cuando se comprobó
que una flotilla soviética había estado buscando en la misma zona, comenzó a
atar cabos.
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