El uso de vehículos blindados en
la guerra civil española no sirvió de
prueba real para la 2ª guerra mundial, ya que en los campos españoles estos vehiculos se utilizaron
con la técnica usada en la primera guerra mundial, esto es, como acompañamiento
y protección a la infantería, sin aprovechar su uso en operaciones de
penetraciones en profundidad en territorio enemigo.
Pero hubo una ocasión en la que
se intentaron utilizar los carros de combate de un modo totalmente innovador para la
época, un método que se seguiría utilizando durante la 2ª guerra mundial, un
método denominado "Tankovy Desant", “con la infantería montada al estilo ruso”.
Corrían los primeros dias del verano
de 1937, la ofensiva de las tropas del general Franco para ocupar las provincias
del norte de España, aun bajo control republicano, había comenzado en los
primeros días de la primavera, y el 19 de junio las brigadas de requetés
navarros tomaban Bilbao y giraban hacia Santander, sin que las tropas republicanas
pudieran detener el avance , avance favorecido por la rendición a los italianos
(según los términos del Pacto de Santoña ) de los “gudaris” de la 50ª división de
choque del PNV, que dejaron con el flanco derecho republicano totalmente expuesto al avance de las tropas franquistas.
El estado mayor
republicano,consciente de la gravísima perdida que para la republica seria
perder los recursos mineros e industriales del norte de la península, planeó
una ofensiva de distracción en el frente de Madrid, para intentar atraer a las reservas nacionalistas y detener su
avance hacia Santander.
El 6 de julio se lanzaba la
ofensiva sobre Brunete que tuvo cierto éxito momentaneo y detuvo la
ofensiva nacionalista en el norte.Pero,cuando terminó la batalla de Brunete
sin un ganador claro, se reanudo la ofensiva en el norte.
Un nuevo ataque de distracción
republicano se lanzó sobre Zaragoza, también para atraer las reservas enemigas
y alejarlas del norte. Tras dos semanas de combate en Aragon, las tropas republicanas
volvieron a su punto de partida sin
haber logrado sus objetivos, y la ofensiva nacionalista sobre Santander
volvió a reanudarse.
Tras las fallidas ofensivas sobre Brunete y Zaragoza, la situación estratégica de las tropas republicanas continuaba
siendo preocupante.Las tropas nacionalistas continuaban su avance en el norte,
y el estado mayor republicano volvió a pensar en nuevas ofensivas de distracción,
con el único objetivo de ralentizar el avance de las tropas de Franco.
El 26 de septiembre se reanudaba
la ofensiva en el sector de Aragón, atacando esta vez sobre Huesca y Jaca.
Apenas dos semanas después, el avance republicano se detiene y el frente queda estabilizado.
A finales del mes de septiembre se
reúnen en Madrid el jefe del gobierno y ministro de defensa Indalecio Prieto, el
general Vicente Rojo y el jefe del ejercito republicano del este,general Sebastian Pozas.
El objetivo era planificar una nueva ofensiva en la zona de Aragón a finales
de octubre, esta vez contando con una nueva innovación tecnológica y una nueva
táctica que sin duda triunfaría en donde las anteriores ofensivas de
distracción habían fallado.
Cincuenta carros de combate soviéticos
del modelo BT-5 acababan de llegar al puerto de Cartagena en un convoy de
cargueros soviéticos el 15 de octubre junto a otros 50 carros T-26.
Llegada de carros T-26 sovieticos al puerto de Cartagena en el carguero sovietico "Komsomol", en agosto de 1936.
Con ellos, y contando con la colaboración de “asesores” soviéticos expertos en el uso de carros
de combate se planteó un ataque blindado con la particularidad que los tanques soviéticos
transportarían sobre sus carrocerías a soldados de infantería, con lo que se pretendia
transportar a un batallón de infantería tras las lineas enemigas.
El elegido para llevar a cabo la
direccion de las operaciones fue el teniente
coronel Juan Modesto, que había ascendido vertiginosamente por el escalafón del ejercito republicano no tanto por su sabiduría en asuntos militares como por su
pertenencia al partido comunista.
Modesto y Lister.
Tras dirigir unidades republicanas
de distinto calibre en las derrotas republicanas
de la sierra de Guadarrama, Talavera, Santa Olalla, Toledo o Illescas, Modesto
recibió el mando del V cuerpo de ejercito
republicano, en el que se integrarían unidades de neto color comunista, como las divisiónes de Lister y el Campesino, además de otras unidades surgidas del famoso 5ª regimiento, unidad formada por voluntarios comunistas cuya mayor intervencion en la guerra fue tomar parte en la toma del cuartel de la Montaña y de un convento de los Salesianos en el centro de Madrid.
Modesto estudió el plan de
operaciones, y rechazó el encargo:
“El general Rojo informo que se estaban
preparando acciones al norte del frente oriental, con el objetivo de aflojar la
presión facciosa en el frente norte.Utilizando nuevos vehículos de la Unión Soviética, incluido el nuevo carro de
combate Bt-5 del que teníamos un batallón completo, la posibilidad de
una nueva operación en el sector de Zaragoza se valoró.
Pero yo estaba absolutamente
convencido de que era un intento absurdo y
que iba a significar un paso atrás, así que dije que no”.
Finalmente, el elegido fue el
coronel Segismundo Casado ,futuro jefe del ejercito del Centro y autor del golpe de
estado que socialistas y anarquistas dieron contra los comunistas en los últimos dias de la guerra), mientras el mando sobre el terreno lo llevaría el jefe de
la 35º división internacional, el renegado general polaco Karol Swierczewski, más
conocido como “Walter”, un borracho incompetente elevado a lo más alto del ejercito
republicano por la propaganda pro-soviética.
General Walter.
Desde octubre de 1936 la Unión Soviética había proporcionado a la republica española más de 200 blindados T-26 modelo 1933, un buen tanque ligero armado con un cañon de 45 mm, superior a cualquier otro tanque del
ejercito nacionalista,incluyendo las tanquetas italianas y los panzer I
alemanes, que solo disponian de una
ametralladora.
El 10 de agosto de 1937, el mercante
español Cabo San Agustín llegaba a Cartagena con 50 tanques Bt-5 (Bystrochodnij
Tankov).El Bt-5 pondría las bases de lo
que más tarde serie el legendario T-34, y estaba equipado con una suspensión Christie y un
motor de aviación Liberty modificado que le permitía llegar a 45 km/h, más alta
aun que la del T-26.
Su torreta era idéntica a la del T-26, y estaba armado con un cañon de 45 mm. y una ametralladora coaxial
Degtiariov de 7,62 mm.
La tripulación estaba compuesta
de tres hombres: el comandante del carro /tirador, el conductor y el cargador.
El blindaje oscilaba entre los 6 y los 13 mm, algo poco usual en la época, y
solo los vehículos de mando de batallon, compañía o seccion estaban equipados con
radio.
Uno de los mayores problemas de
este modelo era su infernal ruido mecánico cuando estaba en marcha, lo que convertía
la transmisión de ordenes entre los distintos miembros de la tripulación en una
odisea. Al final se llegó a tener que utilizar un método un tanto curioso para
la transmisión de órdenes entre el comandante del carro y el conductor, a base
de patadas en la espalda de este último.
Cuando el comandante del carro quería girar a la izquierda, asestaba una fuerte
patada en la parte izquierda de la espalda del conductor, y así con las otras
direcciones.
Con estos nuevos carros se formo
un batallón de tres compañías, compuesta cada una de tres secciones de cinco
carros cada una. El batallón debía integrarse en un nuevo regimiento denominado
"de carros pesados" , que también incluía una compañía de
automóviles blindados y una compañía de artillería antitanque.
El regimiento de carros pesados
estaba comandado por el teniente coronel soviético I. J. Kondratiev.
Pero, para la inminente ofensiva,
el batallón de carros pesados no iría acompañado de otros vehículos blindados y
armas antitanque.Las tripulaciones de los tanques estarían compuestas
mayoritariamente de “asesores” soviéticos, un numeroso grupo de milicianos internacionales, sobre todo búlgaros (aunque también había un norteamericano), y
un puñado de españoles que debían aprender el uso de estos nuevos vehiculos
para posteriormente convertirse en maestros de nuevos carristas.
El primer objetivo de la nueva
ofensiva republicana era la localidad de Fuentes de Ebro, una localidad ya
atacada en la anterior ofensiva desde el 25 de agosto. Para Modesto, el sector
elegido para el ataque no era adecuado para el uso de carros de
combate.Situado en las cercanías del rio
Ebro, pequeñas pero muy numerosas zanjas para el riego dificultarían mucho el
movimiento de vehículos
blindados.Ademas,el sector estaba defendido por veteranas tropas del ejercito nacionalista,
fogueados en las batallas del verano anterior.
Como Modesto indicaba: "Existe el
problema que el terreno se convierta en un pantano debido a las características
del suelo, con lo que los tanques atascados se convertirían en excelentes
objetivos fijos para la artilleria enemiga.Con respecto al factor sorpresa, con
tales condiciones del terreno, la sorpresa sería mínima”.
Pero, con el optimismo generado
por la llegada de los nuevos Bt-5 soviéticos, se decidió lanzar el ataque de todos
modos. Cada tanque llevaría entre dos y seis infantes, responsables de escoltar a los tanques en su aproximación
a las líneas enemigas, y tras superar la línea defensiva enemiga debían bajar
de los tanques y ocupar Fuentes de Ebro.
Para apoyar el avance del batallon de carros pesados se eligió a la
XV brigada internacional.Curiosamente, los españoles que formaban el 24º batallón
de la brigada marcharían sobre los tanques, mientras canadienses, britanicos y
estadounidenses lo harían a pie.
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