Teniente Paul W. Beck, en el centro. |
Viene de aquí.
Un año antes que el presidente Roosevelt empezara a ver la aviación como un arma para la guerra, el teniente Paul W. Beck participaba en la primera reunión aérea de Los Ángeles como pasajero. El San Francisco Examiner informaba que : “Desde una altitud de más de 100 metros ,el teniente Beck había lanzado pequeños sacos de arena de alrededor de 1 kilo de peso."
El teniente no haba quedado satisfecho con el resultado, sobre todo con la escasa puntería. Al siguiente mes, el teniente Beck participaba en otra reunión aérea en el condado de San Mateo, a 20 kilómetros al sur de San Francisco.
El lugar en donde se celebro el evento era una aeródromo recién construido junto a una pista para carreras de caballos llamada Camp Selfridge en honor del teniente Thomas E. Selfridge, un militar originario de San Francisco que se había convertido en el primer muerto por accidente de aviación en 1908.
El accidente en el que Thomas Selfridge perdio la vida. |
El teniente Beck decidió que Camp Selfridge era el lugar ideal para llevar a cabo experimentos militares, convirtiendose así en el primer oficial del ejercito de los EEUU en tomar un rol activo en experimentación con aviones para uso militar.
Fue en la reunión aérea de San Francisco en enero de 1911 cuando el teniente Myron S. Crissy, de la batería 70 de la artilleria costera ,diseño y después probó el primer proyectil específicamente diseñado para ser lanzado desde un avion.
Nacido en Bay city, en Michigan en 1881, Crissy se había graduado en West Point en 1902. La bomba que construyó tenia forma de pera, a la que iban unidos dos tablillas de unos 70 cm de longitud y 3 centimetros de ancho, en la parte frontal del proyectil, para mantener la punta hacia abajo mientras el proyectil caía.
Financiado por varias empresas locales, Crissy consrtuyo la bomba, de poco menos de 3 kilos de peso, y construida en una fundición local, llenándola de balas y 300 gramos de pólvora negra.
Pero, antes de poner a prueba su bomba, Crissy paso bastante tiempo intentando averiguar la mejor forma para lanzarla desde el avión. Consultó viejas tablas de artilleria de la guerra de 1812, creyendo que las cargas de pólvora más antiguas serían más adecuadas que las modernas cuando de lo que se trataba era de lanzar una bomba desde un avion a una velocidad inferior a la que tendria si fuera lanzada desde un cañón.
También pasó varias tardes de charla con varios meteorólogos, para estudiar las formas en que las corrientes de aire podian afectar a los proyectiles lanzados desde el avion.
El 15 de enero, Crissy despego junto a un piloto civil llamado Phil Parmalee (rival de Hoxsey en el concurso de lanzamiento de naranjas), y lanzo la bomba desde una altura de 170 metros.
Crissy y Parmalee, en el primer vuelo experimental. |
Parmalee dijo que el avión volaba a unos 80 km/h cuando Crissy lanzo la bomba, y ladeo el avión para observar el descenso del proyectil. Ni parmalee ni Crissy pudieron escuchar la explosion, pero pudieron ver sus efectos.
Con la ayuda de la trigonometría , Crissy había colocado su bomba a menos de un metro de una gran x blanca pintada en el suelo, y abrió un agujero de casi un metro de profundidad. Las balas, la metralla dentro del proyectil, se dispersaron de tal manera tras la explosión que solo se pudo recuperar una tercera parte de ellas.
Según un artículo en el Salt Lake Tribune, "la zona destructiva de la bomba tenía unos 20 metros de radio". Entrevistado por el periódico, Crissy afirmaba : “Estoy convencido que el lanzamiento de bombas con precisión desde una maquina a gran altura es enteramente factible", y habló sobre construir una especia de tubo o rampa para que los aviadores pudieran lanzar los proyectiles con más precisión y evitar que la bomba lanzada golpeara al propio aparato desde el que se lanzaba.
Dos días más tarde, Crissy y Parmalee volvieron a repetir el experimento, esta vez lanzando dos bombas. La primera ,lanzada desde poco mas de 200 metros, cayo en un charco de barro cerca del objetivo, pero no exploto. La segunda impacto a menos de dos metros del objetivo,dejando un hoyo de dos metros de radio y casi un metro de profundidad.
Crissy describió el resultado del bombardeo: ” el exitoso lanzamiento prueba la precisión que se puede conseguir con un bombardeo desde el cielo, tomando en cuenta la velocidad del viento y la velocidad del avión antes de lanzar cada proyectil”.
El siguiente diseño del teniente Crissy iba a tener forma cilíndrica, con una punta de forma de cono truncado y un peso de unos 9 kilos. Esta vez, Crissy coloco una vara de medio metro de longitud a lo largo del cilindro del proyectil con un par de pequeñas hélices en ambos extremos. Cuándo se lanzaba el proyectil, el viento hacia girar las pequeñas hélices, estabilizándo el proyectil y manteniendolo en decenso recto, lo que ayudaba al proyectil a penetrar en el suelo mas profundamente.
Para lanzar estos proyectiles más pesados que los anteriores, Crissy planeo colocarlos a lo largo del fuselaje y lanzarlos cortando o tirando de una cuerda.
El lanzamiento de este nuevo proyectil se realizo por primera vez el 22 de junio de 1911 desde un biplano Wright pilotado por Charles Willard. Segun Willard, se lanzaron dos proyectiles de prueba desde los 150 y los 200 metros de altitud, y ambos cayeron muy cerca del objetivo previsto, una gran x pintada en el suelo.
Charles Willard. |
Ese fue el último experimento de Crissy con el lanzamiento de proyectiles desde aviones, pero otros iban a tomar el testigo desde donde Crissy lo había dejado.
En octubre de 1912, el capitan Simeón Petrov ,ingeniero y miembro de la fuerza aérea de Bulgaria, desarrolló varios prototipos de bombas usando granadas de mano, agregando aletas estabilizadoras y aumentando la cantidad de explosivo. El 17 de noviembre de 1912, el mayor Vasil Zlatarov ,actuando como pasajero/observador/bombardero del avión pilotado por el piloto italiano Giovanni Sabelli, lanzó uno de los proyectiles diseñados por el capitán Petrov durante el transcurso de la primera guerra de los Balcanes, entre la liga Balcánica (Bulgaria, Serbia, Grecia y Montenegro) y el imperio otomano.
Las aletas estabilizadoras del proyectil diseñado por el capitán Petrov demostraron ser poco aerodinámicas y, según el mayor Zlatarov, el proyectil cayó en una trayectoria muy poco adecuada, aunque al parecer, el proyectil exploto correctamente al tomar contacto con el suelo.
El teniente Myron Crissy vivió lo suficiente para poder ver como sus ideas, llevadas a un mayor y horrible extremo, se usaban para lanzar las bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki 35 años después de sus primeros experimentos.
Las superfortalezas Boeing B-29 que lanzaron ambas bombas atómicas estaban muy lejos de los aviones de madera y tela que usó Crissy y las bombas diseñadas por el. (Little Boy, la bomba que arraso Hiroshima, pesaba 5 toneladas y tenía un poder explosivo similar a 15.000 toneladas de TNT).
"Little Boy". |
En tiempos del teniente Crissy , una altitud de vuelo de más de 200 metros era considerada una locura muy peligrosa, mientras que el B-29 "Enola Gay" lanzo Little Boy desde más de 10.000 metros de altitud.
Quizás Crissy tuvo tiempo de reflexionar sobre su influencia en el desarrollo del bombardeo aéreo, no solo en relación a las bombas atómicas sobre Japón, quizás también sobre la campaña de bombardeo estratégico aliado sobre Alemania durante la 2ª guerra mundial, en la que los bombarderos aliados lanzaron más de 2.700.000 toneladas de bombas.
Tras su experimentación con el bombardeo aéreo, Crissy permaneció en el arma de artilleria. Durante la 1ª guerra mundial fue destinado a comandar un regimiento de artillleria de campaña en el frente occidental, pero la guerra termino antes que pudiera llevar a cabo su tarea.
Después se involucró en el registro de tumbas y la devolución a EEUU de más de los cuerpos de 4.000 soldados norteamericanos caídos en combate en el frente occidental.
Tras la 1ª guerra mundial, Crissy paso a la reserva, en donde cumplió en varios cargos administrativos, siendo licenciado en 1934 como teniente coronel.
Y Myron S. Crissy murió en 1946 a los 66 años de edad, el desconocido padre del bombardeo aéreo.
Governing from the skies, a global history of aerial bombing – Thomas Hippler.
Aviation History Magazine – mayo 2022
Felicidades por el artículo.
ResponderEliminarSaludos