Viene de aquí:
Sexto Pompeyo aun controlaba la costa noroeste de Sicilia, desde Milae hasta Pelorus. Habia desplegado guarniciones y había fortificado los pasos de montaña del interior de la isla.
Durante un tiempo la situación militar se estancó, aunque la amenazante presencia de la flota de Agripa obligaba a los pompeyanos a una vigilancia intensiva de la costa.
Un dia, Sexto Pompeyo recibio informaciones que indicaban que Agripa estaba preparando un desembarco de sus tropas al oeste de Milae, así que abandono la ciudad y marcho con todas sus tropas a Pelorus.
La información recibida por Sexto resulto ser falsa, y Octavio pudo tomar con total tranquilidad toda la región .Casualmente, por la zona se encontraba Lepido forrajeando con sus tropas en las cercanías del volcán Etna, y Octavio invito a los otros triunviros a compartir su campamento cerca de Mesina, ya que la flota de Agripa había anclado cerca de allí.
Octavio decidio que la mejor estrategia para terminar con la resistencia pompeyana era privar de suministros a sus enemigos, y envió a Tito Estatilio Tauro a capturar las localidades y granjas que suministraban alimentos a los pompeyanos.
Sexto sabia que sin suministros no duraría mucho. Aun seguia creyendo que su mayor fuerza seguía siendo su flota de agiles navíos, y que su mejor opción era jugárselo todo a una carta, una última batalla naval. Y envió un mensaje para invitar a Octavio a enfrentarse a el en combate naval para decidir el vencedor de la guerra de una vez.
Aureo de Sexto Pompeyo, año 40 a.c.
Octavio aceptó, y se acordó un día y un lugar para el enfrentamiento. No se sabe ni el día exacto ni la exacta localizacion de la batalla, aunque esta comunmente aceptado que fue el 3 de septiembre en Naulochus ,al este de Milae, la actual Spadafora, aprox.
En un lado, los 300 navíos de Sexto Pompeyo y sus almirantes Demochares, Papias y Tisenio Galo. En el otro, la flota combinada de Octavio y Agripa, bajo mando de este último. En la costa, la infantería de ambos bandos se sentó tranquilamente a lo largo de las playas y se dispuso a disfrutar del "espectáculo".
La batalla que se desarrolló a continuación fue muy similar a otras combatidas en aquellos tiempos, ; proyectiles de todo tipo cruzando el cielo, navíos embistiendo a otros, cadaveres flotando, navios en llamas, pequeñas lanchas tratando de recoger a quienes caían al agua, gritos, ordenes, caos, etc.
Cuando un navío se colocaba al lado de otro enemigo y se producía el abordaje, no era fácil distinguir a amigos de enemigos. Todos usaban las mismas armas, vestían uniformes similares, y casi todos hablaban el mismo idioma, el latín. Las ordenes de los oficiales a menudo eran confundidas por los combatientes, que no sabian si se dirigían a ellos, o eran lo oficiales enemigos quienes gritaban.
Parece que la masiva utilizacion del harpax por los navíos de Agripa comenzó a inclinar la balanza de su lado. Muchos de los soldados de Sexto Pompeyo nunca habían visto en acción tal artefacto y no supieron contrarrestar a sus defensores, ya que los arqueros cesarianos evitaban que los pompeyanos pudieran cortar las cuerdas con las que el harpax acercaba el barco enemigo al propio. Además, el mayor tamaño y peso de los navios cesarianos impedía que los navios pompeyanos atrapados por el harpax pudieran librarse arrastrando al navío enemigo.
Con gran dificultad para distinguir entre navíos amigos o enemigos ( solo el color de la torre , turris, servía para distinguirlos ), Agripa pudo darse cuenta que la flota de Sexto estaba reculando, y decidió lanzar un ataque general sobre el centro de la línea pompeyana.
Sexto Pompeyo vio entonces la batalla perdida, y con su hija y sus más cercanos consejeros logro escapar en 17 navíos, que se dirigieron a Metilene y Lesbos, en donde solicito asilo a Marco Antonio.
Octavio no persiguió a su adversario, ya que no quería enemistarse con Antonio y, como excusa, mas tarde dijo que no había querido terminar con la vida de Sexto Pompeyo porque no había sido uno de los asesinos de Cesar.
Cuando los navios pompeyanos que aun combatían vieron huir a su líder, se rindieron. Solo tres navios de la flota cesariana fueron hundidos, mientras Sexto Pompeyo y sus almirantes habían perdido 28.
Aunque Sexto Pompeyo había huido y dejado a lo que quedaba de su flota a su lugarteniente Lucio Plinio, este decidió permanecer en Sicilia, ocupando Mesina de nuevo. Octavio envió entonces a Agripa y Lepido con sus ejercitos, para tratar con Plinio. Viendo los ejércitos cesarianos reunirse en las cercanías de Mesina, Plinio pidió un armisticio para iniciar conversaciones de paz.
Agripa prefería esperar hasta que llegara Octavio, pero Lepido se impacientaba al ver como de nuevo, tropas pompeyanas volvían a reunirse. Asi que aceptó personalmente la rendición de Mesina, y autorizó a sus soldados a saquear la ciudad.
La suma de cientos se soldados pompeyanos a sus fuerzas elevo el ejercito de Lepido hasta las 22 legiones y gran cantidad de caballería.
Envalentonado por la captura de Mesina , y con su poderoso ejercito, Lepido se dispuso a ocupar toda la isla de Sicilia para sí mismo, y ordenó a sus tropas fortificar los desfiladeros por los que se llegaba a Mesina, para que Octavio y sus tropas no pudieran entrar.
Había sido un movimiento desafortunado. Aunque amigos desde hacía años, Octavio y Lepido apenas se comunicaban. Lepido deseaba tener un rol mayor en el triunvirato, pero Octavio se negaba a dárselo.
Octavio envió a sus agentes secretos al campamento de Lepido, y gracias a cuantiosos sobornos puso a la mayoría de la oficialidad de Lepido de su parte, Al día siguiente, Octavio entraba en el campamento de Lepido, siendo aclamado como imperator.La mayoría de las tropas de Lepido se cambiaron de bando.
Viendo lo desesperado de su situación,Lepido se presentó ante Octavio, rogando por su vida. Octavio se la garantizo, pero le privo de sus cargos de triunviro y comandante militar , dejando solo su cargo de Pontifex Maximus.
Tras el paso de las tropas de Lepido a su ejército, Octavio disponía de 45 legiones, 25.000 de caballería y 40.000 auxiliares, además de una flota de 600 navios. Pero sus propias tropas, que llevaban combatiendo con él desde la batalla de Filipos, exigieron su parte del botín y que se les permitiera retirarse de la vida militar.
Octavio, temeroso de un motín masivo si se negaba a cumplir las exigencias de sus veteranos, supo reconocer la contribución y los sacrificios hechos por sus tropas, y distribuyó parte del tesoro para recompensar el valor y el servicio prestado , asegurándose asi su lealtad.
Octavio entraba victorioso en Roma el 13 de noviembre del 36 a.c., sabiendo perfectamente que el mérito de la victoria era casi todo para su amigo Agripa, cuya capacidad organizativa y liderazgo militar había facilitado mucho las cosas.
Así, la lealtad de Agripa iba a ser `premiada . En solo dos grandes batallas, Agripa habia terminado con toda amenaza política sobre Octavio.
La posicion de Octavio estaba entonces asegurada, habiendo terminado con toda oposicion por parte de los pompeyanos
Agripa también había terminado con la amenaza que el hijo de Pompeyo Magno habia supuesto para el comercio de grano procedente tanto de Sicilia como de Africa. El grano volvía a fluir de nuevo hasta llenar los silos a orillas el rio Tíber, y la plebe podía dormir tranquilamente sabiendo que tenía asegurada la comida del día siguiente.
La vital contribución de Agripa fue premiada con una gran cantidad de tierra de labor en Sicilia, tierra que habia sido recientemente confiscada a los simpatizantes de Sexto Pompeyo. Además, como reconocimiento público a su labor, Octavio creó una "decoracion especial” para su leal pero modesto amigo. Conocida como corona classic, corona navalis o corona rostrata, una corona de laurel coronada por pequeños espolones ( rostra ) de oro, que Agripa podría llevar en cualquier celebración.
Pero Agripa no iba a tener demasiado tiempo de disfrutar sus regalos, ya que sucesos en la region de Pannonia, en el oeste de los Balcanes, reclamaron su atencion.
(Continuara…)
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