Tras el fin de la Francia
napoleonica, la segunda parte del siglo XIX se convirtió en un choque entre el Imperio britanico y la potencia emergente, la Rusia de los zares.La competición
entre ambos imperios por ganar poder e influencia en Asia central iba a motivar
un gran numero de pequeñas guerras,
intrigas, espionaje,etc, que iba a continuar hasta las primeras décadas del siglo
XX, en lo que se iba a llamar "el Gran Juego”.
A mediados del siglo XIX,India era
la joya de la corona imperial britanica, proveyendo a la metrópoli de un flujo
incesante de riqueza y poder.Riqueza y poder
que los zares querían para sí mismos.
Desde el océano Indico, las
posesiones británicas en el subcontinente hindú eran prácticamente inexpugnables,
dada la tremenda superioridad naval británica que podía bloquear con facilidad
cualquier intento de penetración en la India por su costa.Asi, el acceso
terrestre era el único disponible. Y Rusia había movido muy bien sus peones en Asia Central,convirtiendo a Persia en un estado casi títere .Con Persia en sus manos, Rusia amenazaba con abrir una ruta terrestre a través de la cual podría
invadir el sur de las posesiones británicas en la India.
Pero los rusos necesitaban Afganistan, una sociedad aun de tipo feudal, de tribus aparentemente insignificantes,
divididas y muy pobres, pero que iba a convertirse en clave para las aspiraciones
de ambos imperios, el britanico y el ruso.
"El Gran Juego", Afganistan entre el oso ruso y el leon britanico
Por su parte, Gran Bretaña no estaba
interesada en incorporar Afganistán a su imperio, solo quería utilizarlo como una
zona "colchón" entre sus posesiones en la India y una pujante Rusia. Si los soldados del Imperio Britanico iban a tener que combatir con los soldados rusos, mejor hacerlo lo más
lejos posible de India.
Ya en 1837, Alexander Burnes, un
enviado del gobierno británico, llego al palacio del emir de Kabul, Dost
Mohamed Khan, para proponerle una alianza contra la creciente influencia rusa
en la región.
El emir estuvo de acuerdo,pero con la condición que Gran Bretaña ayudara a los afganos a recuperar el control de la región de Peshawar,en manos de los príncipes de Lahore.(Dost Mohamed tenía una carta en la manga: días antes de la llegada del enviado británico había llegado a Kabul en secreto un oficial cosaco de nombre Iván Viktorovich Vitkevich, con una carta del zar Nicolás I en la que invitaba al gobierno afgano a establecer relaciones diplomáticas con Rusia, además de una futura alianza defensiva.(Dost Mohamed no estaba realmente interesado en una alianza con Rusia, pero iba a usar la carta del zar para presionar a los británicos).
Dost Mohamed Khan
El emir estuvo de acuerdo,pero con la condición que Gran Bretaña ayudara a los afganos a recuperar el control de la región de Peshawar,en manos de los príncipes de Lahore.(Dost Mohamed tenía una carta en la manga: días antes de la llegada del enviado británico había llegado a Kabul en secreto un oficial cosaco de nombre Iván Viktorovich Vitkevich, con una carta del zar Nicolás I en la que invitaba al gobierno afgano a establecer relaciones diplomáticas con Rusia, además de una futura alianza defensiva.(Dost Mohamed no estaba realmente interesado en una alianza con Rusia, pero iba a usar la carta del zar para presionar a los británicos).
Lahore se encontraba en la
frontera afgano-hindu, y era un pequeño reino aliado de los britanicos, asi
que estos estaban poco dispuestos a ayudar
a los afganos.Asi, las negociaciones no llegaron a buen fin y el gobierno británico llegó a la conclusión
obvia: había que deponer al emir y colocar en su lugar a alguien más maleable.
Sujah Sha Durrani había
gobernado Afganistán desde 1803 hasta 1809,cuando había sido depuesto por Dost
Mohamed con ayuda britanica.Y los británicos decidieron reinstalarlo en el
trono afgano. Ya en 1831, mientras estaba en el exilio,habia prometido a los británicos
que, si le ayudaban a retomar el poder en Afganistan, abriría todas las rutas
comerciales entre la India y Persia.
Sujah Sha.
En octubre de 1838, lord Auckland,
gobernador general de la India, emitía un manifiesto en el que describía las
razones de la inminente intervención británica en Afganistan.Oficiamennte,las
tropas inglesas permanecerían en Afganistán el tiempo necesario para apoyar a Sujah Sha y que retomara el trono afgano. Una vez que el nuevo emir estuviera
instalado en el palacio real de Kabul, las tropas británicas saldrían del país.
La invasión comenzó en diciembre
de 1838, cuando el ejercito británico (llamado el ejercito del Indo) de unos 10.000
hombres salió de sus campamentos en el Punjab para entrar en Afganistan.Con
ellos viajaba William Hay McNaghten, que iba a ser el representante del
gobierno de su graciosa majestad británica en Kabul.
El duro clima de Afganistán y lo
escarpado del terreno ralentizó la marcha de las tropas anglo-hindúes, que
avanzaron lentamente hacia el centro del país,atravesando el desierto de Beluchistan.El 25 de abril llegaban ante Kandahar, y mientras la resistencia de
las tropas de Dost Mohamed se diluía rápidamente,Sujah Sha, protegido por
soldados britanicos,llegaba ante el mausoleo de Ahmed Sha Durrani,el fundador
del imperio durrani-afgano.
Mausoleo de Ahmed Sha Durrani,en Kandahar.
Desde Kandahar hasta Kabul había
unos 500 kilometros, con la “inexpugnable" fortaleza de Gazni a mitad de
camino.
El 20 de julio, caballeria de la
división bengalí del ejercito britanico llegaba a la vista de la fortaleza,con
murallas de 25 metros de altura y defendida por lo mejor del ejercito afgano,
unos 8.000 infantes al mando de Hider Khan, uno de los hijos de Dost Mohamed, y
un contingente de caballería de 5.000 jinetes desplegados en las colinas que
rodeaban la fortaleza.
Fortaleza de Gazni.
Los enormes muros de Gazni iban
a representar un gran desafío para las tropas britanicas, ya que los 4 grandes
cañones de asedio de los que disponian habían quedado atascados en medio del desierto de Baluchistan, y ninguno de los cañones de
campaña del ejército británico podría dañar los muros lo suficiente para abrir
brecha.
Informes recibidos gracias al renegado
Abdul Rashid, sobrino de Dost Mohamed,
recomendaban un ataque sorpresa sobre la puerta de Kabul, una de las puertas de
la fortaleza menos protegidas. El teniente general sir John Keane, al mando del contingente británico, decidió seguir el consejo del renegado sobrino.
Esquema de la fortaleza,dibujado por un oficial de artilleria britanico.
La noche del día 23, un
grupo de zapadores se acercó
silenciosamente a las murallas,
superando el foso con escalas y comenzado a colocar decenas de sacos de pólvora
de 25 kilos contra la puerta. Continuaron colocando mas y mas sacos hasta que
fueron detectados por los centinelas afganos. En ese momento, prendieron la mecha de algodón,
y segundos después, la fortisima explosion destrozaba la puerta y parte de la muralla.
Instantes despues, un grupo de asalto compuesto de 4 compañias (2 del 13º
regimiento de infantería britanica, 1 de infantería nativa de Bombay y una
compañía del regimiento sirmoor gurka irrumpían en la fortaleza a la bayoneta calada.
Tras un breve combate, lograban abrir el resto de las puertas de la fortaleza,
por las que no tardó en entrar un torrente de soldados britanicos que literalmente
liquidaron toda resistencia.
13.000 soldados afganos habían muerto o había sido heridos y prisioneros, a cambio de 200 muertos entre hindúes, gurkas y británicos.
13.000 soldados afganos habían muerto o había sido heridos y prisioneros, a cambio de 200 muertos entre hindúes, gurkas y británicos.
La caída de la fortaleza de Gazni en manos británicas tuvo graves consecuencias para Dost Mohamed.Con
Kabul practicamente indefenso, el emir convoco en Kabul a todas sus fuerzas. Eso
obligó a Akbar Khan ( otro de los hijos de Dost Mohamed ) a abandonar la defensa del paso Khiber, que cayo
rápidamente en manos de un contingente anglo-sihk que había salido de Peshawar
tras conocer la caída de la fortaleza de Gazni.
El emir trato de recabar apoyos
en toda la región, pero Mc Nughten había sobornado a prácticamente todos los
lideres tribales.Asi, Dost Mohamed tuvo que abandonar Kabul, y se retiró con
los supervivientes de su ejercito hacia el norte.
El "ejercito del Indo" entraba victorioso
en Kabul el 6 de agosto de 1839, mientras el nuevo gobernante afgano, Sujah Shah llegaba al día siguiente en una carroza de marfil, tras tres décadas de
exilio.
La campaña británica en Afganistán había durado diez meses, y se había logrado la victoria con un relativamente escaso número de bajas. Con Sujah Sha de nuevo en el trono afgano,y para cumplir los deseos de lord Auckland,el gruesode las tropas britanicas abandonaban el pais, dejando en Kabul dos regimientos de infantería británica y 2 regimientos de infantería nativa de Bengala, para reforzar al ejercito irregular de Sujah Sha,unos 6.000 hombres.
La campaña británica en Afganistán había durado diez meses, y se había logrado la victoria con un relativamente escaso número de bajas. Con Sujah Sha de nuevo en el trono afgano,y para cumplir los deseos de lord Auckland,el gruesode las tropas britanicas abandonaban el pais, dejando en Kabul dos regimientos de infantería británica y 2 regimientos de infantería nativa de Bengala, para reforzar al ejercito irregular de Sujah Sha,unos 6.000 hombres.
La nueva guarnición britanica de Kabul
comenzó a desarrollar un tipo de vida muy similar al que llevaban en Delhi o cualquier otra ciudad colonial: carreras de
caballos, competiciones deportivas, sesiones de teatro amateur, partidos de cricket,
conciertos protagonizados por las bandas de musica de cada regimiento,etc, una serie de distracciones
a las que los afganos no se oponían.
Con la guarnición
establecida,algunos oficiales britanicos incluso llamaron a
sus familias para que se reunieran con ellos en Kabul.
Todo parecía ir como los
britanicos deseaban. Pero algunos hombres de la guarnición no tardaron en
empezar a molestar a las mujeres afganas,
ganándose el odio de los hombres afganos.
En una sociedad tribal como la afgana,donde la venganza formaba parte integral de la vida diaria, donde los agravios entre familias o tribus pasaban de una generación a otra, no era buena idea hacer enfadar a los afganos.
(Continuara…)
En una sociedad tribal como la afgana,donde la venganza formaba parte integral de la vida diaria, donde los agravios entre familias o tribus pasaban de una generación a otra, no era buena idea hacer enfadar a los afganos.
(Continuara…)
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