Viene de aquí:
El amanecer del día 8 llego con una tremenda escaramuza entre voltigueurs franceses y jagers rusos, un choque de infantería ligera y francotiradores, seguido por un feroz bombardeo artillero ruso sobre Eylau y las columnas de infantería francesa que rodeaban la ciudad.
A las 8 de la mañana, la artilleria francesa comenzó a responder al fuego ruso. A pesar de la ventaja numérica de la artilleria rusa, el fuego de contrabatería francés comenzó a causar serios daños en las baterías enemigas.
Aunque en varios aspectos los artilleros rusos eran tan buenos como los franceses, estos cargaban y disparaban más rápido y tenían mayor precisión, bombardeando las masivas formaciones rusas que habían comenzado a desplegarse con las primeras luces del día.
A diferencia de las expuestas tropas rusas, muchas de las unidades francesas estaban estacionadas detrás de Eylau y Rottenen, y las balas de cañón rusas dirigidas a ellos golpeaban en casas y edificios, sin alcanzar sus objetivos.
A media mañana, los exploradores franceses en el sur del frente divisaron en la lejanía a la vanguardia del general Friant, perteneciente al cuerpo de ejercito de Davout.
Para tratar de desviar la atención de los rusos de las tropas francesas que se acercaban desde el sur, Napoleón ordeno a Soult que avanzara y tomara una colina en la que había un molino de viento, justo frente a la posición que ocupaba la 5ª división de Tuchkov, junto a la localidad de Schloditten.
Para detener lo que pensaba era un avance general de toda la línea francesa, Tuchkov hizo avanzar sus unidades de infantería, provocando fuertes combate en torno al molino de viento. Tras varias cargas de la infantería rusa, las tropas de Soult fueron rechazadas casi hasta las cercanías de Eylau, con dos regimientos de dragones rusos pisando los talones de la infantería francesa en retirada.
La división de Augereau apenas había avanzado unos centenares de metros cuando perdió la dirección debido a la espesa nieve que caía incesante. Así, en vez de encontrarse con la vanguardia de las tropas rusas de Ostermann, se desviaron hacia la izquierda entrando de lleno en el alcance de los 70 cañones de las baterías de la division del baron Von Osten-Sacken .
"Ataque al cementerio", obra de Jean Antoine Simon Fort. |
Las balas de cañón y la metralla destrozaron las filas de la infantería de Augereau, dejando en pocos minutos miles de hombres sobre el campo de batalla, muertos o heridos.
Para empeorar la situación, el fuego de contrabatería francés contra la artilleria rusa alcanzaba a menudo a los flancos de la columna de Augereau, causando aun más bajas.
Tras la artilleria rusa, era el turno de la infantería, que se lanzo al ataque a bayoneta calada sobre las tropas de Augereau.Un feroz combate que duro media hora se produjo en el centro del despliegue ruso. Tras disparar sus mosquetes prácticamente a quemarropa, los hombres se lanzaban unos contra otros con bayonetas, a culatazos, con piedras o puños.
“Bayoneta y espada jugaban, exhuberantes, y bebieron hasta hartarse”.
Las unidades retrocedían, se reagrupaban, y volvían a la carga de nuevo. El regimiento de mosqueteros de Moscú, que había encabezado el ataque ruso, sufrió 668 muertos y 173 heridos, unas cifras que indican el alcance de la ferocidad del combate.
Mosqueteros rusos,1802-1807. |
Tras el ataque de la infantería rusa llego el turno de la caballería, cargas masivas de coraceros y dragones seguidos de cosacos, que atacaron en línea en vez de su tradicional ataque de diferentes grupos convergiendo sobre el mismo objetivo desde distintas direcciones.
La impetuosa carga de la caballeria rusa superó las posiciones de la infantería de Augereau, llegando a las baterías de la artilleria francesa, totalmente desprotegidas.Algunos artilleros consiguieron huir, pero la mayoría cayó bajo el acero de los sables rusos.
Incapaces de llevarse los cañones, los ingenieros rusos se dedicaron a destruir las ruedas de los cañones, para que al menos, los cañones estuvieran inutilizados un tiempo.
Aprovechando la retirada de las tropas de Augereau, las reservas rusas bajo mando del general Dokhturov avanzaron hacia la brecha que se había abierto en el centro del despliegue francés.
Las tropas de Augereau habían conseguido retroceder hasta la relativa seguridad que ofrecían los muros del cementerio de Eylau, pero en la confusión, los soldados del regimiento de infanteria de línea 14 quedaron aislados en un pequeño montículo, rodeado de contingentes rusos por todos los lados.
La bandera del regimiento seguia seguía ondeando, lo que indicaba que el regimiento se encontraba aún en pleno combate y necesitaba ayuda inmediata.
El emperador, conmovido por la resistencia de sus soldados, decidió intentar su rescate. Envió órdenes para que los soldados del 14º regimiento salieran del monticulo, formaran un cuadro y se retiraran a la mayor velocidad posible hacia las líneas francesas.
El general Marbot fue designado para llevar a cabo la operación, pero cuando transmitió las ordenes del emperador, el comandante del regimiento negó con la cabeza.
“No hay forma de salvar el regimiento.Vuelva con el emperador y dele las despedidas del 14º regimiento de infantería de línea, que cumple las ordenes hasta el final. Lleve consigo el águila, que dentro de poco ya no podremos defender, y así no caerá en poder del enemigo”.
Marbot tomo el estandarte con el aguila y se apresuro a regresar, pero fue herido y cayo inconsciente de su caballo. Horas después, tras hacerse pasar por muerto mientras era despojado de sus ricos ropajes por los cosacos, llegaba medio desnudo y sin águila a sus propias líneas.
Los soldados del 14º regimiento murieron todos, tras una carga rusa a la bayoneta.
La ultima resistencia del 14º regimiento de linea. |
Una potente columna rusa había llegado a Eylau.Napolen había establecido su puesto de mando cerca de una iglesia, y, para proteger al emperador, dos batallones de la guardia se apresuraron a atacar a los rusos que se aproximaban.
A última hora de la mañana, la situación de la Grande Armee evolucionaba a peor a cada momento.
A la izquierda, Soult no podía superar la defensa de las tropas de Tuchkov,bien asentadas en el terreno que defendian .En el centro,el cuerpo de ejercito de Augereau estaba seriamente dañado, y los supervivientes trataban de agruparse en el cementerio de Eylau.
Además de la guardia imperial, la caballeria de Murat era lo único de lo que disponía el emperador para intentar algún movimiento ofensivo con garantias de exito.
Desde la torre de la iglesia en la que estaba instalado su puesto de mando, Napoleón observaba el mar de relucientes bayonetas rusas avanzando hacia Eylau.A su lado se encontraba su cuñado, Murat, a quien preguntó: “¿ Dejaras que los rusos nos devoren?”.
Murat marcho a reunir a su caballería para preparase para el ataque.Treinta minutos más tarde, mas de 10.000 jinetes franceses avanzaban, liderados por el propio Murat agitando su fusta mientras se dirigian hacia los rusos.
"La carga de Murat" obra de Jean Antoine Simon Fort. |
Cada regimiento de caballeria formaba en columna, los coraceros del general de Grouchy, los dragones del brigada Louis Klein, con la cola de caballo de sus cascos ondeando al viento, cazadores a caballo con sus vistosas chaquetas verdes, etc.
Mientras se desplegaban, el fuego de la artilleria rusa y el fuego de mosquete dejo vacías muchas sillas de montar, enviando al suelo a muchos caballos y sus jinetes.
Coraceros en Eylau. |
La caballería de Murat consiguió abrirse paso a través de la primera linea de Dokhturov, que se estaba retirando de Eylau, pero fue detenida por la segunda línea y la artilleria rusa.
Murat reunió entonces a sus hombres, y les dirigió para volver de regreso a sus posiciones iniciales, perseguido por la caballería rusa.
El emperador envió a la caballería ligera de la guardia imperial y la caballería pesada de Lepic para cubrir la retirada de Murat.La carga de la caballería de Murat había costado cerca de dos mil jinetes, pero había dado al emperador un tiempo valiosísimo.
La desordenada infantería de Augereau y Soult había podido agruparse de nuevo, y se empezaban a oír en la distancia las trompetas y tambores que indicaban que el cuerpo de ejercito de Davout de acercaba al campo de batalla.
Aunque parecía el momento adecuado para enviar a la lucha a la guardia imperial, Napoleón decidió esperar, ya que temía la llegada de los prusianos en cualquier momento y además aun no tenia noticias del VI cuerpo de ejercito del mariscal Ney.
"Granaderos a caballo del general Lepic", obra de Edouard Detaille. |
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