martes, 7 de enero de 2020

...Y el mundo contuvo el aliento; 1962, la crisis de los misiles de Cuba ( 8ª parte )




 La situacion en el mar Caribe a las 24:00 horas del 27 de octubre.
Viene de aquí:


  La información que las agencias de inteligencia USA tenían de los submarinos soviéticos en el Caribe indicaba que dos de los seis submarinos detectados estaban volviendo a  su base en la peninsula de Kola; uno de ellos de clase Foxtrot, debido a dificultades técnicas marchaba acompañado del barco de rescate naval soviético Pamir, y otro de clase Zulú estaba en algún lugar del Atlántico junto al buque cisterna Terek.


  El viaje de la 69ª brigada de submarinos de la armada soviética hacia Cuba (operación Kama) no había estado exento de dificultades, y  no solo por la falta de experiencia de las tripulaciones en las cálidas aguas del mar Caribe.


  Uno de los problema  de los submarinos soviéticos de las clases Foxtrot y Zulu era la escasez de agua fresca.Como todos los submarinos de propulsión diesel-electrica, las condiciones de vida a bordo de uno de estos submarinos eran terribles. Por ejemplo, para conseguir agua potable había que destilar el agua del mar, y esa agua destilada iba en primer lugar para cubrir necesidades mecánicas y de ingenieria, después para enfermos y heridos, y lo poco que quedaba se repartía entonces a la tripulación.


  Los problemas mecánicos que creaban la falta de agua se debían a las condiciones del agua en el océano atlántico, mucho menos fría que las del Ártico o el mar de Barents.


  Las condiciones tropicales causaban un exceso de temperatura y humedad en el interior de los sumergibles, lo que causaba un  mal funcionamiento de  las baterías que terminaban por secar parte de sus celdas.

 Sala de control de baterias.

  Tambien la sal afectaba a las arandelas de goma que unian parte de las tuberias  que llevaban el agua para refrigerar el motor diesel,lo que provocaba su rotura  y el aumento de la temperatura de trabajo del motor.


  Así, cuando ocurría un problema de ese tipo, se retiraba el agua destinada a la tripulación para rellenar las baterías. Los tripulantes terminaban por deshidratarse, lo que provocaba lesiones  de piel y dolorosos sarpullidos.


  Ademas, la larga singladura desde sus bases en el Báltico hasta Cuba tambien habían provocado escasez de provisiones y recambios, así que los submarinos de la 69ª brigada que habían llegado al área de cuarentena impuesto por la marinqa USA no estaban ni de lejos en las mejores condiciones para el combate.


  El 27 de octubre, con sus baterías casi agotadas, el submarino soviético de la clase Foxtrot B-59, comandado por el capitan Valentín Grigorievich Savitsky,fue obligado a ascender a la superficie por el destructor estadounidense USS Beale por el expeditivo método de lanzar alrededor del submarino cargas de profundidad de prueba, es decir, sin carga explosiva, al no responder a los requerimientos  de identificacion.

 B-59, submarino clase Foxtrot de la armada sovietica.


  El peligroso juego habia convertido a los tripulantes del submarino en un manojo de nervios, acentuado por el calor del interior (entre 50 y 60 grados centígrados) , la falta de iluminación, ya que solo se podían usar las luces de urgencia dado el bajo nivel de carga de las baterías y el alto nivel de CO2 en el aire. Varios marinos se habían desmayado, y otros se limitaban a quedarse en sus puestos de combate sin apenas moverse.


  El exhausto capitán Savitsky había intentado en repetidas ocasiones contactar radiofónicamente con el alto mando de la armada soviética, sin éxito. Tras el lanzamiento por parte del USS Beale de 5 granadas de mano sobre el submarino soviético,, el capitán enfureció y llamo a su presencia al segundo capitán Vadim Pavlovich Orlov, comandante del grupo de tareas especiales (OSNAZ ) del submarino b-59, en teoría encargado de mantener la seguridad en el submarino.




(Extracto del Cuaderno de bitácora  del destructor USS Beale sobre los hechos, con la entrada relativa  a lo sucedido con el submarino B-59 entre las 16 y las 18 horas y siguientes)


  Pero Orlov tenía otra atribución secreta mientras permaneciera en el submarino.Era el encargado de manejar el torpedo nuclear.Savinsky se dirigió a el:


  "Quizas la guerra ya este teniendo lugar en la superficie sobre nosotros mientras damos vueltas por el mar.Vamos a destruirlos.Seguro moriremos, pero los hundiremos con nosotros, no avergonzaremos a nuestros camaradas".


  Y le ordeno montar la cabeza nuclear al torpedo y ponerlo en disposicion de ser lanzado.


  De golpe, el despliegue de 4 submarinos soviéticos de clase Foxtrot en el Caribe se había convertido en una amenaza mortal, con un torpedo nuclear cargado, armado  e introducido en el tubo de lanzamiento, presto a ser disparado.

 Sala de torpedos.


  Todo lo que se interponía entre una tensa paz y una guerra nuclear en el mar Caribe era un sudoroso, sediento y exhausto capitán soviético de submarino, el capitan Savitsky, que además no tenia manera  de contactar con sus superiores en Moscú.


  El lanzamiento de armas nucleares era solo uno de los peligros que la humanidad había encarado durante la crisis de los misiles de Cuba.El simple hecho de mover y trasladar de un lado a otro centenares de armas nucleares ya fuera por tierra,mar o aire tenía sus propios riesgos, que se iban incrementando según avanzaban los días y aumentaba el cansancio de las personas encargados de cuidar y controlar dichos artefactos nucleares.


  De hecho, ocurrieron varios accidentes esos días. Un caza estadounidense F-106 armado con un misil con cabeza nuclear se estrelló cuando aterrizaba en el aeródromo de Terre Haute,en Indiana. Y un guardia de la base de la fuerza aérea USA en Duluth, Minnesota, creyó ver lo que suponía ser un saboteador soviético intentando saltar la valla de la base (en realidad, un pequeño oso), dando la alerta general y provocando que un escuadron de interceptores despegaran de bases en Wisconsin.

 Interceptor F-106.


  En el otro bando también hubo errores y accidentes que pudieron haber provocado una catástrofe. Un camion de un convoy ruso-cubano que transportaba misiles de crucero desde Mariel hasta las cercanías de Guantánamo se despeñó por un pequeño barranco en medio de la noche, lo que hizo creer a los demás camiones que estaban bajo ataque de la aviación estadounidense. 

  Y los radares de la defensa antiaérea norteamericana en el golfo de México detectaron el lanzamiento de misiles de crucero desde la isla de Cuba, un presunto lanzamiento que más tarde se supo había sido un fallo de las computadoras.


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