Viene de aquí:
La primera mitad del año 1805 fue
de frenética actividad en los cuartos de banderas y las cancillerías de los paises que formaban pare de la Tercera Coalición.
El objetivo de la inminente
ofensiva era devolver Europa al status anterior a 1789, terminando con la Francia
republicana.
Tras intensas discusiones entre
los aliados se llegó a un esquema operacional en común. El Consejo Aulico ( el consejo ejecutivo que asesoraba al emperador del Sacro imperio Romano germanico ) había
insistido desde el principio que el mayor esfuerzo aliado debía desarrollarse en
el norte de Italia, así que el archiduque Carlos fue comisionado para liderar un ejercito de 95.000 hombres que debía cruzar el rio Mincio por Mantua, con el
objetivo de tomar Peschiera y más tarde
,Milán.
Al mismo tiempo que se lanzaba la
ofensiva sobre el norte de Italia, el archiduque Juan debía asegurar el Tirol
con un ejercito de 25.000 efectivos, operando
al flanco izquierdo de su hermano, el archiduque Fernando, que debía
avanzar sobre Baviera con un ejército de 70.000 hombres, para convencer por las
bravas al elector bávaro, Maximiliano I, de la necesidad de cesar de cooperar
con Francia.
Una vez convencido el elector
bávaro, por las buena o por las malas, el ejercito del archiduque Fernando
debía esperar en Baviera la llegada de los tres ejércitos rusos de Kutuzov, Buxhoven y Bennigsen, que llegarían
desde el este.
Mariscal Kutuzov.
Tras unirse a los ejecitos rusos,
el archiduque debía dirigirse a ocupar la Selva Negra, Suabia y Franconia, con
el objetivo final de tomar Estrasburgo. El zar había prometido que Kutuzov llegaría
a Baviera el día 20 de octubre con 35.000 hombres, seguido de Buxhowden con
40.000 y los 20.000 soldados de Benningsen.
Austria decidió enviar dos
contingentes independientes de la ofensiva principal, uno para unirse a las tropas suecas en Pomerania y otro para
unirse a los británicos en Nápoles, dos operaciones diseñadas para distraer la
atención de los franceses y obligarlos a separar parte de sus tropas.
El extenso plan de la ofensiva aliada tenían tres errores de bulto, errores que Napoleón no iba a perdonar.
El primer error, que el Consejo Aulico estaba convencido que el ataque de las tropas
francesas se dirigiría hacia el norte de Italia una vez más. Pero el nuevo ejercito francés,
la Grande Armee, se encontraba por entonces en Boulougne, en la costa del canal
de la Mancha, y no parecía ser la intencion de
Napoleón la de dirigirse hacia Italia, sino hacia el este.
Ejercito ruso 1805.
El segundo, y más grave error,
fue obra del estado mayor austriaco, que no
supo darse cuenta de la diferencia de diez días que existía entre el
calendario gregoriano (que usaba toda Europa, menos Rusia) y el calendario
juliano usado aun por los rusos.
Así, los rusos no iban a llegar a Baviera en la fecha que el resto de los aliados creían, sino 10 días después, arruinando
los preparativos para la ofensiva, y obligando a los austriacos a entrar en
acción prematuramente, antes de poder contar con el apoyo de los ejercitos
rusos.
El tercer error fue adjudicar demasiadas
tropas a la operación de despiste en el Tirol,
buenas tropas que hubieran podido utilizarse para montar ataques de diversión
sobre las posiciones del ejercito revolucionario francés en Suiza.
Otra debilidad de los planes de la
ofensiva aliada yacía en las deficientes cadenas de mando. En Rusia, el mariscal Kutuzov había recibido al orden del zar de obedecer las instrucciones del
emperador austriaco y los 3 archiduques, pero de ningún otro general austriaco, ni siquiera del general Mack.
En el ejercito austriaco, las
diferencias entre los distintos generales al mando eran aun mas complicadas de evitar.
El archiduque Fernando había sido nombrado general en jefe del ejercito austriaco,
pero el propio emperador austriaco, Francisco Ii, había ordenado a Fernando que
debía obedecer las ordenes del general Mack.
Infanteria austriaca 1805.
El resultado iba a ser un mando
caótico, con constantes enfrentamientos entre fuertes personalidades y una
disensión seria entre distintas opiniones,
no solo en el aspecto militar, también el político, con cada general de cada
nación buscando su propio y personal beneficio.
Una vez Napoleón descartó la invasión
de Gran Bretaña, comenzó a pensar en su próximo movimiento en el
continente.Para ello lanzó un nuevo plan de
campaña basado en conocer perfectamente la fuerza de sus enemigos y sus
posibles intenciones.
El ejercito frances podía esperar
ataques desde cuatro direcciones posibles, aunque solo dos eran probables.
Las dos opciones que Napoleón y
su estado mayor descartaron casi de inmediato fueron una invasión de Hannover
desde Pomerania, realizada por un ejercito combinado anglo-sueco. La otra
opción descartada fue un ataque aliado sobre Nápoles.
Pero las amenazas mas serias
sobre Francia eran la posible victoria del archiduque Carlos en el norte de
Italia, que incluso podría llevarle a la invasión del sur de Francia, o los ejercitos aliados que se agazapaban en la orilla este del Danubio, que podían
amenazar Alsacia, mas aun cuando los ejercitos rusos se unieran al resto de
los aliados en Prusia.
La solución que Napoleón encontró
para resolver el problema era la típica suya, es decir, tomar la iniciativa y
atacar antes de dar tiempo a que sus enemigos se reagruparan. Debía atacar en
el Danubio para destruir a los ejercitos
austriacos del archiduque Fernando y el general Mack antes que los rusos
pudieran unirse a ellos, y tras derrotar a los austriacos debía enfrentarse a los rusos, esperando encontrarlos mientras aun
se encontraran en marcha, antes que pudieran desplegarse.
Como en las campañas del ejercito revolucionario
francés en 1796 y 1800, Napoleón trataba de convertir el Danubio en el frente principal,
dejando el frente de Italia como frente secundario.
El plan del emperador era simple, lanzar su nueva Grande Armee hacia el Danubio utilizando las rutas más
directas, para unir rápidamente su ejercito de 200.000 soldados con 25.000 aliados
de Baviera.Marchando hacia el sur, hacia el Rhin, se trataba de envolver a las tropas
austriacas del general Mack si las noticias que llegaban eran ciertas, esto es,
que los austriacos marchaban casi sin descanso en direccion a la Selva Negra.
General Mack.
El plan debía llevar a la derrota
de austriacos y rusos, dejando a la Tercera Coalición sin dos de sus miembros
mas importantes y dejando al imperio británico prácticamente en solitario
contra Francia.
La ofensiva imperial la llevarían
tres ejércitos francese : el de Massena con 50.000 hombres debía enfrentar al ejercito austriaco del archiduque Carlos al norte de italia; el general St. Cyr marcharía
sobre Nápoles con 20.000 hombres para enfrentar al pequeño ejercito aliado que allí
se encontraba, mientras el general Brune se mantendría en las cercanías de Boulougne con 30.000 soldados para prevenir un posible pero poco probable intento
de desembarco británico en las costas del paso de Calais.
Para llevar a cabo la ofensiva, había
hecho falta un trabajo oscuro pero muy importante. El propio Murat y el general
Bertrand habían llevado a cabo personalmente
reconocimientos en la zona del Tirol y el rio Main, mientras Savary, jefe del staff de planificacion del estado mayor frances,había
llevado a cabo un extenso trabajo para poner sobre el mapa los detalles de las
mejores caminos y carreteras situados en la zona entre el rio Rhin y el
Danubio.
La Grande Armee se iba a dividir
en dos grandes grupos, para marchar con mayor seguridad.El ala izquierda
partiría de Hannover y Utrecht para marchar hacia Wurtennberg.El centro y e lala izquierda partiría de Boulougne y se dirigiría hacia el Rhin pasando por Mannheim,Lauterburgo y Estrasburgo
Cuando todo estuviera preparado,
el grueso del ejercito cruzaría el Rhin, y mientras Murat y su caballería llevaba
a cabo ataques de distracción en las cercanias de la Selva Negra, 7 cuerpos de ejercito
franceses se internarían en Alemania para agruparse de nuevo entre las localidades de Pforzheim y Donauworth.Alli esperarían la llegada del 7º cuerpo de ejercito del mariscal
Augereau, que llegaría desde Brest para controlar la zona entre el Rhin y el alto
Danubio.
Después, Napoleón planeaba tomar
la cidau de Augsburgo, que se convertiría en nuevo centro de operaciones,
cortando las líneas de comunicaciones del austriaco general Mack.Las ordenes
para poner al ejercito francés en marcha fueron remitidas por el cuartel general
imperial el 26 de agosto.
La Grande Armee se pone en marcha desde Boulougne.
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