viernes, 18 de noviembre de 2022

Heraclio, azote de Persia ( 35ª parte )

 


 Viene de aquí:

  La conquista de Calcis dejo prácticamente abierto el norte de Siria al avance musulmán, con Kalid y Abu Ubaida marchando sobre Beroea, actual Alepo.

  En Alepo había una fuerte guarnición bizantina de unos 4.000 hombres, dirigidos por un tal Joakin, desplegados tras las poderosas murallas de la ciudad y una fortaleza cercana, con un enorme foso, no muy lejos de la ciudad.

Ciudadela de Beroea-Alepo.

  Al igual que  el general Menas en Calcis, Joakin sabía que su única posibilidad residía en enfrentarse al avance musulmán antes que consiguiera desplegarse.

  Pero, pese a la poderosa fuerza de la que disponía, el comandante bizantino se encontró superado por los flancos por la veloz caballeria ligera musulmana, y se vio obligado a  refugiarse tras los muros de sus defensas.

  La derrota no quebranto los ánimos de la guarnición de Beroea, que lanzo numerosas incursiones sobre los asediadores musulmanes los tres meses siguientes.

  Pero la inutilidad de la resistencia y la comprensión que no recibieran ayuda se hizo cada vez más evidente, y en octubre del año 637, la ciudad se rindió. Se cree que el propio Joakin se convirtió al islam junto a 4.000 de sus soldados, una cifra un tanto exagerada, como suele suceder con las fuentes primarias de origen musulmán.

Infanteria ligera bizantina, siglos VI-VII.
 

 Tras tomar Alepo , Abu Ubaida envió un destacamento hacia el noroeste, hacia la ciudad de Azaz, que ofreció solo una resistencia simbólica antes de capitular.

  La captura de Azaz, que parecía la captura de otro asentamiento mas, en realidad tenía un propósito estratégico, ya que Azaz iba a proteger el flanco izquierdo del avance musulmán que iba a girar en dirección oeste, hacia territorio bizantino, hacia Antioquia.

  Marchando desde Alepo, el contingente  musulmán llegó a las riberas del Orontes, rio que junto al lago Amik y el monte Silpios eran las defensas naturales de Antioquia. Parece que también existía un largo puente con puertas de hierro, que la guarnición de Antioquia decidió debía mantener en su poder a toda costa y resistir allí el ataque musulmán.

 

  Pero lo que ocurrió en la siguiente batalla del puente de hierro es absolutamente desconocido, no hay nada registrado en las fuentes. Pero, teniendo en cuenta lo que había pasado en otras batallas de los musulmanes cerca de fuentes de agua o ríos, el plan de  los atacantes seguramente fuera alejar a los bizantinos del rio y después usar su caballería ligera contra sus flancos, para capturar el puente.

 

  Así, los bizantinos fueron derrotados,y volvieron a Antioquia, que fue puesta de inmediato bajo asedio.Antioquia se rindió rapidamente, el 30 de octubre del año 637, y a los supervivientes de su guarnición se les permitió retirarse en dirección al norte de Anatolia.

  Tras la captura de Antioquia, todo lo que quedaba del ejercito bizantino en Anatolia y las guarniones que aun resistían en Siria y Palestina quedaron completamente aisladas unas de otras por tierra.

  Abu Ubaida dividio sus tropas en varios contingentes y se lanzo a la conquista de las ciudades costeras del norte de Siria que aun mantenían guarniciones bizantinas.

  Laodicie, Gibala y Antarados opusieron escasa resistencia, y Abu Ubaida se desplazó hacia el sur para tomar Trípoli, en lo que hoy es el norte del Líbano.

 

  La importancia de tomar esas ciudades era vital para el ejercito musulman. Con los bizantinos dominando el mar, las conquistas musulmanas en Siria y Palestina no estarían seguras hasta que controlaran todos los puertos de la región, para evitar que Bizancio usara uno de esos puertos  como base para un futuro ataque.

  Mientras Abu Ubaida se dirigia al sur, Kalid llegaba hasta los pasos de las montañas Taurus, superándolos con facilidad. Se dirigio hacía el este, hasta llegar al Eufrates. Sin apenas oposición, giro hacia el norte para internarse en Anatolia.

  Kalid llego hasta Tarsus, antes de girar hacia el norte al llegar al rio Piramus (actual rio Ceyhan ) para atacar Germanicia Cesarea (actual Kahramanmaras, en el sureste de Turquía).

  Un breve enfrentamiento entre la guarnición bizantina de la ciudad y los atacantes termino en  tablas, y tras él, los habitantes de la ciudad prefirieron abandonarla y marchar hacia el oeste.

 

  Tras dejar una pequeña guarnición en Germanicia Cesarea, Kalid regreso al norte de Siria  pasando por Sebasteia y Melitene.

  La falta de enfrentamientos de importancia entre las tropas de Kalid y tropas bizantinas parece indicar que la táctica de Heraclio de abandonar el norte de Siria y la llanura de Anatolia había tenido éxito.

  Además de retirarse  y reunir tantos soldados como pudo en Anatolia mientras abandonaba Siria y Palestina a su suerte, el emperador Heraclio trato también de reforzar la presencia bizantina en Armenia y Mesopotamia.

  Armenia era un recurso imprescindible para obtener nuevos soldados, mientras que el control de Mesopotamia permitía al emperador controlar las rutas terrestres de Bizancio con persas y los aliados árabes. En Mesopotamia se encontraban tambien buena parte de lo mejor que le quedaba al ejercito bizantino, tropas veteranas que habían quedado allí acuarteladas tras la victoria sobre el imperio sasánida.

  La presencia bizantina mas o menos continua  en Mesopotamia servía para desviar la atención musulmana de Anatolia, además de dar tiempo a Heraclio a implementar su política de tierra quemada, eliminando guarniciones, quemando granjas y destruyendo cultivos y fortificaciones en el norte de Siria y Palestina, mientras se preparaba para repelar la inminente invasión.

  Así, Heraclio ordeno a los comandantes bizantinos en Mesopotamia aguantar todo lo posible, sin involucrase en enfrentamientos con los musulmanes, pero manteniendo su posición en las ciudades de Mesopotamia.

  Pero el gobernador bizantino de la provincia de Osroene, Juan Kateas, altero los planes del emperador bizantino.

  A medida que los musulmanes avanzaban hacia el norte, Kateas abandono su capital provincial de Edesa y se reunió con el líder del ejercito musulmán en la zona, Lyad, negociando un pacto conocido como "La tregua de Calcis", por la que Bizancio pagaría un tributo anual de 1400 libras de oro al califa a cambio de la promesa musulmana de no cruzar el Éufrates.

  Asi, la Mesopotamia aun en poder bizantino y Armenia quedarían momentáneamente protegidas de las incursiones musulmanas, dando tiempo a Heraclio.

  Pero, al enterarse del acuerdo entre Kateas y Lyad, Heraclio destituyó a Kateas y lo envió al exilio, creyendo  que Kateas se había excedido en sus funciones como gobernador provincial.

  El tributo anual no se pago, lo que provoco una reacción inmediata de Lyad, quien cruzo el Éufrates para capturar Callinicus y Edesa con mucha facilidad. Parece que Ptolemaios, el reemplazo de Kateas como gobernadorhabía decidido no desperdiciar sus tropas en un gesto de resistencia inútil, dada la gran superioridad numérica de las tropas musulmanas que habían cruzado el Éufrates.

 

(Continuara…)

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